Envejecimiento saludable en la Región de las Américas*

Da Silva Jr. et al.

[extracto] Tan solo en los últimos 50 años, la esperanza de vida ha aumentado en más de 20 años. Este aumento significativo de la longevidad se debe en parte a los avances de la medicina, las intervenciones de salud pública, la biotecnología y el desarrollo social y económico, que han permitido a las personas vivir más que en cualquier otro momento de la historia (1).
En América Latina y el Caribe, la proporción de personas de 60 o más años de edad aumentará incluso en 18% durante el próximo decenio y para el 2050 se ubicará entre 25% y 30% de la población. Esta transición ocurrirá en 35 años, que es tan solo la mitad del tiempo que requirió en Estados Unidos y Canadá (2). Debido a esta acelerada transición demográfica, la denominada “ventana de oportunidad demográfica”, que es el tiempo disponible para prepararse para la transición demográfica, se está reduciendo rápidamente en la Región de las Américas. Aunque cada vez se entiende más que es urgente dar prioridad al tema del envejecimiento, deberán realizarse mayores esfuerzos para abordar este cambio demográfico inminente. Son necesarias acciones e intervenciones específicas con objeto de asegurar que la longevidad y el envejecimiento sean resultados positivos del desarrollo sostenible en la Región (3). Los cambios demográficos, junto con las transiciones epidemiológicas y otros retos como la migración y el cambio climático, exigen a los países la creación de mecanismos innovadores para abordar estas nuevas realidades en todos los sectores (4).
A pesar de la predictibilidad de envejecimiento de la población, el mundo dista mucho de estar preparado para abordar esta transición demográfica. La pandemia de COVID-19 ha arrojado luz sobre muchas brechas existentes en lo que hacemos y en la manera en que pensamos acerca del envejecimiento y las personas mayores. La pandemia ha puesto de manifiesto la forma generalizada en la que se presenta el edadismo —estereotipos, prejuicios y discriminación a causa de la edad— en la sociedad, en particular en los sistemas de salud y las organizaciones que prestan servicios de salud. Muchas decisiones relativas a la atención de salud, el uso de recursos de los sistemas de salud y las medidas destinadas a contener la propagación del virus, como los debates sobre el aislamiento vertical, se han basado exclusivamente en la edad cronológica (5).[...]

Idioma del artículo
Español
Editorial