Prevalencia de síntomas persistentes tras la COVID-19 en una cohorte en Suriname

Krishnadath et al.

Objetivos

Determinar la prevalencia de síntomas persistentes tras la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) en una cohorte en Suriname, y evaluar los factores asociados a la COVID-19 de larga duración.

Métodos

Se seleccionó una muestra de personas mayores de 18 años que habían sido registradas tres a cuatro meses antes en una base de datos nacional debido a un resultado positivo en una prueba de COVID-19. Se les realizaron preguntas sobre sus características socioeconómicas, estado de salud y modo de vida previos a la COVID-19 y sobre sus síntomas durante y después de esta enfermedad. A un subconjunto de participantes se les realizó un examen físico para determinar su índice de masa corporal, perímetro abdominal, parámetros cardiovasculares, función pulmonar y estado funcional.

Resultados

Se entrevistó a 106 participantes (media de edad: 49 años [desviación estándar: 15 años]; 62,3% mujeres); de los cuales a 32 se les realizó una exploración física. La mayor parte de los participantes tenían ascendencia indostana (22,6%). En términos generales, el 37,7% de los participantes eran sedentarios, el 26,4% tenían hipertensión o diabetes mellitus y al 13,2% les habían diagnosticado previamente una cardiopatía. La mayor parte (56,6%) habían presentado síntomas leves de COVID-19 y el 14,2% síntomas graves. Una proporción elevada (39,6%) había manifestado al menos un síntoma persistente tras recuperarse de un cuadro crítico de COVID-19; esto se daba con mayor frecuencia en las mujeres (47,0% de las mujeres
frente a 27,5% de los hombres). Los síntomas más frecuentes fueron fatiga y alopecia, seguidos por disnea y alteraciones del sueño. Se observaron diferencias entre los grupos étnicos. De acuerdo con los resultados del examen físico, el 45,0% del subgrupo era obeso y el 67,7% tenía un perímetro abdominal muy elevado.

Conclusiones

Aproximadamente el 40% de la cohorte presentaba al menos un síntoma persistente tres o cuatro meses tras haber tenido COVID-19, con diferencias en función del sexo y el grupo étnico.

Idioma del artículo
Inglés
Investigación original