La búsqueda de la equidad en salud es uno de los principales objetivos que guían las acciones de la OPS en una Región que continúa siendo inequitativa. Esta inequidad puede medirse en términos de la distribución de los recursos, el diseño y la aplicación de políticas sanitarias y los resultados obtenidos por la aplicación de dichas políticas. En el ámbito de la salud esto se manifiesta en desigualdades en el acceso a los servicios, en la adecuación de la infraestructura para atender los problemas prioritarios, en las disparidades que se acentúan principalmente entre las áreas rurales y las urbanas, en as áreas de concentración de la pobreza y en los grupos en situaciones desfavorecidas como las mujeres, los niños, los indígenas, los jóvenes y los ancianos, o en la población expuesta a mayores riesgos, con mayores cargas de enfermedad o con mayores niveles de exclusión social.

Medición de las desigualdades de salud

Identificar y medir las disparidades y conocer la situación específica de salud de la población y sus tendencias, identificando los grupos y áreas más críticos, se vuelve esencial al momento de poder contar con información adecuada y pertinente para la toma de decisiones, para el desarrollo de políticas en salud y para poder evaluar el resultado de las intervenciones. La medición de las desigualdades entre países y dentro de un mismo país es el primer paso para hacer visibles las diferencias y estimular la toma de decisiones que pongan en marcha acciones y estrategias destinadas a reducir, y eventualmente a eliminar, dichas desigualdades.

En la Argentina, conjuntamente con el Ministerio de Salud, a principios de 2005 se conformó el Grupo de Trabajo sobre Desigualdades en Salud, que propició la realización de un taller sobre los métodos de determinación de desigualdades en salud. Además se desarrolló un programa de computación denominado Brechas, el cual se espera que promueva y facilite el análisis de las desigualdades en salud en este y en otros países de la Región.

También se ha avanzado en la desagregación de datos de salud a nivel subnacional. Los folletos de la serie Situación de salud en las Américas: indicadores básicos presentan hoy información por provincias o estados, e incluso por municipios o jurisdicciones. Un avance similar existe con el Boletín de Inmunización y con el folleto estadístico regional bienal Género, salud y desarrollo en las Américas, una publicación conjunta de la OPS con el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM, por su sigla en inglés), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP), y con financiamiento de la Fundación Ford y los gobiernos de Noruega y Suecia, en donde los datos básicos están desagregados por género. De igual manera, a la información publicada sobre el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) se le han agregado datos sobre la cobertura con antirretrovirales, las infecciones de transmisión sexual y la coinfección de VIH y tuberculosis.

La Cumbre Ministerial sobre Investigación en Salud, realizada en México en noviembre de 2004, y su declaración sobre las investigaciones sanitarias y el conocimiento, han dado surgimiento a la creación de un registro de investigaciones, apoyando el despliegue regional de la International Clinical Trials Registry Platform. Igualmente se avanzó en armonizar la agenda regional de investigaciones de la OPS con la de la Organización Mundial de la Salud (OMS); se apoyó a los países con estrategias novedosas de cooperación para lograr mayor éxito en el uso de la evidencia científica para informar las decisiones de salud, y se contribuyó al desarrollo y fortalecimiento de redes entre expertos e instituciones interesadas.

La OPS contribuyó a la elaboración del informe conjunto entre todas la agencias regionales de las Naciones Unidas titulado Objetivos de Desarrollo del Milenio: una mirada desde América Latina y el Caribe, publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL); la OPS fue responsable del capítulo sobre la salud y los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), con aportes de FNUAP.

La Encuesta Centroamericana de Diabetes, Hipertensión y Factores de Riesgo de Enfermedades Crónicas, que forma parte de la Iniciativa Centroamericana de Diabetes, es un ejemplo único del monitoreo de enfermedades crónicas y sus factores de riesgo en una subregión entera, usando una metodología común. La encuesta estudió la prevalencia de diabetes, hipertensión, obesidad y sobrepeso, entre otros factores de riesgo, y se aplicó en los siete países centroamericanos a 8.383 personas, a casi tres cuartas partes de las cuales se le realizaron pruebas sanguíneas para detectar diabetes y colesterol elevado. La participación del Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP) en el entrenamiento y estandarización de los entrevistadores y optometristas ha sido importante en este proceso, el cual ha permitido incrementar la capacidad técnica de los países para la vigilancia de enfermedades crónicas y sus factores de riesgo.

La Encuesta de Factores de Riesgo de Enfermedades Crónicas no Transmisibles, aplicada en la Argentina en 2005, tuvo como objetivo el análisis de las desigualdades por grupos de población; sus resultados permitirán cuantificar las diferencias en salud de grupos vulnerables, focalizar acciones directas desde el sector salud y facilitar la promoción entre otros sectores.

La Comisión sobre Salud y Desarrollo del Caribe, que responde a una iniciativa regional y global, presentó un informe sobre la situación de salud en el Caribe y las posibles soluciones para su estudio. Entre sus conclusiones destaca que los temas que tienen mayor impacto en los logros en salud son la obesidad y las enfermedades crónicas no transmisibles, VIH/sida y la violencia. El informe también urge a movilizar recursos para fortalecer la capacidad nacional y regional en medición y estadísticas de salud.

A 10 años del plazo establecido para el cumplimiento de los ODM, se ha realizado también el análisis de diferentes esquemas de protección social en salud vigentes en la Región; los elementos analizados incluyeron la capacidad para mejorar la equidad en el acceso y utilización de los servicios de salud, la habilidad para contrarrestar determinantes sociales que dañan la salud y la capacidad para ampliar la cobertura y el acceso a intervenciones de salud técnicamente apropiadas.

La Encuesta Mundial sobre Tabaquismo en Jóvenes —que recoge información sobre prevalencia, actitudes y creencias en relación al consumo de tabaco— se continuó en 2005. Se llevaron a cabo reuniones con representantes de los gobiernos para analizar los datos producidos por la Encuesta, con vistas a la formulación de políticas públicas para el control del tabaquismo. A la fecha la encuesta ha sido aplicada en casi todos los países de la Región.

En cuanto a la vigilancia epidemiológica, la OPS continúa monitoreando semanalmente el progreso de los países de la Región en la erradicación de la poliomielitis y la eliminación del sarampión y la rubéola. En 2005 se incluyó la vigilancia semanal del síndrome de rubéola congénita. Los países, a su vez, monitorean estos progresos a nivel municipal. Los indicadores de vigilancia regionales se mantienen en su mayoría sobre la meta de 80%.

Se diseñó y ejecutó la encuesta SABE (Salud y Bienestar de las Personas Mayores) en una muestra de 10.000 adultos mayores, representativa de la población mayor de 60 años en siete ciudades de la Región: Buenos Aires, Argentina; Bridgetown, Barbados; São Paulo, Brasil; La Habana, Cuba; Santiago, Chile; Distrito Federal, México y Montevideo, Uruguay. Los resultados mostraron la situación de salud de este grupo de población y las implicaciones en los sistemas de salud de la Región. A partir de la información obtenida se han formulado lineamientos estratégicos dirigidos a mejorar el acceso a servicios de mayor calidad; capacitar a los recursos humanos en salud para enfrentar las necesidades de este grupo etario; lograr un mejor control y vigilancia de la salud de los adultos mayores; desarrollar marcos reguladores para proteger a los mayores en entornos de cuidados a largo plazo, y desarrollar investigaciones en salud pública que permitan identificar las principales amenazas. También se ha propuesto un marco que considera la definición de funciones del sistema de salud pública para fomentar la salud y el bienestar en la vejez, los estándares para evaluar estas funciones y sus indicadores de desempeño y de resultados.

Formulación de políticas de salud

El conocimiento de las situaciones de disparidad existentes en salud permite analizar los principales factores determinantes de las desigualdades, lo que facilita la formulación de políticas que garanticen la equidad en salud.

En Chile, la articulación entre el Ministerio de Salud, otros ministerios, el Fondo de Solidaridad e Inversión Social (FOSIS), la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y la OPS ha permitido enfocar la agenda social en los determinantes de la salud. Esto evidencia que las alianzas entre el gobierno y la sociedad, al igual que entre diferentes sectores, favorecen la visibilidad de las desigualdades en salud y ayudan a colocar esta problemática en la agenda social, así como la reorientación de los recursos hacia las áreas críticas que más los necesitan.

Se continuaron los esfuerzos para colocar a la salud pública en un lugar prominente en la agenda política regional, fundamentalmente apoyando las reuniones ministeriales subregionales de salud, como la Reunión del Sector Salud de Centroamérica y República Dominicana (RESSCAD), el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), la Comunidad del Caribe (CARICOM), la Organización de los Estados del Caribe Oriental (OECS), la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), el Organismo Andino de Salud-Convenio Hipólito Unanue (ORAS-CONHU), la Comunidad Andina de Naciones y el Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica (COMISCA).

En la IV Cumbre de las Américas celebrada en Mar del Plata, Argentina, en noviembre de 2005, se destacaron temas de alta prioridad como los preparativos para la gripe aviar y la pandemia de influenza, así como la lucha contra el VIH y las acciones para lograr una cobertura universal en el tratamiento antirretroviral.

Se continuó el trabajo referente al Convenio Marco del Control del Tabaco de la OMS, habiendo sido ratificado a la fecha por 18 países de la Región de las Américas. Dentro de los mandatos del Convenio se hizo especial énfasis en la promoción de ambientes libres de humo de tabaco, donde destaca la experiencia exitosa de Uruguay, que se convirtió en el primer país en la Región en determinar el 100% de espacios públicos libres de humo de tabaco.

La adopción del Reglamento Sanitario Internacional en 2005 fue un hito importante, ya que se constituye en un instrumento mundial poderoso que permite armonizar las actividades entre los Estados Miembros, así como en un marco para reconocer y notificar las emergencias de salud pública de importancia internacional, y para responder ante ellas. El Reglamento plantea retos y oportunidades para la Organización y sus Estados Miembros en los próximos años y se está abordando la situación de alerta frente a la gripe aviar y la pandemia de influenza, para fortalecer la capacidad de los países y adecuar sus sistemas según las exigencias del Reglamento.

Redes de laboratorios, vigilancia epidemiológica y respuesta a brotes —como la Red Centroamericana para la Prevención y el Control de las Enfermedades Emergentes y Reemergentes (RECACER), RED AMAZONICA, Red del CONOSUR y Carisurvnet (Caribbean Surveillance Network)— se han incorporado al trabajo en torno al Reglamento Sanitario Internacional. Otro ejemplo de avance es el proyecto de sanidad de puertos mediante la cooperación horizontal entre los países del Caribe, que representa una respuesta adecuada a un problema específico en relación a salud y turismo.

El Ministerio de Salud de Chile ha avanzado en la regulación de prácticas de medicina complementaria y alternativa, mediante la creación de un decreto que aporta un marco legal para legitimarlas. Se formó un grupo de trabajo para el reconocimiento de prácticas médicas alternativas como profesiones auxiliares a la salud, que produjo el reglamento del decreto. Este avance es importante ya que las prácticas complementarias (acupuntura, homeopatía, naturopatía, quiropraxia y terapia floral) constituyen una parte importante de los servicios de salud, a los que asisten las poblaciones marginadas con problemas de acceso a las prestaciones ortodoxas.

En el ámbito de la prevención y atención a la violencia basada en género, el modelo de la OPS fue tomado como base para el desarrollo de leyes y políticas sobre el tema: en el Brasil se elaboró una nueva ley, en Honduras se reformuló la existente, en la República Dominicana se desarrolló una propuesta de políticas municipales y en Costa Rica se diseñó un sistema de monitoreo de la implementación de políticas públicas sobre el tema. Asimismo, en cumplimiento de las recomendaciones del Subcomité de la Mujer, la Salud y el Desarrollo, y con la participación de 10 países, fue lanzado el Observatorio Regional sobre Salud y Violencia Basada en Género.

Fortalecimiento de la capacidad operativa

Los datos adecuados y fiables sobre problemas de salud, así como las políticas y planes basados en la evidencia, son elementos indispensables para el desarrollo de una capacidad sostenible para resolver de manera eficaz los problemas de salud pública.

En los países de habla inglesa del Caribe se ha trabajado mediante un enfoque estratégico en el fortalecimiento de la evaluación, implementación y mejoramiento de los sistemas de información sanitaria nacionales. En el Brasil se ha apoyado el Sistema Nacional de Vigilancia de Alimentación y Nutrición, por medio de la generación de indicadores y el entrenamiento de técnicos en el uso del sistema a nivel estatal y municipal.

En el Brasil, la OPS, el Ministerio de Salud y el Consejo de Secretarios Estatales de Salud adaptaron la metodología y los instrumentos de las funciones esenciales de salud pública (FESP) al Sistema Único de Salud del Brasil y se están realizado autoevaluaciones de desempeño en cinco estados; los que ya las completaron, están incorporando los resultados obtenidos a los planes e intervenciones de salud. En la Argentina también se han realizado evaluaciones de las FESP en tres provincias, caracterizadas por su nivel de pobreza y por modelos de atención de salud que, en las últimas décadas, habían llevado a la concentración excesiva de los recursos en establecimientos hospitalarios ubicados en centros urbanos. La aplicación de estas evaluaciones en los niveles subnacionales permite, además, identificar las áreas críticas, reorientar recursos, diseñar y ejecutar intervenciones y planes, y disminuir de alguna manera las brechas regionales al interior de los países.

Juntamente con el Instituto del Banco Mundial se llevó a cabo el curso a distancia vía Internet sobre Fortalecimiento de las Funciones Esenciales de Salud Pública, desde octubre de 2005 hasta enero de 2006, para el cual se recibieron 840 solicitudes de trabajadores de la salud pública de distintas partes del mundo. La primera generación del curso contó con 84 participantes, la mitad de los cuales provino de la Región de las Américas. Concluyeron exitosamente su participación 51 profesionales, 61% de los inscritos.

En el Ecuador, el presupuesto del Ministerio de Salud Pública ha ido mejorando progresivamente en relación al presupuesto del Gobierno Central: mientras en 2000 el porcentaje era 2,4%, en 2006 alcanza 6,2%. Este aumento es el reflejo tanto de la voluntad política de incrementar la inversión social como del trabajo conjunto entre la OPS, el Ministerio de Salud Pública, el de Economía y Finanzas y el Congreso Nacional de la República del Ecuador.

La campaña de comunicación para la prevención de la obesidad en América Latina "A comer sano y a moverse América!" se inició, junto con la cadena de televisión Univisión, como parte de la Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud en América Latina y el Caribe.

La formación y el fortalecimiento de comités de bioética asistencial y de comités de investigación han continuado en la Región. Mientras que en algunos países estos comités se han creado recientemente, en otros se han incrementado en todos los niveles de los sistemas de salud, lo que se ha traducido en mejor protección de las personas y mayor confianza en la calidad de las prestaciones que reciben.

La Biblioteca Virtual de Salud (BVS) también es parte del esfuerzo de promoción y difusión del conocimiento de la OPS; como propuesta metodológica, la BVS ha sido adoptada por todos los países y su evaluación ha demostrado el alto impacto que ha tenido a nivel nacional e internacional. En la República Dominicana se ha llevado a cabo un proceso de consolidación, al haberse reiterado en 2005 el compromiso con la BVS. En este caso, la BVS ha hecho posible que la información generada en el país sobre temas de salud esté disponible para todos los interesados, sin límites geográficos ni temporales; asimismo, ha facilitado la adhesión a otros proyectos como el HINARI (Health InterNetwork Access to Research Initiative), que es una iniciativa de la OMS con acuerdos entre las principales casas editoriales del mundo para ofrecer acceso electrónico libre a un gran número de revistas de biomedicina. El Instituto Dominicano de Telecomunicaciones está negociando con HINARI una suscripción común para 15 hospitales provinciales y municipales y un hospital general.

En Puerto Rico, los proyectos específicos que se han desarrollado han focalizado sus acciones en proveer apoyo a la Reforma de Salud mediante tres actividades puntuales: análisis del Sector Salud de Puerto Rico; análisis y formulación del plan de fortalecimiento de la Función Rectora de la Autoridad Sanitaria Nacional de Puerto Rico; y elaboración del Perfil del Sistema de Salud de Puerto Rico. El proyecto para el desarrollo de sistemas de información geográfica ha proporcionado apoyo a la capacidad de análisis y vigilancia epidemiológica de la Secretaría de Salud de Puerto Rico. Está en proceso de negociación la cooperación al Departamento de Salud en el tema de e-Salud/Telemedicina, con apoyo de la Universidad de Puerto Rico y el Industry University Research Consortium.

Para cubrir zonas urbanas y rurales desprovistas de servicios médicos, se desarrollan en la Región diferentes estrategias orientadas a capacitar y estimular a médicos y otros profesionales en atención primaria y salud pública. En Cuba se ha consolidado el Programa de Médico de Familia, que alcanza una cobertura total en el país, y se ha aumentado la capacidad de solución de problemas de salud a través de la extensión y fortalecimiento de los Policlínicos; en el Brasil, está en pleno desarrollo el Programa de Salud de la Familia, que privilegia la capacitación multiprofesional bajo la estrategia de atención primaria; en Perú, la educación profesional en salud destaca tanto el enfoque intercultural como la práctica comunitaria con participación social; en la Argentina, a partir del año 2004 se instrumentó el Programa Médico Comunitario —basado en un convenio establecido entre el Ministerio de Salud y 16 universidades que pertenecen a las diferentes regiones de ese país—, que consiste en una capacitación modular acompañada por personal especializado en pedagogía, planificación y administración local de servicios, salud ambiental y epidemiología; en Venezuela, el ejemplo más reciente de esta naturaleza, se lleva a cabo un esfuerzo masivo de formación médica, con la creación de un nuevo perfil del profesional de la salud orientado a servir a las comunidades marginadas y de difícil acceso, al igual que una multiplicación de policlínicas con equipamiento completo de diagnóstico y tratamiento (Barrio Adentro II).

Otras experiencias innovadoras han surgido en la Región para dar respuesta al problema de la desigualdad de acceso a personal sanitario calificado. Algunas instituciones preparan profesionales de salud procedentes de comunidades marginadas o desfavorecidas, como el programa de Medicina Rural de la Universidad de Illinois en los Estados Unidos y la intensa cooperación brindada por la Escuela Latinoamericana de Medicina de Cuba, con más de 8.000 estudiantes procedentes de 20 países de la Región.

La OPS, Salud Canadá y el Ministerio de Salud de Ontario se unieron para celebrar la Séptima Reunión Regional de los Observatorios de Recursos Humanos de Salud llevada a cabo en Toronto, Canadá, en octubre de 2005. Las conclusiones de los grupos de trabajo confluyeron en el Llamado a la Acción por una Década de Recursos Humanos en Salud en las Américas (2006–2015), con el fin de promover el desarrollo y la actualización del personal de salud como un camino para alcanzar los ODM y proporcionar acceso a servicios médicos de calidad a toda la población de las Américas para el año 2015, según las prioridades nacionales de salud. Los participantes de la reunión recomendaron que el "Llamado a la acción de Toronto" sea un documento que promueva los esfuerzos colectivos a largo plazo, intencionales y coordinados en todos los niveles (internacional, nacional, regional y subregional) del sector de la salud, de otros sectores relevantes y de la sociedad civil, para promover, desarrollar y consolidar la fuerza de trabajo en salud en todos los países de la Región.

Persisten graves desequilibrios en la distribución del personal de salud en la Región, tanto al interior de los países como entre ellos. El número de médicos y enfermeras por cada 10.000 habitantes (densidad) es mayor de 50 en 11 países, los cuales representan 39,7% de la población del hemisferio pero cuentan con 73,2% del total de médicos y enfermeras; los 15 países con una densidad menor de 25 representan 19,5% de la población regional y cuentan con 6% de los recursos humanos. Con pocas excepciones, las diferencias de concentración de médicos y de enfermeras siguen siendo severas entre las áreas urbanas y las áreas rurales.

 

Este año, la celebración anual del Día Mundial de la Salud honró a los trabajadores de la salud, quienes representan los recursos más valiosos de la salud pública. En esa oportunidad, la Directora de la OPS hizo un llamado a celebrar juntos la dedicación, el compromiso, la vocación y las grandes aportaciones de todos los trabajadores de la salud en las Américas; subrayó la necesidad de continuar construyendo mecanismos para fortalecer a un sector que por muchos años no ha contado con los criterios y recursos para el óptimo desempeño que demandan sus funciones clave en la sociedad. También destacó que ese día estaba dedicado a todas las personas que directa o indirectamente contribuyen a elevar el bienestar de toda la población por medio de la prevención y el tratamiento de la enfermedad: personal médico, de enfermería y de otras áreas de la salud, formuladores de políticas públicas, científicos y profesores, así como todas las mujeres y hombres que dedican su tiempo y sus esfuerzos a hacer de la promoción de la salud parte esencial de su trabajo cotidiano, ya sea con carácter remunerado o no.

Abogar por el acceso a los medicamentos esenciales de calidad y su uso racional es una actividad esencial en la lucha contra las desigualdades. En el Brasil se vienen articulando esfuerzos entre la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria, el Departamento de Asistencia Farmacéutica y la OPS por mejorar el uso de medicamentos. En 2005 se publicaron los resultados de una evaluación sobre disponibilidad de asistencia farmacéutica como línea de base para servicios farmacéuticos en el país y se realizó el Primer Congreso Nacional de Uso Racional del Medicamento.

En agosto de 2005, los representantes de los ministerios de salud de 11 países (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela) se reunieron en Buenos Aires, Argentina, para la Segunda Ronda de Negociación de Precios de Antirretrovirales y Reactivos para Diagnóstico y Monitoreo de VIH. El principal objetivo fue el de extender la cobertura de tratamiento con antirretrovirales, mediante precios más accesibles, para las personas con VIH en la Región, y establecer precios de referencia. Respondieron 26 compañías farmacéuticas; el proceso unificó a los gobiernos, a la sociedad civil y a las agencias internacionales y tuvo un fuerte componente de apoyo de la OPS. Se obtuvieron reducciones en los precios de los tratamientos más utilizados entre 15% y 55%, en especial para los medicamentos de primera y segunda línea. Como resultado de estas negociaciones, los países podrán incorporar mayor número de personas a sus respectivos esquemas de tratamiento. A pedido de todos los participantes, se solicitó a la OPS establecer un sistema de monitoreo y evaluación de la implementación de los resultados de la negociación, superando los obstáculos detectados a fin de que los precios sean efectivamente aplicados y utilizados en las compras de la Región. Cabe resaltar que los precios negociados están siendo utilizados por diversos mecanismos de compra como precios de referencia, no solo en los países que participaron de la negociación, sino también en los de América Central y del Caribe, así como en las compras que la OPS realiza por medio del Fondo Estratégico.

Como es habitual, se realizaron evaluaciones internacionales de programas nacionales de inmunización. El propósito de tales evaluaciones es mejorar el desempeño de dichos programas y desarrollar planes estratégicos de inmunización quinquenales basados en los resultados obtenidos. Los componentes evaluados incluyeron: programación, organización y coordinación, recursos humanos y financieros, capacitación y supervisión, sistema de información, vigilancia epidemiológica, evaluación e investigación operativa, vacunación segura, cadena de frío, suministros, comunicación social y participación comunitaria, y observación del personal de salud. En 2005, se evaluaron Santa Lucía y las cinco islas que componen las Antillas Holandesas y Aruba. En 2006 (al 31 de julio) se evaluaron las Bahamas, la República Dominicana y el departamento francés de Martinica.