Mirta Nordet y su nieto adolescente, Damián, se divierten mucho juntos. Cuando la abuela, de 69 años, se ofreció a enseñarle a bailar salsa, Damián aceptó enseguida. "Quiero que mis nietos aprendan cuanto sea posible acerca de la cultura y las tradiciones de mi país, Cuba", declara la oftalmóloga jubilada, quien sale a bailar varias veces al mes. "La salsa es una especie de liberación para mí. Me da energía y dejo de cavilar", afirma con gran entusiasmo. A pesar de algunos problemas de la columna vertebral, Mirta espera seguir bailando por mucho tiempo.