En 1985, soldados de la guerrilla vacunan en El Salvador. En ese tiempo, los gobiernos de los países americanos crean "Salud: un puente para la paz", un proyecto piloto para poder vacunar a niños mientras callan las armas. Luego de meses de negociación en El Salvador, el Presidente y las fuerzas de oposición acuerdan un alto al fuego para que más de 20.000 personas, incluidos trabajadores de salud, voluntarios, y fuerzas de la guerrilla, vacunen los niños del país.