Ginebra, Suiza, 22 de mayo de 2019 (OPS/OMS)-En un evento paralelo a la 72ªAsamblea Mundial de la Salud, que se desarrolla hasta el 28 de mayo en Ginebra, los ministros de Salud de Colombia, Ecuador, Perú y Panamá reconocieron el reto que significa el fenómeno migratorio para sus sistemas de salud, y destacaron su compromiso con una respuesta humana y solidaria para con los migrantes. 

Juan Pablo Uribe, ministro de Salud de Colombia, agradeció el trabajo y el compromiso de Ecuador, Perú y Panamá para abordar y dar una respuesta regional a la migración. Uribe indicó que su país recibió más de 1,3 millones de migrantes en 18 meses, lo que consideró un reto en términos epidemiológicos, fiscales y de sostenibilidad de la cobertura universal. En ese sentido, contó que han brindado 2,1 millones de atenciones ambulatorias y de urgencias a población migrante. 

“Creemos que todo reto es una oportunidad y esperamos que este así lo sea, que nos permita mayor desarrollo institucional, aprendizaje e incorporación de mejores prácticas que mejoren el desempeño del sistema y lo hagan más resiliente, así como que nos permita una mayor integración regional y global”, sostuvo. Uribe destacó también el compromiso de su país con una “respuesta humana y solidaria”, así como su política de fronteras abiertas.

La ministra de Salud de Ecuador, Verónica Espinosa, también reconoció el desafío que implica el flujo no planificado de población. Dijo que un millón de personas pasaron por su país y miles permanecen. Indicó que el promedio de atenciones a migrantes se ha duplicado, pero pidió mirar el rostro humano detrás de esas atenciones.  

“La salud es un derecho humano y un principio irrenunciable e inalienable”, afirmó y remarcó “que por ninguna circunstancia se puede privar ese derecho y no puede ser condicionado a la condición migratoria”. 

Espinosa subrayó que la protección de un derecho humano no tiene territorialidad. “Garantizar el derecho a la salud a los migrantes no es más que coherente con nuestro marco legal. La salud para nosotros no es una mercancía es un derecho de las personas”, agregó.

Los ministros coincidieron en afirmar que la vacunación y la atención en zonas fronterizas ha sido una prioridad, y consideraron que la cooperación bilateral y multilateral tienen que convertirse en un catalizar estratégico para asegurar cobertura universal en el contexto de la migración.

“El Perú ha recibido más de 760 mil migrantes”, describió Zulema Tomás Gonzales, ministra de Salud de Perú, quien agregó que su país tiene una política de puertas abiertas y que ha puesto el énfasis en la protección a todo niño menor de 5 años, madres gestantes, pacientes con tuberculosis y VIH. Tomás Gonzales destacó la necesidad de apoyo de organizaciones internacionales y financieras a los países que están recibiendo migrantes, ante lo que consideró “una responsabilidad compartida”. 

Por su parte, el ministro de Salud de Panamá, Miguel Mayo, sostuvo que los migrantes merecen un “trato humano y sentirse como en su casa en cada uno de nuestros países”. Asimismo, manifestó que “urge fortalecer el trabajo regional para no duplicar servicios y optimizar recursos”. 

La sesión paralela Cobertura sanitaria universal y migraciones: no dejar a nadie atrás, en la que también intervinieron representantes de Portugal y Turquía, y directora general adjunta de la OMS, Zsuzsanna Jakab, fue organizada por las delegaciones de Colombia, Ecuador, Luxemburgo, México, Panamá́, Perú́, Portugal, Sudan y Turquía.