Hepatitis D

20 de julio de 2023

Datos y cifras

  • El virus de la hepatitis D (VHD) requiere la presencia del virus de la hepatitis B (VHB) para replicarse.
  • El VHD afecta en el ámbito mundial a casi el 5% de las personas con infección crónica por el VHB.
  • La infección por el VHD ocurre cuando las personas se infectan simultáneamente por el VHB y el VHD (coinfección) o contraen la hepatitis D después de haberse infectado por el VHB (sobreinfección).
  • Entre los grupos de población con más probabilidades de presentar coinfección por el VHB y el VHD se incluyen las poblaciones indígenas, las personas que se someten a hemodiálisis y los consumidores de drogas inyectables.
  • El número mundial de infectados por el VHD ha disminuido desde el decenio de 1980, sobre todo a causa de los satisfactorios resultados obtenidos por el programa mundial de vacunación contra el VHB.
  • La infección simultánea por el VHB y el VHD se considera la forma más grave de hepatitis vírica crónica, dada su progresión más rápida hacia el carcinoma hepatocelular y el fallecimiento por causas hepáticas.
  • La infección por el VHD puede prevenirse mediante vacunación contra la hepatitis B, pero las tasas de éxito terapéutico son bajas.

Información general

La hepatitis D es una inflamación del hígado causada por el VHD. Este requiere la presencia del VHB para replicarse: no puede haber hepatitis D en ausencia del VHB. La coinfección por ambos virus se considera la forma más grave de hepatitis vírica crónica, dada su progresión más rápida hacia el carcinoma hepatocelular y el fallecimiento por causas hepáticas.

La única forma de prevenir la infección por el VHD es la vacunación contra la hepatitis B.

Distribución geográfica

En un estudio realizado en colaboración con la OMS y publicado en el Journal of Hepatology en 2020 (1), se estimó que el virus de la hepatitis D (VHD) afecta a nivel mundial a casi el 5% de las personas con infección crónica por el virus de la hepatitis B (VHB) y que la coinfección por el VHD podría explicar uno de cada cinco casos de hepatopatía y cáncer hepático en las personas con infección por el VHB. En el estudio se han detectado algunas zonas geográficas con prevalencia alta de la infección por el VHD, como Mongolia, la República de Moldova y algunos países de África Central y Occidental.

Transmisión

Al igual que el VHB, el VHD se transmite por lesiones cutáneas (por inyección, tatuaje, etc.) o por contacto con sangre o productos sanguíneos infectados. La transmisión maternofilial es posible, si bien no es frecuente. La vacunación contra el VHB previene la coinfección por el VHD, por lo que la expansión de los programas de vacunación infantil contra el VHB ha comportado una reducción de la incidencia de la hepatitis D en todo el mundo.

Los portadores crónicos del VHB corren el riesgo de infección por el VHD. Quienes no están inmunizados contra el VHB (sea por enfermedad natural o por vacunación) están expuestos a un riesgo de infección por el VHB, y por tanto también por el VHD.

Entre los grupos de población con más probabilidades de presentar coinfección por el VHB y el VHD se incluyen las poblaciones indígenas, los consumidores de drogas inyectables y las personas con infección por el virus de la hepatitis C o el VIH. El riesgo de coinfección también parece ser potencialmente más elevado en las personas que se someten a hemodiálisis, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y los trabajadores sexuales.

Síntomas

En la hepatitis aguda, la infección simultánea por el VHB y el VHD puede producir hepatitis de leve a grave, con signos y síntomas indistinguibles de los de otros tipos de hepatitis víricas agudas. Estas características suelen aparecer entre 3 y 7 semanas después de la infección inicial e incluyen fiebre, fatiga, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, coluria, acolia (heces claras), ictericia (ojos amarillos) e incluso hepatitis fulminante. Sin embargo, la recuperación suele ser total, es poco frecuente desarrollar hepatitis fulminante y la hepatitis D crónica es rara (menos del 5% de los casos de hepatitis aguda).

El VHD puede infectar a personas que ya padecen infección crónica por el VHB. Esta sobreinfección por el VHD en casos de hepatitis B crónica acelera la progresión hacia formas más graves de la enfermedad en todas las edades y en un porcentaje de los pacientes que va del 70% al 90%. Además, la sobreinfección por el VHD acelera la progresión hacia la cirrosis en casi diez años con respecto a la aparición de esta enfermedad en las personas infectadas únicamente por el VHB. Los pacientes con cirrosis causada por el VHD corren un mayor riesgo de desarrollar un hepatocarcinoma. Sin embargo, sigue sin tenerse claro el mecanismo por el cual el VHD agrava la hepatitis y acelera la progresión de la fibrosis en comparación con la infección únicamente por el VHB.

Diagnóstico

La infección por el VHD se diagnostica por la presencia de niveles elevados de inmunoglobulinas G (IgG) e inmunoglobulinas M (IgM) anti-VHD, y se confirma mediante la detección de ARN del virus en el suero.

Sin embargo, la disponibilidad de las pruebas de diagnóstico del VHD es reducida, y las pruebas de detección del ARN del VHD, que también se utilizan para evaluar la respuesta al tratamiento antivírico, no están normalizadas.

Tratamiento

El tratamiento generalmente recomendado en caso de una infección por el VHD es el interferón alfa pegilado. Debe durar un mínimo de 48 semanas, independientemente de la respuesta del paciente. Si bien la tasa de respuesta virológica suele ser baja, este tratamiento se asocia con una menor probabilidad de avance de la enfermedad.

El tratamiento tiene importantes efectos secundarios y está contraindicado en pacientes con cirrosis descompensada, patologías psiquiátricas activas y enfermedades autoinmunes. La bulevirtida es uno de los nuevos tratamientos prometedores contra la hepatitis D. 

Es necesario intensificar los esfuerzos para reducir la carga mundial de la hepatitis B crónica y desarrollar medicamentos contra la hepatitis D que sean seguros y eficaces y suficientemente asequibles para utilizarlos a gran escala en las personas que más los necesitan.

Prevención

Si bien la OMS no tiene recomendaciones específicas con respecto a la hepatitis D, la prevención de la transmisión del VHB mediante la vacunación contra la hepatitis B, en particular la dosis administrada oportunamente al nacer, el tratamiento profiláctico adicional con antivíricos para las mujeres embarazadas que cumplen las condiciones, la seguridad de la sangre, las prácticas de inyección seguras en los entornos de atención de salud y los servicios de reducción de daños mediante el suministro de jeringuillas y agujas estériles son métodos eficaces para prevenir la transmisión del VHD. La vacunación contra la hepatitis B no protege contra el VHD a quienes ya están infectados por el VHB.

Respuesta de la OMS

Las estrategias mundiales del sector de la salud contra el VIH, las hepatitis víricas y las infecciones de transmisión sexual para el periodo 2022-2030 orientan al sector de la salud en la aplicación de medidas estratégicas para lograr los objetivos de poner fin al sida, las hepatitis víricas (en particular, las hepatitis B y C crónicas) y las infecciones de transmisión sexual de aquí a 2030.

Las estrategias proponen una serie de medidas compartidas y específicas para cada enfermedad respaldadas por las intervenciones de la OMS y sus asociados. Tienen en cuenta los cambios epidemiológicos, tecnológicos y contextuales ocurridos en años anteriores, fomentan el aprendizaje en todas las áreas de las enfermedades y crean oportunidades para aprovechar las innovaciones y los nuevos conocimientos a fin de responder eficazmente a las enfermedades. Las estrategias hacen un llamamiento a ampliar la prevención, la realización de pruebas y el tratamiento de la hepatitis vírica poniendo el acento en llegar a las poblaciones y las comunidades más afectadas y en situación de riesgo respecto de cada enfermedad, así como en abordar las brechas y las desigualdades. Promueven sinergias en el marco de la cobertura sanitaria universal y la atención primaria y contribuyen a alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

 La OMS organiza campañas anuales con motivo del Día Mundial contra la Hepatitis (una de sus nueve campañas anuales de salud emblemáticas) con el objetivo de crear más conciencia y mejorar los conocimientos acerca de las hepatitis víricas. Para la edición de 2023 del Día Mundial contra la Hepatitis, la OMS se centra en el tema «Una vida, un hígado» para ilustrar la importancia del hígado para una vida saludable y la necesidad de ampliar la prevención, la realización de pruebas y el tratamiento de las hepatitis víricas a fin de prevenir las enfermedades hepáticas y alcanzar la meta de eliminar la hepatitis para 2030.