Para Anessa Philip Myers, enfermera de distrito responsable de la vacunación en el centro de salud de Río Claro, los nuevos refrigeradores han sido cruciales para garantizar un mejor acceso a las vacunas en zonas remotas, sobre todo porque a muchos pacientes les resulta difícil acudir al centro, requiriendo visitas a domicilio. Garantizar un suministro inmediato de vacunas en el centro de salud local es clave para llevar a cabo las visitas a las casas, que son difíciles de organizar si dependen de vacunas que deben transportarse desde un centro de suministro regional.
La instalación, que contó con el apoyo de la OPS/OMS, así como la formación sobre el uso de los refrigeradores, fue "bastante fácil", dijo Myers. "Y ahora no tenemos que preocuparnos de que la temperatura baje de dos o suba de ocho grados. Te sientes tranquila sabiendo que tienes un refrigerador fiable y seguro".
Ahora, incluso cuando ha habido un corte de electricidad, "cuando un paciente visita el centro de salud, sabe que habrá una vacuna disponible".
"El refrigerador solar ha revolucionado nuestro programa de inmunización en estas zonas de Trinidad", añadió la enfermera Sookchand.
Los sistemas de refrigeración alimentados por energía solar, que tienen una garantía de 10 años, son una parte crucial para garantizar la continuidad de los esfuerzos de inmunización de rutina en entornos remotos y zonas más vulnerables a los desastres naturales.
Además de Trinidad y Tobago, diez países caribeños se han beneficiado de la iniciativa, entre ellos Antigua y Barbuda, Bahamas, Dominica, Granada, Guyana, Montserrat, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas y Surinam. A través de sus Fondos Rotatorios, la OPS coordinó la adquisición, instalación, formación y entrega de un total de 150 unidades en 75 centros de salud.
"Como padres, queremos asegurarnos de que nuestros hijos reciben todo lo que pueden para estar sanos y fuertes", añadió Claudia.
"Las vacunas te protegen y eso es lo importante".