Leishmaniasis

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La leishmaniasis continúa siendo un importante problema de salud en 4 regiones ecoepidemiológicas del mundo: las Américas, África Oriental, África del Norte y Asia Occidental y Sudoriental.

En las Américas, las leishmaniasis son enfermedades zoonóticas y de transmisión vectorial con complejo ciclo de transmisión donde si involucra gran diversidad de parásitos, reservorios y vectores. Son causadas por diferentes especies de protozoos del género Leishmania y se transmiten a los animales y humanos a través de la picadura de insectos de la familia Psychodidae. Su presencia está directamente vinculada a la pobreza, pero otros factores sociales, además de los ambientales y climáticos, influyen directamente en su epidemiología.

En la Región, han sido identificadas 15 de las 22 especies de Leishmania patógenas para el hombre y cerca de 54 especies diferentes de vectores están potencialmente involucradas en la transmisión. El parásito se transmite mediante la picadura de insectos flebótomos hembras de la subfamilia Phlebotominae conocidos popularmente como "chiclera, asa branca, palomilla, mosquito palha, y torito", entre otros. Este insecto es activo por la noche cuando inocula el parásito al ser humano y animales, a través de su picadura.

La enfermedad ocurre presentando distintas manifestaciones clínicas, clasificadas en tres formas: cutánea, mucosa/mucocutánea y visceral. La leishmaniasis visceral se caracteriza por episodios irregulares de fiebre, pérdida de peso, hepatoesplenomegalia, anemia y si no son tratados puede causar la muerte en más del 90% de los casos. La leishmaniasis mucosa/mucocutánea, si no es tratada de forma temprana puede conducir a la destrucción parcial o completa de las membranas mucosas de la nariz y la boca que pueden causar discapacidad grave, mientras que la leishmaniasis cutánea es la forma más frecuente de esta infección, y produce en su mayoría lesiones ulcerosas que dejan cicatrices por toda la vida.

Saber más sobre:

Leishmaniasis cutánea y mucosa  
Leishmaniasis visceral 

Datos clave
  • A nivel mundial, la leishmaniasis se encuentra entre las diez principales enfermedades tropicales desatendidas con más de 12 millones de personas infectadas.
  • 99 países son endémicos para leishmaniasis, siendo 89 para CL, 80 endémicos para LV y 71 endémicos para las dos formas clínicas: LC y LV. 
  • De los 9 países que reportan 85% de los casos de LC, 3 están en las Américas: Brasil, Colombia y Perú. 
  • Cuatro países concentran el 68% de casos de leishmaniasis visceral a nivel global: India, Sudan, Brasil y Kenia.
  • La co-infección Leishmania-VIH es reportada por 42 países y ésta intensifica la carga de las leishmaniasis debido a la mayor dificultad en el manejo clínico y el tratamiento.
  • En la Región de las Américas los casos de leishmaniasis cutánea se han registrado des del sur de los Estados Unidos hasta el norte de Argentina, con la excepción de las islas del Caribe y Chile. las leishmaniasis cutánea y visceral están presente en 21 países y es endémica para LC en 19 países y en 13 países para LV.
  • En el período 2001-2021 fueron reportados a la OPS, un total de 1 105 545 casos de leishmaniasis cutánea (LC) y mucosa (LM) con un promedio de 52 645 por año. En eso mismo período se registró un total de 69 665 casos nuevos de leishmaniasis visceral (LV), con un promedio anual de 2 488 casos y una  letalidad de cerca de 8%, considerada la más elevada cuando es comparada con otros continentes. 
  • Las herramientas de prevención y control disponibles son limitadas, por lo que las personas expuestas deben tomar medidas para reducir el contacto con el vector. Además, las autoridades de salud deben implementar las acciones de vigilancia y cuando sea necesario realizar las intervenciones en salud pública, teniendo en cuenta la estratificación de riesgo estandarizada para la LC cuanto para LV. El diagnóstico temprano y tratamiento adecuado son fundamentales para evitar las complicaciones causadas por la forma cutánea, mucosa y para reducir la letalidad por LV.
  • El diagnóstico de la enfermedad es esencial para establecer un tratamiento específico y para limitar el progreso de la enfermedad, aliviar los signos y síntomas, y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Si no se tratan, las formas mucosa y cutánea difusa pueden conducir a la deformidad y la desfiguración, y la forma visceral puede ocasionar la muerte en más del 90% de los casos no tratados.
Hoja informativa

Respuesta de la OPS
  • La OPS/OMS provee cooperación técnica a las autoridades nacionales de salud incluyendo la capacitación en vigilancia, prevención, diagnóstico, tratamiento y control de la enfermedad a nivel clínico, epidemiológico, entomológico y de laboratorio, incluyendo la producción de directrices de manejo clínico de pacientes, de vigilancia epidemiológica y de divulgación del conocimiento. La Organización también colabora con los países endémicos en la compra de medicamentos a través del Fondo Estratégico y otros insumos necesarios para el desarrollo de las acciones de prevención y control de la enfermedad.
  • La OPS/OMS implementa el Plan de Acción de Leishmaniasis en las Américas mediante el cual se busca consolidar las acciones para el alcance de las metas de la Iniciativa de eliminación de enfermedades transmisibles de la OPS, así como, de la Hoja de Ruta de las enfermedades tropicales desatendidas de la OMS.