Mejor detección, tratamiento y vacunas asequibles para prevenir muertes por cancer cervicouterino

El cáncer de cuello uterino mata a 33.000 mujeres al año en las Américas; los expertos reunidos en México, D.F., evalúan las perspectivas de los costos de detección, tratamiento e introducción de nuevas vacunas contra un virus letal. Investigadores informan que mejoras en detección y tratamiento, junto con vacunas más asequibles, pueden evitar que las muertes por cáncer de cuello uterino se multipliquen por dos en Latinoamérica y el Caribe

México, D.F., 12 de mayo de 2008—En Latinoamérica y el Caribe, 33.000 mujeres mueren cada año por cáncer de cuello uterino, una enfermedad prevenible causada por un virus que infecta al 20 por ciento de los hombres y mujeres de esta región del mundo, y hasta a un 30 por ciento de las mujeres más jóvenes, según un nuevo estudio. Hoy en día existen alternativas nuevas y revolucionarias para mejorar programas de detección y tratamiento, así como vacunas más asequibles para niñas y mujeres jóvenes. Estas alternativas pueden reducir el número actual de muertes y evitar que esta cifra aumente a 70.000 muertes en las próximas dos décadas, según un estudio que analiza el impacto del virus del papiloma humano (VPH) en Latinoamérica y el Caribe.

Estos resultados serán presentados en una conferencia convocada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Instituto de Vacunas Albert B. Sabin, y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC), en la ciudad de Ciudad de México, D.F., el 12 y 13 de mayo próximo. Durante la conferencia se analizará el impacto del cáncer de cuello uterino en Latinoamérica y el Caribe.

"Este nuevo análisis de 15 años de investigación sobre el VPH en Latinoamérica y el Caribe es la primera evaluación exhaustiva del impacto del VPH en esta zona del mundo. El análisis indica que el virus es más común de lo que se creía, y que, si no se interviene con fuerza, veremos un incremento sustancial del número de muertes de cáncer de cuello de útero", dijo Ciro de Quadros, del Instituto de Vacunas Albert B. Sabin. Este instituto encargó el estudio en colaboración con la OPS, CDC, la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, y el Institut Català de Oncologia de Barcelona. "En último término, este análisis debería convencer a las autoridades de sanidad de los países de la zona para que hagan de la lucha contra el cáncer de cuello de útero una prioridad nacional", añadió.

La reunión de dos días, en la que participarán expertos internacionales en sanidad y autoridades sanitarias de los países implicados, se centrará en la urgente necesidad de adoptar nuevos métodos de detección y tratamiento, así como nuevas vacunas preventivas, lo que evitará un incremento sustancial del número de muertes de cáncer de cuello uterino en las próximas décadas. Según los expertos que acudirán a la reunión, si las lesiones precancerosas causadas por el VPH se quedan sin detectar ni tratar, se estima que 70.000 mujeres jóvenes que hoy viven en Latinoamérica y el Caribe morirán en plena edad adulta en 2030, lo que afectará seriamente a sus familias y comunidades.

El estudio, que es el enfoque principal de la conferencia en México, D.F., contiene la evidencia más sólida hasta la fecha sobre la prevalencia y el impacto del VPH en Latinoamérica y el Caribe. Este estudio también evalúa las implicaciones económicas de la adopción de una vacuna contra el VPH, que a día de hoy es la inmunización infantil más cara del mundo. El estudio concluye que, en un periodo de diez años, la vacuna podría evitar medio millón de muertes en la región, pero podría suponer un coste significativo para los sistemas de salud de los países implicados.

El estudio indica que, en Latinoamérica y el Caribe, la prevalencia del VPH es de entre el 20 y el 30 por ciento en mujeres de 15 a 24 años, y del 20 por ciento entre hombres.

"Nuestro trabajo está basado en la evaluación de 15 años de estudios en Argentina, Barbados, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Surinam y Venezuela", dijo María Teresa Valenzuela, coautora del estudio y profesora de la Universidad de los Andes en Chile. "Este estudio nos proporciona información concreta, basada en datos de 33.000 mujeres aparentemente sanas, pero creemos que no representa adecuadamente el problema del VPH y sus efectos. Éste es un problema importante de salud pública, puesto que todos los casos de cáncer de cuello uterino son causados por el VPH".

Valenzuela añadió que el estudio pone en relieve las desigualdades existentes en el acceso a los servicios de salud que podrían evitar que una infección de VPH devenga en cáncer de cuello uterino.

Por ejemplo, el estudio estima que, cada año, de las 86.000 mujeres en las Américas a las que se les diagnostica cáncer de cuello uterino, 72.000 viven en Latinoamérica y el Caribe, y casi todas las muertes por esta enfermedad en el continente americano tienen lugar en Latinoamérica y el Caribe. Un estudio publicado por investigadores mexicanos en 2003, por ejemplo, reveló que, en México entre 1990 y 2000, el cáncer de cuello uterino mató en promedio a una mujer cada dos horas.

"El cáncer de cuello uterino está asociado con la pobreza. Sabemos que el 80 por ciento de las mujeres que mueren de cáncer de cuello uterino proviene de países pobres, donde no hay acceso a los servicios de detección y tratamiento de calidad que son necesarios para evitar que las lesiones precancerosas causadas por el VPH devengan en cáncer de cuello uterino. Éste es el caso en la mayoría de los países de Latinoamérica y el Caribe," dijo Jon Andrus, asesor técnico de la unidad de inmunización de la OPS. "La gran tragedia es que el cáncer de cuello uterino es prevenible si mejoramos el acceso a detección y tratamiento y fomentamos la introducción de vacunas contra el VPH cuando sean asequibles. Si actuamos ahora, juntos, podremos mejorar esta situación".

Las dos vacunas contra el VPH disponibles en la actualidad son prácticamente 100 por ciento efectivas para evitar el contagio de las dos cepas del VPH que causan la mayoría de los casos de cáncer de cuello de útero. Sin embargo, no son vacunas terapéuticas, puesto que no se pueden usar para tratar infecciones ya existentes y por lo tanto no remplazan los programas de detección y tratamiento.

El análisis del VPH y del cáncer de cuello uterino que se evalúa en México incluye nuevos datos sobre los efectos potenciales de la vacunación contra el VPH en seis países: Argentina, Perú, Chile, Mexico, Brazil y Colombia. El estudio revela que, si la vacuna fuese administrada al 70 por ciento de cada grupo o "cohorte de nacimiento" de niñas de 12 años a lo largo de 10 años seguidos, la inmunización contra el VPH evitaría que medio millón de las niñas vacunadas murieran de cáncer de cuello uterino en edades adultas.

Cuando las vacunas sean asequibles, el estudio también indica que la adopción a gran escala de la vacunación contra el VPH reforzará los esfuerzos de los países para mejorar los programas de detección del cáncer de cuello uterino. Los expertos en la enfermedad apuntan que las vacunas son tan efectivas que cada mujer sólo tendría que ser examinada dos o tres veces en su vida. Estos plazos para las vacunas son mucho más favorables que los de la citología vaginal (prueba de Papanicolau), que se recomienda se realicen cada dos o tres años en las mujeres que no han sido vacunadas.

"Si no fuera necesario realizar tantos exámenes para detectar la enfermedad, esto permitiría que los gobiernos centraran sus esfuerzos en mejorar la calidad de los exámenes y en los programas de seguimiento y tratamiento," dijo Silvana Luciani, gerente de proyectos de la Unidad de Enfermedades no Transmisibles de la OPS.

Sin embargo, el costo es un factor clave para poder hacer llegar las vacunas contra el VPH a los países de Latinoamérica y el Caribe (y a otros países en vías de desarrollo), dados los problemas de financiación para gastos de salud que tienen estos países.

Por ejemplo, el estudio indica que el precio de la vacuna contra el VPH que se usa hoy en EE.UU. (360 dólares para el régimen necesario de tres dosis, lo que la convierte en la vacuna infantil más cara del mundo) tendría que bajar considerablemente para que los países de Latinoamérica y el Caribe se la pudiesen permitir. Al precio actual de 360 dólares, el coste de la vacunación contra el VPH durante sólo cinco años (cinco cohortes distintas de nacimiento de niñas de 12 años) alcanzaría los 4.700 millones de dólares en los seis países estudiados. Incluso si el precio descendiese hasta los 50 dólares, o a 25, los costes seguirían siendo elevados: 621 millones de dólares y 290 millones de dólares, respectivamente.

"Hemos detectado escenarios en las que, desde un punto de vista económico, tiene sentido adoptar una vacuna a gran escala contra el VPH. Pero hay que añadir que, incluso a un precio reducido, la vacuna tendrá un costo significativo para los sistemas nacionales de sanidad", dijo Cuauhtémoc Ruiz Matus, responsable de la Unidad de Inmunización de la OPS.

El doctor Ruiz añadió que hay que abordar el problema de los precios de las vacunas, pero que la prioridad a corto plazo debería ser analizar cuidadosamente la carga de la enfermedad en Latinoamérica y el Caribe, para reunir la información científica más completa que apoye la creación de un esfuerzo a varios niveles para luchar contra el cáncer de cuello de útero. Este esfuerzo debería incluir las vacunas, pero también mejoras en los programas de detección, que deben proporcionar cobertura para las mujeres con más riesgo de contraer la enfermedad, y mejoras en los servicios de tratamiento, que deben llegar a toda la población. Por ejemplo, los expertos que se reunirán en México, discutirán sobre la efectividad de una alternativa más sencilla y barata a la prueba de Papanicolau que también detecta de forma temprana la presencia de lesiones precancerosas. Asimismo, tratarán los posibles usos de una prueba genética nueva y altamente efectiva para detectar el VPH.

"Como hemos visto con el reciente éxito de las vacunas contra el Rotavirus y el bacilo Haemophilus influenza tipo B, e incluso con la más antigua campaña contra la rubéola, cuando los líderes regionales comprenden la naturaleza del problema y la efectividad de los remedios disponibles, proporcionan la voluntad política necesaria para actuar con valentía y precisión, ayudando a salvar miles de vidas," dijo el Dr. Andrus.


La Organización Panamericana de la Salud, creada en 1902, es la organización de salud pública más antigua del mundo. Es la oficina regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud y trabaja con los países para mejorar la salud y elevar la calidad de vida de sus habitantes.

El Instituto de Vacunas Albert B. Sabin es una entidad pública sin ánimo de lucro dedicada a salvar vidas mediante la estimulación del desarrollo y distribución de vacunas en todo el mundo. El Instituto tiene el compromiso de continuar el trabajo del doctor Albert Sabin, el creador de la vacuna oral de virus vivos atenuados contra la poliomielitis, que previó el gran potencial de las vacunas para prevenir enfermedades letales.