Los pacientes con COVID-19 grave necesitan rehabilitación para tratar las consecuencias del uso de respiradores y de períodos prolongados de inmovilización y reposo en cama. Entre ellas cabe destacar el deterioro de la función pulmonar, el desacondicionamiento físico y la debilidad muscular, los cuadros confusionales y otras deficiencias cognitivas, la disfagia y las dificultades para comunicarse, los trastornos de salud mental y la necesidad de apoyo psicosocial. Asimismo, la necesidad de rehabilitación podría ser aún mayor en presencia de enfermedades preexistentes y de deterioro de la salud debido al envejecimiento.
Los profesionales de la rehabilitación desempeñan un papel importante al facilitar el alta temprana, que es especialmente relevante en un contexto de escasez de camas de hospital. Las personas con COVID-19 grave necesitan rehabilitación durante las fases aguda y subaguda y de recuperación a más largo plazo. Por lo tanto, se deberían asignar profesionales de la rehabilitación a las UCI, las salas de hospital, los establecimientos de transición y la comunidad. Especialmente en la fase aguda, las intervenciones de rehabilitación para pacientes con COVID-19 grave que necesitan usar respirador requieren un conjunto de conocimientos especializados.