Informe Anual de la Directora - 2011
La salud y los Objetivos de Desarrollo del Milenio: del compromiso a la acción
 

Capítulo 2: De las metas a los resultados

Objetivo de Desarrollo del Milenio 1: Erradicar la pobreza y el hambre

Según se indica en el capítulo 1, más de la mitad de los países y territorios de América Latina y el Caribe parecen estar bien encaminados a nivel nacional para cumplir las metas oficiales de los ODM relacionadas con la erradicación del hambre. Sin embargo, el progreso varía entre los países y dentro de ellos. Por otro lado, la desnutrición aguda ha reaparecido como problema de salud en varios países, y se han logrado apenas reducciones leves en las carencias de micronutrientes.

Desde el 2006, la OPS/OMS ha prestado cooperación técnica en esta esfera en el marco de la Estrategia y plan de acción regionales sobre la nutrición en la salud y el desarrollo, 2006-2015 (resolución CD47.R8, 2006), la Estrategia mundial para la alimentación del lactante y del niño pequeño (OMS/UNICEF, 2003) y el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna (OMS, 1981). En el 2010, el 50.o Consejo Directivo de la OPS aprobó la Estrategia y plan de acción para la reducción de la desnutrición crónica (resolución CD50.R11), con la intención de fortalecer las actividades propuestas en la estrategia regional del 2006 mediante un enfoque integrado e intersectorial que aborde los factores sociales determinantes de la desnutrición crónica e incorpore intervenciones de eficacia comprobada a la atención primaria de salud. La OPS/OMS promovió esta nueva estrategia a lo largo del 2010-2011 y brindó apoyo para su ejecución en nueve Estados Miembros: Belice, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana.

Uno de los elementos claves para la ejecución de la nueva estrategia es la Alianza Panamericana por la Nutrición y el Desarrollo (APND). Establecida en el 2008 por el Grupo de Directores Regionales de las Naciones Unidas (GNUD-América Latina y el Caribe), la APND facilita la cooperación interinstitucional y promueve intervenciones interprogramáticas y multisectoriales basadas en datos probatorios, para abordar las causas múltiples de la malnutrición.

Cooperación técnica en materia de nutrición en Bolivia y El Salvador


La OPS/OMS apoyó dos iniciativas importantes en temas de nutrición en el 2010-2011, las cuales representan un buen ejemplo del abordaje multisectorial e interinstitucional promovido por la APND. Ambas iniciativas fueron financiadas por el Fondo para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (España) y contribuyeron al avance tanto del ODM 1 como del ODM 4.

La primera iniciativa, que se lleva a cabo en Bolivia, es un programa de tres años (2010-2012) que incluye nueve ministerios, 22 ayuntamientos y seis organismos de las Naciones Unidas, entre ellos la OPS/OMS. Procura crear capacidad local en materia de seguridad alimentaria y nutricional en los departamentos de Cochabamba y Chuquisaca y refuerza el programa multisectorial del país, Desnutrición Cero. Los beneficiarios son unas 321.000 familias que viven en 360 comunidades.

El programa colabora con organizaciones comunitarias, grupos de mujeres, estudiantes y maestros, auxiliares voluntarios de salud, personal sanitario y autoridades locales, en la ejecución de intervenciones centradas en la educación sanitaria para las embarazadas, promoción de la alimentación complementaria para los lactantes y atención integrada de las enfermedades de la niñez para niños menores de 5 años (estrategia AIEPI). También comprende medidas para aumentar la autosuficiencia alimentaria y mejorar el suministro de agua y el saneamiento.

Desde su lanzamiento en el 2010, el programa ha capacitado a casi 1.000 mujeres líderes en las mejores prácticas para la salud, la nutrición y la inocuidad de los alimentos y a unos 730 agentes comunitarios de salud en las 10 prácticas clave de la estrategia AIEPI familiar y comunitaria relacionadas con la nutrición. Los agentes comunitarios de salud imparten educación sobre salud y nutrición a unas 11.000 familias; también se ocupan de vigilar su salud y su estado nutricional y remiten a los que necesiten atención a los establecimientos de salud adecuados.

El programa también ha capacitado a 600 maestros de la escuela primaria en temas de salud y nutrición y comprende un componente sobre “escuelas saludables” que moviliza a estudiantes y maestros para que promuevan el consumo de agua potable en las escuelas. Estas actividades, unidas a la vigilancia del suministro de agua por las unidades departamentales de saneamiento ambiental, tienen como finalidad reducir la incidencia de las enfermedades diarreicas.

La segunda iniciativa, que está en marcha en El Salvador, brinda apoyo a la ejecución de una nueva política nacional sobre alimentos y seguridad nutricional que comprende la introducción del Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (CONASAN). En el 2010-2011, la OPS/OMS colaboró con el programa a nivel nacional en la actualización de los datos sobre la situación alimentaria y nutricional en El Salvador y prestó cooperación técnica para la fortificación de los alimentos con micronutrientes (vitamina A, hierro, ácido fólico y complejo B).

Además, la Organización apoyó al Foro Regional Permanente de Oriente de Seguridad Alimentaria y Nutricional (FOROSAN), cuyos miembros comprenden el Centro de Apoyo de Lactancia Materna (CALMA), el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria (CENTA), la Universidad del Oriente (UNIVO), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Fundación INTERVIDA.

A nivel municipal, se ha dado apoyo a las mesas de planificación interinstitucional presididas por alcaldes e integradas por representantes del ministerio de salud, de escuelas locales, ONG e iglesias. Para facilitar la planificación y el análisis conjuntos por las mesas, la OPS/OMS participó en la elaboración de un estudio de comparación acerca de la prevalencia de la desnutrición general, crónica y aguda, y de la anemia en niños y niñas menores de 5 años de edad, en los tres municipios.

La OPS/OMS también ayudó a capacitar y a dotar de insumos a 14 nuevos equipos comunitarios de salud familiar, que se ocupan cada uno de la vigilancia de la salud de unas 600 familias y de prestarles servicios de atención primaria; otros tres equipos están a cargo de la atención más especializada en pediatría, ginecología, psicología y cirugía.

El CONASAN coordina estas actividades que están respaldadas por varios organismos de El Salvador, como los ministerios de salud, educación y agricultura; la Secretaría de Inclusión Social, la Secretaría Técnica de la Presidencia, UNIVO y otras organizaciones de las Naciones Unidas, entre ellos el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).


Con la finalidad de promover en otros países de la Región el enfoque preconizado por la APND, la OPS/OMS organizó reuniones con autoridades gubernamentales del sector de la salud y de otros sectores, con organizaciones de la sociedad civil y varias organizaciones no gubernamentales (ONG) que trabajan en países como Argentina, Bolivia, Guatemala, Panamá, Paraguay y Perú.

La OPS participó también en otras iniciativas sobre los alimentos y la seguridad nutricional y la desnutrición en niños. Entre estas se cuentan la fortificación de los alimentos y la administración de suplementos en 11 países (Belice, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú y República Dominicana), la creación de una base de datos nacional acerca de los niños que sufrían de desnutrición aguda en Guatemala y una encuesta nacional de las poblaciones destinatarias en Nicaragua.

El Instituto de Alimentación y Nutrición del Caribe (CFNI) preparó y promovió un nuevo protocolo regional para la detección, la prevención y el tratamiento de la anemia en las clínicas de salud materna e infantil en el Caribe. En él se tienen en cuenta la alta prevalencia de la anemia en algunos países de la subregión, así como los programas en curso, la investigación reciente, además de las recomendaciones internacionales sobre la anemia en embarazadas y niños pequeños, en el entorno clínico de la salud materna e infantil. El protocolo subraya la importancia del tamizaje, la administración de suplementos y el consumo de alimentos ricos en hierro y fortificados, así como las medidas pertinentes de salud pública, como el control de los parásitos maláricos y de otro tipo. Abarca procedimientos para el diagnóstico y la evaluación, la detección, la prevención y el tratamiento de la anemia en diversas etapas de la vida, en especial en los períodos de vulnerabilidad como el embarazo, el posparto, el primer año de vida, y la primera infancia.

En Cuba, la OPS asignó particular importancia al fortalecimiento de la vigilancia, prevención y atención de las embarazadas y los niños menores de 5 años que tienen anemia; por otro lado, participó en la elaboración del componente de vigilancia nutricional de la anemia para los observatorios de salud materna e infantil del país. En Bolivia, la Organización apoyó un programa para detectar y tratar la anemia en embarazadas, en recién nacidos amamantados, niños menores de 5 años y niños en edad escolar. También se prestó cooperación técnica para incorporar la prevención de la anemia en el programa de atención obstétrica gratuita en Haití.

Varias de las actividades emprendidas tenían la finalidad de impulsar el ODM 1 en el marco de la iniciativa Rostros, Voces y Lugares. En el medio rural del Brasil, por ejemplo, ayudó a revitalizar la Asociación de Productores de Olinda-Amparo y a ejecutar un programa para cultivar plantas medicinales. La iniciativa Rostros, Voces y Lugares también colaboró con el programa Salud en la Escuela por medio de evaluaciones nutricionales y orientación para niños y adolescentes de 20 escuelas.

En la región de El Chaco de Argentina, Bolivia y Paraguay, la iniciativa brindó apoyo a la capacitación para pequeños agricultores y productores pecuarios; organizó a las mujeres productoras de hortalizas, pan y artesanías; y promovió los huertos en las escuelas para mejorar la nutrición del niño.

En Cuba, el Instituto de Medicina Veterinaria y varias autoridades locales llevaron a la práctica una estrategia de “municipios productivos” destinada al mejoramiento de la seguridad alimentaria y nutricional. La estrategia, que se adoptó en forma experimental en cuatro distritos municipales, brinda apoyo a las familias que participan en la producción agropecuaria y comprende un nuevo modelo para prestar atención veterinaria.

Subvenciones pequeñas que impulsan el ODM 1 en el Caribe


El Instituto de Alimentación y Nutrición del Caribe (CFNI), el centro técnico de la OPS/OMS en Jamaica, ha establecido un programa de subvenciones pequeñas que impulsan la seguridad alimentaria y nutricional al reducir la pobreza en los miembros de grupos vulnerables. Reconoce los vínculos entre la pobreza, la nutrición y la salud y faculta a las personas de bajos ingresos para que, mediante actividades productivas, superen las condiciones que conducen a la pobreza y la perpetúan.

En el 2010, el programa otorgó subvenciones de US$ 10.000 a US$ 12.000 a seis grupos comunitarios en Saint Kitts y Nevis para patrocinar proyectos generadores de ingresos que benefician, en particular, a los antiguos trabajadores de la industria azucarera desplazados en el 2005, luego del cierre de dicha industria en el país. Entre los proyectos se encontraba una plantación de maní, de cerca de 36 hectáreas, criadores de gallinas y de conejos, una agroprocesadora pequeña y un fondo rotatorio para la compra de equipo nuevo para la pesca sostenible que reemplazaría equipo de pesca anticuado.

Además de otorgar las subvenciones, el programa imparte capacitación y presta asistencia técnica, facilita los arreglos de afiliación y los fondos de inversiones colectivas, y promueve tanto la formación de redes como el intercambio de información entre los beneficiarios.


Otras actividades de cooperación técnica relacionadas con la nutrición fueron las evaluaciones hechas por el CFNI de los programas escolares de alimentación en Jamaica, San Vicente y las Granadinas, y Trinidad y Tabago, y la asistencia técnica para elaborar y publicar manuales de servicios de alimentos y menús cíclicos para las escuelas. Además, la Organización participó en la promoción de la lactancia materna, de los “hospitales amigos del lactante” y de los nuevos patrones de crecimiento infantil de la OMS, actividades que se describen con más detalle en el ODM 4, que figura más adelante.

ODM 3. Promover la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer

El género sigue siendo un factor social determinante clave en la Región de las Américas, no solo de desigualdad socioeconómica sino también del estado de salud y sus perspectivas. El trabajo de la OPS/OMS en esta esfera tiene por objeto acrecentar la igualdad de género en materia de salud como un asunto de justicia social, pero también aborda las diferencias entre las necesidades y los riesgos en materia de salud de hombres y mujeres, niños y niñas a objeto de mejorar la cobertura, la eficacia, la eficiencia y la repercusión de las intervenciones de salud.

El marco para la cooperación técnica en este ámbito está formado por la Política de igualdad de género (2005), adoptada por el Consejo Directivo de la OPS mediante la resolución CD46.R16 (2005), y el Plan de acción para la ejecución de la política en materia de igualdad de género (documento CD49.13) (2009). Estos documentos orientan la cooperación técnica de la OPS/OMS en sus Estados Miembros, así como la gestión de sus propios recursos humanos, la planificación estratégica, el seguimiento y la evaluación.

La Organización brindó apoyo a la formulación y la puesta en práctica de planes de igualdad de género en Bolivia, Guatemala, Nicaragua, Paraguay y Suriname. Se firmaron cartas de acuerdo con el Consejo de Ministras de la Mujer de Centroamérica (COMMCA) y el Consejo de los Ministros de Salud de Centroamérica (COMISCA) para incorporar el género en el Sistema de Integración Centroamericana (SICA).

En la zona andina, un proceso participativo para definir los indicadores clave en materia de género y salud culminó en una propuesta para incluirlos como parte de los indicadores sociales utilizados en la Comunidad Andina.

En Nicaragua, la Organización colaboró con el diseño y la ejecución inicial de un proyecto acerca del género y las enfermedades crónicas que aborda las barreras legales y sociales a la participación de las niñas en los deportes y la actividad física, a fin de mejorar su bienestar y disminuir los riesgos de obesidad y enfermedad crónica.

En otro proyecto de cooperación técnica en esta esfera, se aplicaron las directrices de género e igualdad para examinar una propuesta presentada al Fondo Mundial por la RedTransSex, una red sudamericana de profesionales del sexo; también se preparó una propuesta y una guía para entrevistas a fin de estudiar aspectos relacionados con el género de la tuberculosis multirresistente en Perú.

La Organización colaboró con varias publicaciones sobre la materia que se lanzaron en el 2010-2011, entre ellas Perfil de género y salud de la subregión andina-2010, Perfil de género y salud de la República de Panamá, La salud de las mujeres y los hombres en Centroamérica y la República Dominicana y un folleto estadístico sobre género, salud y desarrollo en Costa Rica. Además, la Organización publicó un nuevo curso virtual de género y salud en el que se hace hincapié en los derechos humanos y la diversidad cultural, y que puede consultarse en el Campus Virtual de Salud Pública.

En marzo del 2011, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, la OPS/OMS entregó los premios a los ganadores del IV concurso anual “Buenas prácticas que incorporan la perspectiva de igualdad de género en materia de salud”, centradas en la prevención, la atención y el tratamiento de la infección por el VIH. Los ganadores de este año fueron una iniciativa argentina que promueve la salud sexual y reproductiva y la prevención de la infección por el VIH en adolescentes de zonas marginales, y una iniciativa de Trinidad y Tabago que ofrece orientación y tratamiento para parejas en las que solo uno de sus miembros es positivo a la infección por el VIH.

Como parte de su programa de Género, Diversidad y Derechos Humanos, la Organización también promovió la salud y los derechos humanos de los pueblos indígenas. Este trabajo comprendió el apoyo técnico al Plan Andino de Salud Intercultural de los pueblos indígenas y el Plan Andino de Salud Intercultural de personas de ascendencia africana, así como un proyecto de cooperación técnica entre Colombia y Brasil para promover la salud de los pueblos romaní.

En coordinación con el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía, de la CEPAL (CELADE) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP), la OPS/OMS colaboró con expertos en asuntos de los indígenas y los afrodescendientes de los ministerios de salud y la sociedad civil, a fin de elaborar una primera versión de una recomendación para que se incluya la identificación étnica y racial en las estadísticas sanitarias, sobre la base de experiencias en la Región de las Américas.

En mayo del 2011, la Organización presidió el Grupo de Apoyo Interinstitucional de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas en la 10.a sesión del Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas, que tuvo lugar en Nueva York, y colaboró en la organización de una actividad paralela sobre enfermedades no transmisibles en las comunidades indígenas.

Se publicó también un nuevo CD y una guía acerca de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y la Convención 169 de la OIT, para organizaciones de la sociedad civil, gobiernos, organismos de las Naciones Unidas y otros interesados directos.

ODM 4. Reducir la mortalidad de los niños menores de 5 años

Como se señaló en el capítulo 1, América Latina y el Caribe tienen la tasa de mortalidad infantil más baja de cualquier región en desarrollo, además de la tasa más acelerada de reducción en este indicador, desde 1990. Pero, si bien es cierto que la Región en su conjunto está bien encaminada para cumplir el ODM 4, el progreso ha sido desigual entre los países y dentro de ellos. La cooperación técnica en este ámbito se concentró en consolidar los avances que ya se habían alcanzado y en acelerar el progreso en los países y grupos de población que se están quedando a la zaga.

Gran parte del trabajo en esta esfera tiene como finalidad reducir la mortalidad neonatal, es decir, las defunciones en los 28 primeros días de vida, que actualmente representan cerca de 60% de la mortalidad de niños menores de 1 año en la Región. La Estrategia y plan de acción regionales sobre la salud del recién nacido en el contexto del proceso continuo de la atención de la madre, del recién nacido y del niño (documento CD48/7), aprobados en el 2008 por el 48.o Consejo Directivo de la OPS, abordan la atención en todo el ciclo de vida, es decir, adolescencia, preconcepción, embarazo, parto y niñez, no solo en los dispensarios y hospitales sino también en el hogar y la comunidad.

Un aspecto primordial de la estrategia es la atención prestada durante las horas críticas después del parto, cuando la supervivencia de un recién nacido depende en gran medida de personas capacitadas para atender tanto a la madre como al niño. El plan de acción subraya varias intervenciones bien conocidas y eficaces en función de los costos, entre ellas la estrategia AIEPI, además de las inversiones para fortalecer los sistemas de salud, asignando prioridad a la capacitación y la incorporación de profesionales de la salud, en especial, médicos, parteras y enfermeras.

Sobre la base de la estrategia regional, la cooperación técnica a los Estados Miembros procura formular y ejecutar planes de salud neonatal. En Brasil, Bolivia, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Perú y la República Dominicana, la Organización contribuyó a incorporar las normas y procedimientos para la atención de salud maternoinfantil en intervenciones neonatales basadas en datos probatorios. En Guyana, ayudó a impartir un curso sobre la “Atención esencial del recién nacido” y elaboró un programa de estudios de enfermería neonatal como parte del proyecto del hospital de atracción (magnet hospital).

Se adoptó un método recomendado por la OMS para la elaboración de perfiles neonatales y de salud del niño en seis países: Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana. Los perfiles utilizaron datos desglosados por zona geográfica (departamentos o provincias y municipios) para contar con un punto de comparación destinado a vigilar el avance de los ODM, y poder planificar y asignar prioridades a las actividades y las inversiones orientadas a la reducción de la mortalidad neonatal, de lactantes, de niños y materna, a los niveles subnacional y local.

Se elaboró un módulo regional de capacitación en materia de vigilancia, supervisión y evaluación de la salud neonatal en hospitales y otros establecimientos de salud; actualmente, seis países utilizan el instrumento para mejorar los servicios neonatales: Bolivia, Ecuador, Guatemala, Nicaragua, Panamá y República Dominicana

Mejoramiento de la calidad de los datos para los indicadores de los ODM


La OPS/OMS prestó cooperación técnica en el 2010-2011 para ayudar a los Estados Miembros a mejorar la calidad y lo oportuno de los datos que recaban para vigilar el progreso hacia el cumplimiento de los ODM.

Esta actividad ha asignado una importancia particular a la actualización de los datos de series temporales sobre la mortalidad materna e infantil dentro de los Indicadores Básicos regionales, que incluyen datos de los 48 países y territorios de las Américas. Hasta mediados del 2011, la mayoría de los países habían actualizado sus datos de la serie de tiempo para los indicadores de los ODM 4 y 5.

El CLAP/SMR ha utilizado estos datos para determinar cuáles son las mujeres y los niños vulnerables y para ejecutar intervenciones especiales para impulsar los ODM 4 y 5. A fin de darle una difusión más amplia a los datos, se creó un espacio virtual dentro del Observatorio Regional de Salud, donde los visitantes pueden formular sus comentarios acerca de los indicadores de los ODM e intercambiar métodos analíticos.

La Oficina de la Coordinación de Programas en el Caribe Oriental (ECC), situada en Barbados, patrocinó un taller en el que funcionarios de salud de Anguila, Antigua y Barbuda, Barbados, las Islas Vírgenes Británicas, Dominica, Granada, Montserrat, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas y Saint Kitts y Nevis examinaron sus propios datos de series temporales para los ODM 4, 5 y 6 y aprendieron cómo evaluar en forma crítica la calidad de la información sanitaria. Como resultado del taller, nueve países participantes —Anguila, Antigua y Barbuda, Barbados, Dominica, Granada, Montserrat, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, y Saint Kitts y Nevis— han llevado a cabo evaluaciones de sus sistemas de información sanitaria por medio de herramientas de la Red de Sanimetría (Red Métrica de Salud) y el método PRISM (Gestión del desempeño de los sistemas rutinarios de información).


A nivel regional, la Organización fortaleció la coordinación con otros organismos que trabajaban en la esfera de la salud del niño mediante reuniones mensuales de la Alianza de salud del recién nacido de América Latina y el Caribe, cuyos miembros también comprenden el UNICEF, la AID, Save the Children, Plan International, el Grupo CORE, la Asociación Latinoamericana de Pediatría (ALAPE), la Federación Panamericana de Profesionales de Enfermería (FEPPEN) y la Federación Latinoamericana de Sociedades de Obstetricia y Ginecología (FLASOG).

Con la finalidad de mejorar la coordinación de las iniciativas en pro de la salud del niño entre diferentes organismos internacionales, instituciones académicas y ONG que trabajan en el mismo país, la Organización ayudó a crear “alianzas nacionales interinstitucionales” por la salud del niño en seis países: Bolivia, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Perú y República Dominicana. Se ha previsto que para finales del 2011 se establezcan alianzas similares en otros seis países, a saber: Colombia, Ecuador, Guyana, Honduras, Panamá y Paraguay.

La alianza AIEPI en Guatemala


Guatemala es uno de los doce países donde se forjaron alianzas interinstitucionales para mejorar la salud y la supervivencia del niño. El marco para el trabajo de la alianza es la estrategia AIEPI. La Organización y otros miembros de la alianza —entre otros, el Ministerio de Salud Pública, el UNICEF, Save the Children, OIT, la AID y la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días— colaboraron con algunas actividades en el período 2010-2011 cuando se adoptó la estrategia AIEPI en el sistema de salud pública de Guatemala.

Los aportes de la OPS/OMS en esta esfera fueron: apoyo para la formulación de una estrategia y plan nacional sobre salud neonatal, capacitación para personal sanitario y gerentes, adquisición de equipo médico pediátrico y adaptación de las directrices y los manuales de la AIEPI al contexto guatemalteco. Estas últimas actividades comprendían intervenciones neonatales basadas en datos probatorios, vigilancia del desarrollo del niño en la primera infancia, protocolos para prevención y tratamiento del maltrato de menores y la AIEPI en los contextos de enfermería, nutrición, gripe pandémica y atención de la infección por el VIH.


Un aspecto importante de la cooperación técnica relacionada con la AIEPI ha sido la vigilancia del desarrollo del niño en la primera infancia como parte de la atención primaria de salud regular. La OPS/OMS creó un instrumento regional genérico que se está utilizando en ocho países: Argentina, Brasil, Chile, Guatemala, Nicaragua, Paraguay, Perú y República Dominicana.

La Organización también promovió la incorporación de la AIEPI en los programas de estudios de pediatría en las escuelas de medicina, y se hizo hincapié en los estudiantes que cursaban el último año de la carrera, ya que, por lo general, se les exige que trabajen por varios meses en comunidades rurales o vulnerables. Por lo menos nueve países estaban utilizando la AIEPI en la educación médica: Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Guatemala, Nicaragua, Perú, República Dominicana y Uruguay.

De igual manera, el contenido de la AIEPI se incorporó en los programas de estudios de enfermería en 10 países: Argentina, Chile, Cuba, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay.

Además, se difundieron herramientas de educación a distancia para permitirles a los países capacitar a una cantidad mayor de personal de salud en materia de intervenciones basadas en datos probatorios.

Las actividades emprendidas en la esfera de la nutrición también contribuyeron al mejoramiento de la salud del niño, en especial, la promoción de los Patrones de crecimiento infantil de la OMS y la introducción de la medición de la talla en varios países que hasta entonces no habían utilizado este indicador. Colombia, Ecuador, Haití, Honduras, Nicaragua y Suriname se encontraban entre los países cuyos sistemas de salud habían adoptado y aplicado las nuevas normas.

La promoción de la lactancia materna se preconizó como la intervención que por sí sola es la más eficaz para mejorar la supervivencia infantil. Este apoyo se extendió a los “hospitales amigos del lactante” —es decir, los hospitales que promueven métodos compatibles con la lactancia materna óptima— en Bolivia, Costa Rica, Ecuador, Honduras, Panamá, Paraguay y República Dominicana.

Además, la Organización brindó apoyo para el establecimiento y la promoción de los bancos de leche materna en varios países como Costa Rica, Cuba, Nicaragua y República Dominicana, además de Guatemala, país en el que se crearon nuevos bancos de leche humana en hospitales situados en zonas con tasas elevadas de desnutrición aguda. La OPS/OMS también participó en la vigilancia del Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna en Ecuador, Panamá y Perú, y publicó un documento relativo a la aplicación del Código en los últimos 30 años en los países latinoamericanos, que comprende un resumen de las medidas legislativas importantes que se han aprobado, así como la situación actual con respecto al Código en cada país.

Un aspecto esencial de la cooperación técnica en relación con el ODM 4 ha sido el trabajo de seguimiento y vigilancia de las enfermedades y de la mortalidad de niños. Entre los ejemplos se encuentran apoyo a la auditoría de la mortalidad infantil a nivel subnacional en Costa Rica, formación de capacidad para la vigilancia del cólera y otras enfermedades diarreicas en las Bahamas y un sistema para el seguimiento continuo de la salud de los niños en las guarderías, escuelas de preescolar y primarias en Montserrat.

Vacunación

La colaboración continua de la Organización con las actividades de vacunación en sus Estados Miembros es fundamental para lograr mejores resultados en la disminución de la mortalidad infantil. En el 2011, la Semana de Vacunación en las Américas celebró su noveno aniversario, con la participación de 43 países y territorios del continente americano y se llegó a 41 millones de niños y adultos con las vacunas contra las enfermedades comunes de la niñez, así como otras enfermedades infecciosas.

Haga clic aquí para obtener más información sobre la Semana de Vacunación en las Américas en la web

Como resultado de las iniciativas mundiales de extensión, en ese año se celebraron simultáneamente semanas paralelas de vacunación en otras cuatro regiones, además de las Américas: Europa, el Mediterráneo Oriental, África y el Pacífico Occidental, con un total de más de 180 países y territorios que participaron en las actividades programadas con motivo de la semana de vacunación. Para mediados del 2011, estaba en marcha la planificación de una semana mundial de vacunación propuesta para el 2012, que coincidiría con el 10.o aniversario de la Semana de Vacunación en las Américas.

Las actividades de vacunación recibieron un apoyo considerable por conducto del Fondo Rotatorio del Programa Ampliado de Inmunización para la Compra de Vacunas, la Iniciativa ProVac, y la capacitación impartida y la ayuda técnica prestada para todos los aspectos de la inmunización, desde las compras y el mantenimiento de la cadena de frío hasta la vigilancia y la determinación de las poblaciones destinatarias prioritarias.

En Colombia, por ejemplo, la Organización ha participado desde el 2002 en un examen de la cobertura de vacunación por cohortes y ha ayudado a calcular la acumulación de poblaciones vulnerables. Con base en ese examen, Colombia llevó a cabo una campaña de inmunización en el 2010 dirigida a todos los niños de 1 a 8 años —más de 6 millones de niños— con las vacunas antisarampionosa y antirrubeólica.

De la misma manera, las actividades en las Bahamas y en las Islas Turcas y Caicos comprendieron capacitación del personal de vacunación, asesoramiento técnico y orientación para los comités nacionales de vigilancia, además del apoyo logístico para la compra y el despacho de las vacunas.

El apoyo del Fondo Rotatorio del Programa Ampliado de Inmunización para la Compra de Vacunas fue fundamental para las iniciativas de vacunación emprendidas en los países. En el 2010 y la primera mitad del 2011, el Fondo hizo compras por US$ 723 millones en vacunas, jeringas e insumos para la cadena de frío en nombre de 40 países y territorios, a saber: Anguila, Antigua, Argentina, Aruba, Bahamas, Barbados, Belice, Bermudas, Bolivia, Brasil, Islas Caimán, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Curazao, Dominica, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Honduras, Islas Turcas y Caicos, Islas Vírgenes Británicas, Jamaica, Montserrat, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Saint Kitts y Nevis, Santa Lucía, San Maarten, San Vicente, Suriname, Trinidad y Tabago, Uruguay y Venezuela.

La Iniciativa ProVac, financiada por la Fundación Bill y Melinda Gates, siguió ayudando a los países a recabar y analizar datos probatorios para la toma de decisiones acerca de la introducción de las vacunas nuevas. ProVac llevó a cabo actividades en Argentina, Bolivia, Ecuador, Guatemala, Jamaica, Nicaragua y Paraguay. Entre esas actividades se encontraban la promoción de la toma de decisiones basada en datos probatorios para la introducción de las vacunas; la capacitación de equipos nacionales multidisciplinarios en materia de recopilación de datos y análisis económico, y orientación para planificar la introducción eficaz de las vacunas nuevas cuando las pruebas científicas la justificaban.

ProVac también apoyó las actividades de sus seis centros de Excelencia, que funcionan en instituciones académicas en Argentina, Brasil, Colombia y México. Su trabajo consistía en crear herramientas y métodos para ayudar a los países a que efectúen análisis económicos de nivel nacional, no solo para la introducción de las vacunas nuevas sino para la formulación de la política de inmunización más amplia.

La OPS/OMS siguió su estrecha colaboración con la Alianza GAVI, que aporta el financiamiento para las vacunas en países prioritarios. En el 2010-2011, la GAVI financió las vacunas antirrotavíricas para Bolivia, Guyana, Honduras y Nicaragua y las vacunas antineumocócicas para Guyana, Honduras y Nicaragua. Por su parte, la OPS/OMS impuso una moratoria de un año en el 2010 a la compra de la vacuna antineumocócica 10-valente (PCV10) para respaldar el Compromiso Anticipado de Mercado de la GAVI (AMC) para las vacunas antineumocócicas, que busca acelerar el acceso a estas vacunas por los países que forman parte de la alianza GAVI.

Como resultado de estas iniciativas, 13 países y territorios introdujeron nuevas vacunas para niños en sus programas de vacunación en el 2010-2011. La vacuna antirrotavírica se introdujo en Guatemala, Guyana y Paraguay, y la vacuna antineumocócica conjugada (PCV7) en Aruba, Brasil, Chile, Colombia, Curazao, Ecuador, El Salvador, Guyana, Honduras, Nicaragua y Panamá. Además, Perú introdujo la vacuna contra el papilomavirus humano (PVH), a principios del 2011.

Nuevo plan de vacunación en Haití


Se brindó apoyo sustancial al Ministerio de Salud Pública y Población de Haití para la elaboración de un nuevo plan destinado a vacunar, para el 2015, a por lo menos 90% de los menores de un año contra la mayoría de las enfermedades de la niñez prevalentes en el país. Este plan se elaboró para reestablecer y ampliar la vacunación regular en Haití, que fue interrumpida por el terremoto del 2010.

El plan procura aumentar la cobertura de vacunación de 60 a 90% de los niños menores de 1 año; mantener a Haití libre de la poliomielitis, el sarampión y la rubéola; eliminar el tétanos materno y neonatal para el 2015; introducir las vacunas antirrotavíricas y antineumocócicas nuevas y la vacuna pentavalente contra la difteria, la tos ferina, el tétanos, la hepatitis B y Haemophilus influenzae tipo b (Hib); y mejorar la vigilancia de la vacunación para la detección temprana de los brotes prevenibles mediante la vacunación.

En mayo del 2011, las autoridades sanitarias haitianas presentaron el nuevo plan a un grupo de asociados internacionales convocados por la OPS/OMS, que han expresado interés en prestar su apoyo, el cual comprende desde el respaldo financiero hasta la capacitación de los trabajadores de salud. Los asociados son el UNICEF, la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional (ACDI), la Alianza GAVI, el Proyecto Hope, la AID, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, el Ministerio de Salud del Brasil, la Academia Estadounidense de Pediatría, el Children’s Hospital de Denver, Colorado, el Maimonides Medical Center de Brooklyn, Nueva York, el Departamento de Salud de Minnesota y el Centro Médico de la Universidad de Chicago, Illinois.

Se celebraron varias reuniones y teleconferencias con la participación de expertos internacionales en materia de inmunización para analizar la factibilidad de la vacunación contra el cólera en Haití. La Organización transmitió las recomendaciones provisionales del grupo al Ministerio de Salud Pública y Población de Haití a principios del 2011 y siguió coordinando los debates entre miembros del grupo hasta mediados del 2011.


El proceso de comprobar la eliminación del sarampión, la rubéola y el síndrome de rubéola congénita (SRC) de la Región —que son etapas importantes del avance hacia el cumplimento del ODM 4— siguió en este período. El último caso endémico de sarampión en la Región se notificó en el 2002 y el último caso de rubéola en el 2009. Los países de la Región han establecido la meta de comprobación de la eliminación de estas enfermedades para finales del 2012.

En el transcurso del 2010, la Organización convocó la primera reunión de un comité internacional de expertos para supervisar el proceso de comprobación y luego apoyó a las comisiones de comprobación a nivel nacional, mediante la recopilación y el análisis de los datos sobre estas enfermedades en sus propios países. En marzo del 2011, los presidentes de las comisiones de nivel nacional se reunieron con los miembros del comité internacional de expertos para considerar lo que se había hecho hasta el presente en materia de comprobación y lo que queda por hacer para finalizar la tarea.

En junio del 2011, se celebró una reunión de un grupo de trabajo especial para evaluar la situación de la parotiditis en el continente americano y para formular propuestas destinadas a mejorar las estrategias de control y respuesta basadas en las experiencias de los países. Las recomendaciones del grupo se ratificaron en la 19.a reunión del Grupo Consultivo Técnico (GCT) sobre las Enfermedades Prevenibles por Vacunación, celebrada en Buenos Aires en julio del 2011.

Haga clic aquí para obtener más información sobre el Grupo Consultivo Técnico sobre la web

La Organización también brindó apoyo a la aplicación de estrategias eficaces y oportunas para abordar los rumores y eventos supuestamente atribuibles a la vacunación y la inmunización (ESAVI), con el objetivo de mantener la confianza del público en los programas de vacunación.

La cooperación técnica en esta esfera también comprendió el apoyo a las iniciativas emprendidas por los países para crear o mejorar los registros nominales de vacunación electrónicos a nivel nacional. Un taller celebrado en Bogotá (Colombia) en febrero del 2011 reunió a expertos de más de 20 países y a representantes de los organismos asociados, entre otros el UNICEF, PATH, los CDC, el Sustainable Sciences Institute y el Latin American Open Source Health Informatics Group. Uno de los resultados fue la creación de una comunidad de práctica, mediante la cual los participantes en el taller y otros expertos en esta materia pueden compartir y analizar problemas, enseñanzas extraídas y mejores prácticas.

ODM 5. Mejorar la salud materna

Como se señala en el capítulo 1, la mortalidad materna descendió en alrededor de 40% desde 1990 al 2008 en la Región considerada en conjunto, pero no todos los países compartieron esos logros y los indicadores actuales varían enormemente entre los diferentes países. Se trabajó con los países en forma ininterrumpida para mejorar la salud materna en el marco de la Estrategia regional para mejorar la salud de los adolescentes y los jóvenes (resolución CD48.R5) y la Estrategia y plan de acción regionales sobre la salud del recién nacido en el contexto del proceso continuo de la atención de la madre, del recién nacido y del niño (documento CD48/7), aprobadas en el 2008.

Un complemento importante al marco regional fue el lanzamiento, en el 2010, de la Iniciativa para una Maternidad sin Riesgo, un llamamiento a los países de la Región de las Américas para intensificar sus esfuerzos en pos del cumplimiento del ODM 5. Además, en el transcurso del 2010-2011, la OPS/OMS y su centro técnico especializado en esta materia, el Centro Latinoamericano de Perinatología, Salud de la Mujer y Reproductiva (CLAP/SMR), elaboró el nuevo Plan de acción para acelerar la reducción de la mortalidad materna y la morbilidad materna grave, para ser sometido a la consideración del 51.o Consejo Directivo de la OPS en septiembre del 2011.

La Iniciativa para una Maternidad Segura —que también cuenta con el apoyo del Grupo de Trabajo Regional para la Reducción de la Mortalidad Materna1 (GTR), de la OEA y de La Caixa Foundation— fue el elemento fundamental de las actividades de concientización para el ODM 5 en el período 2010-2011. La finalidad de la iniciativa es movilizar la voluntad política para impulsar a los países a que aceleren la reducción de la mortalidad materna. Se hace hincapié en el acceso universal a servicios integrales de salud reproductiva; en las mejoras en la calidad de la asistencia prenatal, del parto y el posparto; en las medidas para reducir los abortos en condiciones peligrosas y las enfermedades maternas graves; en las mejoras en los sistemas de información; en el empoderamiento de las mujeres; y en la participación de los padres y los hombres, así como de las comunidades en la protección y la promoción de la salud materna.

Después del lanzamiento regional en el 50.o Consejo Directivo de la OPS en septiembre del 2010, la Iniciativa para una Maternidad Segura se lanzó a nivel nacional en 15 países: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú, República Dominicana, Suriname y Uruguay. México y Paraguay han previsto que el lanzamiento de la iniciativa tenga lugar a finales del 2011.

Una exposición especial de fotografías del periodista y fotógrafo español Bru Rovira, patrocinada por La Caixa Foundation se presentó en Washington, D.C., y durante el lanzamiento de la iniciativa en Argentina, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, Honduras, Nicaragua, República Dominicana y Suriname. Además, en el 2011 se organizaron dos concursos, uno para ilustrar los derechos de las madres y los recién nacidos de las Américas al logro del nivel más alto posible de salud y el otro para reconocer las mejores prácticas destinadas a reducir la mortalidad materna.

A nivel de país, la cooperación técnica abarcó desde protocolos y capacitación en atención obstétrica, apoyo a la vigilancia, la reorientación de los servicios de salud y la promoción de los derechos de los usuarios hasta la atención de salud sexual y reproductiva integral y de alta calidad.

Un eje central de interés fue ampliar el acceso a los servicios de salud y mejorarlos dentro del proceso continuo de la atención, desde antes del embarazo y a lo largo del parto y el posparto.

En Colombia, ginecólogos, médicos generales y enfermeras recibieron capacitación en atención integral de las embarazadas y se asignó particular importancia a la hemorragia obstétrica, los trastornos hipertensivos y la septicemia, que representan de 60 a 70% de las enfermedades y las defunciones maternas. Entre el 2009 y mediados del 2011, en los talleres se había impartido capacitación a unos 400 participantes de establecimientos de salud que necesitaban mejorar la calidad de sus servicios.

El Ministerio de Salud de Argentina ejecutó un plan estratégico nacional para reducir la mortalidad materna y de la niñez; además, formuló una estrategia para regionalizar los servicios de salud perinatales, que posteriormente se llevó a la práctica en la provincia de Buenos Aires. Asimismo, en Costa Rica, el Ministerio de Salud fortaleció la planificación a nivel regional y local en la zona sur del país, para mejorar la supervivencia de los menores de 5 años y de las madres.

En Ecuador, la Organización siguió brindando apoyo a la puesta en práctica del Plan Nacional de Reducción Acelerada de las Mortalidad Materna y Neonatal, iniciado en el 2008 con el FNUAP y asociados no gubernamentales. El plan subraya la importancia del acceso con conocimiento de causa a los métodos anticonceptivos, en particular para prevenir los embarazos de adolescentes; la organización de redes intra e interinstitucionales de prestación de cuidados obstétricos y neonatales esenciales; la vigilancia epidemiológica; el mejoramiento de la calidad de la atención; y mecanismos para aumentar la demanda de servicios por medio de métodos basados en los derechos y la equidad.

Redes integradas de prestación de servicios de salud


Una iniciativa transversal importante para impulsar los ODM y mejorar la equidad en materia de salud en los Estados Miembros es la denominada Redes Integradas de Servicios de Salud (RISS) basadas en la atención primaria de salud. Las redes abordan la fragmentación de los servicios de salud en muchos países, que crea ineficiencias costosas y tiene efectos negativos sobre la salud de los pacientes. La iniciativa promueve servicios de salud equitativos, integrales, integrados y continuos prestados por conducto de redes de organizaciones que están dispuestas a rendir cuentas de los resultados clínicos y económicos, así como del estado de salud de las poblaciones que atienden.

Se formularon nuevas directrices para brindar apoyo a la ejecución de la iniciativa RISS en seis áreas: orientaciones generales para la ejecución, gobernanza, sistemas de información, formación de recursos humanos, mecanismos de coordinación clínica y fortalecimiento del primer nivel de la atención.

A nivel de país, la Organización apoyó a las RISS en Brasil, Chile, Colombia, Panamá, Suriname, Trinidad y Tabago, y Venezuela. En Colombia, los ministerios de salud y protección social movilizaron un consorcio de 13 universidades para llevar a cabo una iniciativa nacional para el desarrollo de los recursos humanos en atención primaria de salud y las Redes Integradas de Servicios de Salud. La finalidad de la iniciativa, lanzada en junio del 2011, es la de impartir educación y capacitación en los principios, los valores y las prácticas de la atención primaria de salud y las redes integradas de servicios de salud a los estudiantes de medicina y de salud pública, y a los profesionales de salud en ejercicio.


El Salvador lanzó el Plan Nacional Estratégico para la Reducción de la Mortalidad Materna y Neonatal, las guías actualizadas sobre planificación de la familia y la atención dentro del ciclo de vida, y formuló una política de salud sexual y reproductiva. Como parte de estas actividades, la OPS/OMS se asoció con el ministerio de salud y las organizaciones Enfants du Monde y Concertación Educativa de El Salvador para la aplicación de la estrategia para el Empoderamiento de las Mujeres, Individuos, Familias y Comunidades (MIFC), que promueve las capacidades de individuos y comunidades conducentes a una mayor demanda de servicios de salud de mejor calidad.

Venezuela inició la formulación y puesta en práctica de un nuevo Plan Nacional de Reducción Acelerada de la Mortalidad Materna y Neonatal, lo que comprende la utilización de protocolos actualizados para la atención obstétrica y neonatal corriente o de urgencia, equipos y capacitación de los recursos humanos.

El Ministerio de Salud de Chile examinó los programas de salud materna e infantil ejecutados en el decenio anterior y las propuestas estratégicas formuladas en este ámbito para su inclusión en el Plan Nacional de Salud 2011-2020.

En Cuba, las actividades se centraron en el mejoramiento de la calidad de la atención en el embarazo, el parto y el posparto mediante la capacitación de los proveedores de servicios de salud y en ayudar en la formulación y adaptación de directrices y métodos para la atención de salud. Estas actividades contribuyeron al fortalecimiento de la red cubana de “hogares maternos” y a su transformación en “hogares maternos e infantiles”. La Organización también brindó apoyo para la vacunación contra la gripe pandémica por H1N1 de las embarazadas y los niños en riesgo, mediante un plan de movilización, capacitación de recursos humanos, una campaña de comunicación social, además de un estudio epidemiológico para evaluar la inocuidad y la eficacia de la vacuna en embarazadas.

En Guyana, la Organización contribuyó con la ejecución de un proyecto financiado por la OMS, la Comunidad Europea y el Grupo de Estados de África, el Caribe y el Pacífico (ACP), para reducir los riesgos del embarazo. Las actividades en el 2010-2011 comprendieron la capacitación de 60 profesionales de salud en la atención de urgencias obstétricas y neonatales y en el método ALARM (tratamiento del parto y riesgos) para atender los embarazos de riesgo y el trabajo de parto asociado con ellos, en colaboración con la Sociedad de Obstetras y Ginecólogos del Canadá. También se impartió capacitación en reanimación neonatal (“Ayudar a los recién nacidos a respirar”) a parteras y otros profesionales sanitarios en colaboración con la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Guyana también recibió apoyo para la formulación de planes nacionales estratégicos de salud materna, neonatal, del niño, de los adolescentes y de los jóvenes para el período 2011-2015.

En la República Dominicana, la Organización se asoció con el Ministerio de Salud, el Despacho de la Primera Dama, el Colegio Médico Dominicano y el CLAP/SMR para celebrar, en Santo Domingo, en enero del 2011, el primer Simposio Dominicano e Internacional sobre Humanización en la Atención Materno Infantil. Unos 600 participantes asistieron al simposio, entre ellos, autoridades sanitarias, profesores de las facultades de medicina y otros académicos, representantes de asociaciones médicas y científicas nacionales y proveedores privados de servicios de salud. El simposio mejoró el reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos y contribuyó al logro del consenso entre diferentes actores acerca de la necesidad de mejorar la calidad de los servicios de atención de salud.

Además, se prestó cooperación técnica a la República Dominicana para realizar una encuesta nacional sobre las percepciones que tienen las mujeres de los servicios de salud obstétrica y neonatal en el sector público; las preguntas procuraban evaluar los conocimientos de las mujeres acerca de sus derechos sexuales y reproductivos y el grado de vulneración de esos derechos en los servicios de maternidad. Los resultados se utilizarán en la formulación de una nueva estrategia para crear conciencia en materia de igualdad de género y respeto de los derechos de las mujeres.

Atención obstétrica gratuita en Haití


El programa de atención obstétrica gratuita de Haití es una iniciativa pionera para reducir la mortalidad materna al ofrecerles a todas las embarazadas acceso gratuito a servicios de salud de calidad. La segunda fase del programa empezó en julio del 2010 con un aumento en el número de establecimientos de salud participantes que pasó de 42 a 63, y una ampliación del conjunto mínimo de servicios de salud para incluir atención obstétrica de urgencia, servicios neonatales, prevención de la transmisión vertical del VIH, y prevención y atención de los casos de violencia por razones de género. Gracias al programa, más de 60.000 embarazadas y sus recién nacidos tuvieron acceso en el período 2010-2011, a atención de salud prestada por personal capacitado.

La OPS/OMS ayudó en la movilización de US$ 9 millones para llevar a la práctica el programa de atención obstétrica gratuita, aportados por la ACDI, el Banco Mundial y la Unión Europea. En septiembre del 2010, los donantes se comprometieron a suministrar otros US$ 20 millones para ayudar a integrar la atención obstétrica gratuita en el proyecto de atención infantil gratuita de Haití en los próximos dos años.


Se emprendieron actividades especiales a fin de mejorar los servicios de salud sexual y reproductiva mediante un enfoque que subraya los derechos de la mujer y los jóvenes al acceso a servicios integrales y de calidad, que abarquen servicios de planificación de la familia.

En Ecuador, la Organización ayudó a elaborar una nueva Estrategia Nacional Intersectorial para la Planificación de la Familia (ENIPLA), cuyos objetivos son facilitar el acceso a información sobre salud sexual y reproductiva, además de brindar orientación y servicios basados en las normas constitucionales. La estrategia se elaboró con el apoyo del FNUAP y con la colaboración del Ministerio de Salud Pública, el Ministerio de Educación, el Ministerio de Inclusión Económica y Social, organizaciones científicas y no gubernamentales y grupos de la sociedad civil.

En Argentina, el UNICEF, el FNUAP y la OPS/OMS se asociaron para dar apoyo técnico y financiero a un observatorio nuevo sobre salud sexual y reproductiva, que va a generar información y conocimientos sobre la promoción de la salud sexual y reproductiva desde una perspectiva de derechos humanos. Los miembros del observatorio comprenden el Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES), el Centro Rosarino de Estudios Perinatales (CREP) y la Academia Nacional de Medicina.

En Honduras, se organizó una mesa técnica interinstitucional sobre salud sexual y reproductiva para concebir un programa común y armonizar las actividades de los diferentes organismos internacionales que trabajaban en estos temas. También ayudó a actualizar las normas y los procedimientos del Ministerio de Salud relacionados con la planificación de la familia, la menopausia y la infertilidad; la atención materna y neonatal dentro del proceso continuo de la atención, y la atención posaborto. Conjuntamente con la Sociedad de Ginecología y Obstetricia de Honduras, se prepararon protocolos para tratar las complicaciones obstétricas y se promovieron debates acerca de la atención posaborto.

A petición de Argentina, Honduras y Perú, el equipo de derechos humanos de la Organización presentó opiniones técnicas a los tribunales nacionales acerca del derecho a los anticonceptivos orales de emergencia como estrategia para reducir la mortalidad materna.

En Venezuela, se ejecutaron políticas y estrategias relativas a la salud de los adolescentes, que comprendían normas acerca de la prestación de servicios integrales de salud sexual y reproductiva, incluido el acceso a los métodos anticonceptivos. Asimismo, en Ecuador se formularon normas nuevas para la prestación de servicios integrales de salud a los adolescentes para que esos servicios sean “más amistosos” para las adolescentes. Estas actividades formaron parte de la puesta en práctica del Plan Nacional de Prevención del Embarazo en Adolescentes y las financió la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

Gracias a una asociación con la Universidad Católica de Chile, se impartió capacitación a distancia sobre salud de los adolescentes —en especial, acerca del embarazo de adolescentes— a profesionales de salud de Chile y otros países latinoamericanos.

En Suriname, la cooperación se centró en la introducción del Plan de acción conjunto de salud de la mujer y el niño en el Ministerio de Salud y su incorporación en el programa de salud familiar y comunitaria. La OPS también brindó apoyo a la introducción de la herramienta de toma de decisiones para clientes y proveedores de planificación familiar, elaborada por la OMS, mediante capacitación y una ejecución piloto; además, se preparó una propuesta de proyecto de los ODM sobre la salud materna para Suriname, en su calidad de miembro del ACP.

La Organización participó en las iniciativas de varios países para reducir la mortalidad materna en las comunidades autóctonas. Esta participación abarcó apoyo técnico y financiero a los proyectos comunitarios de salud materna en Machachi y Latacunga (Ecuador) y en Wiwili, Jinotega, (Nicaragua). En Argentina se organizaron varios talleres sobre salud sexual y reproductiva conjuntamente con la Red de Comunicación Indígena, una organización autóctona de mujeres; mientras que una asociación con el FNUAP ayudó a remodelar los hogares maternos para mujeres amerindias de Guyana.

Los sistemas de vigilancia e información son otros de los centros de atención importantes para impulsar el ODM 5. En el período 2010-2011, el CLAP/SMR prestó cooperación técnica para fortalecer la vigilancia de la mortalidad materna en varios países, entre otros, Colombia, Ecuador, El Salvador, Honduras y México. En Honduras y México, la cooperación abarcó capacitación y consultas con el personal responsable de la información sanitaria y la vigilancia, para facilitar la búsqueda activa de casos de defunción de madres y niños menores de 5 años y mejorar el análisis de los datos.

La Organización también prestó apoyo a la implantación del Sistema Informático Perinatal (SIP) del CLAP/SMR, un programa informático que recopila información sobre las embarazadas y los recién nacidos en los servicios de salud, evalúa los resultados de la atención que reciben y ayuda a determinar problemas comunes y ámbitos prioritarios para mejorar la atención. En el período en consideración, el SIP se implantó o se fortaleció en El Salvador, Guyana, Honduras y la República Dominicana. En la República Dominicana, el CLAP/SMR y la AID ayudaron a reactivar el sistema en los hospitales públicos de maternidad.

El CLAP/SMR también contribuyó a la creación de una nueva Red Centroamericana de Sistemas Informáticos Perinatales (donde participa también la República Dominicana) y brindó apoyo a la formulación de un proyecto similar de la cooperación técnica entre países que abarcó a El Salvador, Honduras, Nicaragua y Panamá.

El Ministerio de Protección Social de Colombia, conjuntamente con el CLAP/SMR y los CDC, implantó un sistema de vigilancia ubicado en la web para la mortalidad materna, que se había iniciado en el 2008. A mediados del 2011, el sistema se había validado en 40 establecimientos y programas de salud tanto departamentales como municipales. El sistema ha suministrado información completa y oportuna sobre las causas y los factores de riesgo de la mortalidad materna y ha ayudado a los funcionarios de salud a que determinen las intervenciones necesarias para evitar las defunciones maternas.

Venezuela actualizó los sistemas de información de mortalidad materna, elaboró nuevos métodos para mejorar la calidad de los datos y promovió el uso de las herramientas de la Red de Sanimetría (Red Métrica de Salud).

Además, el Centro de Perinatología/Salud de la Mujer y Reproductiva se asoció en el 2010-2011 con la CEPAL, en su calidad de miembro del Grupo Regional para la Reducción de la Mortalidad Materna, con el objeto de elaborar una guía para los equipos de salud sobre cómo interpretar y utilizar la información existente sobre la mortalidad materna, en especial, los cálculos de la OMS, datos de artículos publicados en revistas sometidas a arbitraje editorial, y datos oficiales notificados por los ministerios de salud de la Región. La AID está aportando fondos para el proyecto.

ODM 6: Combatir el VIH/sida, la malaria y otras enfermedades

Según se indica en el capítulo 1, las infecciones nuevas por el VIH en América Latina y el Caribe han empezado a estabilizarse, aunque la prevalencia sigue siendo alta en el Caribe, donde es de 1% de los adultos. Es improbable que la Región de las Américas en conjunto cumpla el ODM de detener y controlar la propagación de la infección por el VIH en el 2015. Sin embargo, la mayoría de los países de la Región siguen logrando avances constantes en la promoción de la prevención de la infección por el VIH, y en el mejoramiento y la ampliación del tratamiento y la atención.

Los marcos clave para la cooperación técnica en esta esfera son la Ampliación del tratamiento como parte de la respuesta integral a la infección por el VIH/sida (documento CD45.11), el Plan estratégico regional de la Organización Panamericana de la Salud para el control de la infección por el VIH/SIDA y las infecciones de transmisión sexual (2006-2015) (resolución CD46.R15) y la Estrategia y plan de acción para la eliminación de la transmisión maternoinfantil del VIH y de la sífilis congénita (documento CD50/15), del 2010. Dentro de estos marcos, la Organización apoyó las actividades destinadas a mejorar los servicios de salud para las personas infectadas por el VIH, a aumentar el número de pruebas y la asistencia, ampliar el acceso al tratamiento con antirretrovíricos, vigilar y prevenir la farmacorresistencia a los antirretrovíricos, fortalecer la vigilancia y promover la prevención, en particular entre los grupos vulnerables y de alto riesgo. La OPS/OMS prestó cooperación técnica en estas esferas a nivel regional, del país y la comunidad, en estrecha coordinación con los ministerios de salud y otros asociados.

Gran parte del trabajo relacionado con la infección por el VIH en el período considerado se llevó a cabo conjuntamente con otros organismos de las Naciones Unidas y con organizaciones internacionales. Entre los ejemplos de estos trabajos conjuntos se encuentra la colaboración con el FNUAP en materia de prevención y atención de salud para las profesionales del sexo y con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en cuestiones de educación sexual integral y promoción de la salud sexual. El ONUSIDA colaboró con la coordinación de todas estas actividades y facilitó la cooperación interinstitucional para avanzar hacia el logro del acceso universal al tratamiento con antirretrovíricos.

Un acontecimiento importante en el 2010 fue la puesta en marcha de la Estrategia y plan de acción para la eliminación de la transmisión maternoinfantil del VIH y la sífilis congénita, aprobada por el 50.o el Consejo Directivo de la OPS. En ella se procura eliminar la transmisión maternoinfantil de la infección por el VIH y de la sífilis como problema de salud pública en el continente americano para el 2015, mediante intervenciones de prevención y de control en los entornos de atención de salud prenatal, sexual y reproductiva; mejoramiento de los servicios de salud; mayor colaboración con otros organismos, sectores y con la comunidad; mejoramiento de la recopilación y el análisis de datos, y de la investigación.

Después de la aprobación de esta estrategia, el apoyo técnico se centró en poner en práctica sus disposiciones, conjuntamente con el UNICEF y en coordinación con otros organismos, como el ONUSIDA, los CDC, la Asociación Pancaribeña contra el VIH y el Sida (PANCAP), la Federación Internacional de Planificación de la Familia (FIPF), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial.

Como parte de este trabajo, se formularon estrategias nacionales y se aplicaron en varios países, entre ellos, Colombia, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Panamá y Venezuela. En Panamá, por ejemplo, la OPS/OMS se asoció con el UNICEF y la Comisión Interinstitucional para la prevención de la transmisión maternoinfantil del VIH y la sífilis para formular y ejecutar un plan centrado en el aumento del tamizaje de la infección por el VIH para embarazadas y mejor seguimiento de los casos detectados, además de mejoras en la vigilancia epidemiológica y los sistemas de información, y actividades de prevención, en especial, la comunicación para el cambio del comportamiento.

En Colombia, la Organización se asoció con el Ministerio de Protección Social, el Instituto Nacional de Salud y la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (ACEMI) para elaborar un plan nacional similar. Estos asociados colaboraron luego con instituciones privadas y de salud pública en Barranquilla, Bogotá, Cali, y Medellín para mejorar la calidad de la asistencia prenatal, aumentar la detección y mejorar la notificación de la infección por el VIH y la sífilis gestacional y congénita, y clasificar adecuadamente las etapas de la sífilis para facilitar el tratamiento oportuno y apropiado.

Se brindó apoyo a la aplicación de estrategias nacionales similares en Guatemala, Nicaragua y Venezuela mediante capacitación, además de la formulación y difusión de directrices y protocolos para el tratamiento y la prevención de la transmisión maternoinfantil de la infección por el VIH y la sífilis.

Entre las iniciativas relacionadas con la infección por el VIH, una de las más importantes fue una serie de evaluaciones de las capacidades de los sistemas de salud para prestar atención sexual y reproductiva integral, en especial, la prevención de la infección por el VIH y las infecciones de transmisión sexual (ITS) en jóvenes. Para las evaluaciones se adoptó un método participativo, con el personal del ministerio de salud asignado a los programas contra la infección por el VIH, el personal responsable de la planificación y la administración de los servicios de salud y representantes de los organismos asociados, como el ONUSIDA y del Plan de Emergencia para el Alivio del SIDA (PEPFAR), una iniciativa del Presidente de los Estados Unidos

Se hicieron evaluaciones en Jamaica, Paraguay y Trinidad y Tabago, con el objeto de detectar las brechas en la cobertura del tratamiento con antirretrovíricos, evaluar la rentabilidad de las intervenciones y su sostenibilidad, a fin de formular recomendaciones que se utilizarían en la planificación estratégica y operativa. En términos generales, los resultados de las evaluaciones reforzaron la premisa de que las iniciativas para abordar los problemas prioritarios de salud (métodos “verticales”) deben ir de la mano con las iniciativas destinadas a fortalecer los sistemas de salud.

Varias actividades de capacitación ayudaron a mejorar los servicios para las personas infectadas por el VIH. Entre ellas se encontraban la capacitación en orientación y pruebas voluntarias, educación de los compañeros y mercadeo social de los condones, en las Islas Turcas y Caicos; mientras que en Guyana se impartió capacitación a 141 profesionales de salud en la estrategia de Atención Integrada a las Enfermedades de los Adolescentes y los Adultos (AIEA) y se organizó un taller regional para capacitar a personas infectadas por el VIH para que se convirtieran en “pacientes expertos instructores”.

La Organización también creó o utilizó varios instrumentos nuevos de capacitación para la formación de capacidad relacionada con la infección por el VIH. Una de dichas herramientas, concebida para mejorar las aptitudes y los métodos utilizados por el personal sanitario que atiende a hombres que tienen relaciones homosexuales, se utilizó en talleres en Guatemala, México y Perú y en la frontera entre México y los Estados Unidos en el 2010; se ha previsto realizar talleres similares en Centroamérica, la zona andina, el Cono Sur y Puerto Rico en el transcurso del 2011. Una herramienta nueva para la capacitación de compañeras de las profesionales del sexo en materia de prevención de la infección por el VIH, las ITS y la violencia se utilizó por primera vez en un taller celebrado en mayo del 2011 para participantes de todos los países de Centroamérica.

Otra cooperación técnica relacionada con la infección por el VIH se dirigió a los grupos vulnerables, en particular a los jóvenes, y a grupos de alto riesgo que siguen siendo el centro de la epidemia de infección por el VIH en la Región, entre ellos los hombres que tienen relaciones homosexuales y otras personas sexualmente diversas y las profesionales del sexo. En Argentina, el ONUSIDA, el FNUAP, el PNUD y la OPS/OMS trabajaron en cinco hospitales para mejorar el acceso a las pruebas, la orientación y la atención integral a los hombres que tienen relaciones homosexuales y a las personas transgénero. Iniciativas similares en Venezuela se dedicaron a identificar las vulnerabilidades de estos grupos a la infección por el VIH, a promover sus derechos humanos y a mejorar la calidad de los servicios que reciben. En Honduras, la Organización patrocinó un proyecto que capacitó y facultó a comunicadores jóvenes para promover la prevención entre sus pares utilizando vehículos conocidos como los “VIH-PREVÉMOVIL”.

La zona de Arica-Parinacota de Chile tiene las tasas de incidencia y prevalencia de infección por el VIH más altas del país. Varios organismos de las Naciones Unidas se asociaron para analizar la situación de la infección por el VIH en la región y realizar estudios de seroprevalencia en hombres que tienen relaciones homosexuales y en profesionales del sexo, además de brindar apoyo a la vigilancia de la infección por el VIH/sida de segunda generación y promover la cooperación relacionada con este problema entre Arica y Tacna, a través de la frontera en el Perú.

En Bahamas y Honduras, la Organización colaboró con la capacitación en liderazgo y la concientización de los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y las personas transgénero, haciendo hincapié en una perspectiva de derechos humanos. También se dio apoyo a la formación de capacidad en materia de derechos humanos con relación a la infección por el VIH, salud sexual y reproductiva, salud mental, los indígenas, y los jóvenes en Barbados, Bolivia, El Salvador, Guatemala, México, Panamá y Trinidad y Tabago.

En Guatemala, se prestó cooperación técnica al Congreso Nacional para reformar las leyes relacionadas con la infección por el VIH.

Un aspecto importante de la cooperación técnica relacionada con la infección por el VIH fue el de mejorar y ampliar el acceso al tratamiento con antirretrovíricos para las personas que lo necesitan. Este trabajo incluía la formulación de normas y pautas de tratamiento en El Salvador, Guyana y Haití, además de apoyo técnico y capacitación para organizar y poner en funcionamiento 32 centros para dispensar el tratamiento antirretrovírico en Nicaragua. En Honduras, la Organización se asoció con Aidstar One (proyecto mundial de la AID sobre la infección por el VIH/SIDA) a fin de organizar una consulta nacional acerca del mejoramiento de la cobertura y las pruebas para detectar la infección por el VIH.

El apoyo fundamental para la ampliación de la cobertura de tratamiento antirretrovírico provino del Fondo Rotatorio Regional para Suministros Estratégicos de Salud Pública, conocido como el Fondo Estratégico de la OPS (véase también el ODM 8, más adelante). Entre junio del 2010 y junio del 2011, nueve países adquirieron medicamentos antirretrovíricos por un monto de US$ 16,1 millones por conducto del Fondo, es decir tratamientos suficientes para aproximadamente 30.000 pacientes. Gracias a la capacidad del Fondo para mancomunar la demanda y negociar con los fabricantes, los países participantes pagaron el precio reducido de US$ 178 por las combinaciones del tratamiento de primera línea y US$ 621 por las combinaciones de segunda línea (AZT+3TC+Lop/r). Dos países —Ecuador y Paraguay— adquirieron tratamientos antirretrovíricos de tercera línea por conducto del Fondo en este período.

También fue esencial en estas actividades el apoyo a la vigilancia de la farmacorresistencia a los antirretrovíricos en países como Guyana, Honduras, Nicaragua y Venezuela. Este apoyo contribuyó a que Guyana se convirtiera en el primer país de América Latina y el Caribe en establecer la vigilancia de la farmacorresistencia del VIH basada en las directrices de la OMS.

En Argentina, Bahamas, Guyana, Nicaragua, Suriname, Islas Turcas y Caicos y Venezuela la OPS/OMS prestó cooperación técnica para mejorar la vigilancia epidemiológica de la infección por el VIH, las ITS y otras enfermedades infecciosas. En Nicaragua, este trabajo abarcó mejoras en la notificación de la infección por el VIH y la sífilis congénita y gestacional en los establecimientos de salud para corregir los casos de notificación insuficiente. El país también mejoró los datos de vigilancia de la infección por el VIH mediante el desglose por sexo, edad y grupo de población vulnerable (embarazadas, adolescentes y personas sexualmente diversas).

En Argentina, la Organización se asoció con UNICEF para auspiciar un estudio sobre la prevalencia de la infección por el VIH y la sífilis en las embarazadas que aportó un punto de comparación para vigilar las iniciativas de eliminación en el marco regional.

Se llevaron a cabo varios proyectos de investigación relacionados con la infección por el VIH, entre ellos un análisis de la repercusión del acoso homofóbico en la búsqueda del riesgo y la salud en hombres jóvenes que tienen relaciones sexuales (o presuntamente las tienen) con hombres y un estudio de mujeres que se habían infectado recientemente con el VIH; los resultados de las investigaciones se utilizarán para formular nuevas estrategias de prevención.

A nivel de país, la Organización patrocinó un estudio en Venezuela acerca de la situación del acceso a la terapia antirretrovírica en niños infectados con el VIH; en Bahamas se hizo una investigación acerca de los conocimientos, las actitudes, las prácticas y las creencias relativas a la infección por el VIH, entre jóvenes de 15 a 17 años de edad, cuyos resultados servirán de base para la formulación de políticas y la elaboración de programas. Además, la Organización convocó una reunión de expertos en salud pública para examinar los datos probatorios acerca de las infecciones transmitidas por la sangre y las de transmisión sexual entre consumidores de drogas en América Latina y el Caribe.

Por último, el CFNI en Jamaica promovió la nutrición como un aspecto importante de la atención y el tratamiento de la infección por el VIH mediante un algoritmo especial que refleja los conocimientos actuales de los efectos de la nutrición sobre el sistema inmunitario y sobre el cumplimiento por los pacientes del tratamiento recetado. El algoritmo se adaptó para el Caribe y se incorporó en los conjuntos especiales de herramientas que utilizan los trabajadores de salud. Este trabajo brinda apoyo al cambio que se está efectuando en la Región, para pasar de la atención vertical para las personas infectadas por el VIH a un modelo más descentralizado, utilizado comúnmente en el tratamiento de otras enfermedades crónicas.

Malaria

Como se menciona en el capítulo 1, la incidencia de malaria ha descendido durante el último decenio en 18 de 21 países americanos con endemicidad, y en nueve de ellos la disminución fue de más de 75%, con lo cual se cumplió la meta del ODM 6. No obstante, alrededor de 17 millones de personas en la Región siguen viviendo en zonas de alto riesgo.

La Organización siguió apoyando los esfuerzos de los países para prevenir y controlar esta enfermedad en el marco del Plan Estratégico Regional para la Malaria en las Américas 2006-2010, y también elaboró la nueva Estrategia y Plan de Acción para la Malaria que se presentará al 51.o Consejo Directivo en septiembre del 2011.

Los esfuerzos en esta esfera se centran en el control integrado de vectores, el diagnóstico y tratamiento, el fortalecimiento de los sistemas de salud y la formación de capacidad en materia de vigilancia y detección temprana de brotes tanto en zonas de alto riesgo como en zonas donde el riesgo ha disminuido. La Organización se asoció con la AID para apoyar el trabajo de la Red Amazónica de Vigilancia de la Resistencia a los Antimaláricos y la Iniciativa contra la Malaria en la Amazonía (RAVREDA-AMI) en Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Suriname y Venezuela.

En Brasil, la cooperación técnica incluyó el apoyo a las mejoras en la vigilancia de la resistencia a los antimaláricos, el acceso y uso de medicamentos antimaláricos, la calidad de los medicamentos, la calidad del diagnóstico y el acceso a este, los estudios entomológicos y el control integral de vectores, la vigilancia epidemiológica y los sistemas de información. Entre las actividades desarrolladas cabe mencionar la introducción de los mosquiteros tratados con insecticida en los estados de Amazonas y Acre, el apoyo para la adquisición de medicamentos antimaláricos y la implantación de mecanismos de control de calidad de estos medicamentos, conjuntamente con el Programa Nacional contra la Malaria y la Universidad Federal de Minas Gerais. Gran parte de este trabajo se llevó a cabo en colaboración con la AID, los CDC, la Fundación de Medicina Tropical del Amazonas y el Instituto Evandro Chagas.

En Ecuador, la Organización apoyó las actividades relacionadas con la RAVREDA, entre ellas la vigilancia de la resistencia a los medicamentos antimaláricos y los insecticidas, las normas para el uso de mosquiteros y las directrices terapéuticas actualizadas, así como el mantenimiento del sistema de información acerca de la malaria a fin de ofrecer los datos necesarios para controlar la enfermedad y mantener la prevalencia baja ya lograda.

En Jamaica, se prestó apoyo para preparar la política y el plan de acción nacionales para el control integrado de vectores de la malaria y para realizar estudios piloto en Kingston y Portmore a fin de averiguar la manera como los residuos sólidos y las aguas residuales parcialmente tratadas contribuyen a que aparezcan criaderos de mosquitos. Tras los estudios se promovió el control integrado de vectores al nivel local. Además, la Organización preparó un documento de exposición de conceptos sobre la reducción al mínimo del uso de plaguicidas que afectan al entorno y a la salud, y los métodos biológicos alternativos que utilizan plantas con propiedades repelentes y plaguicidas. El documento se presentó al Ministerio de Salud y se envió al Fondo de Salud Ambiental, que está considerando la posibilidad de financiar un proyecto piloto conexo.

Guyana mejoró la capacidad de las autoridades sanitarias regionales de controlar los brotes mediante la capacitación de los microscopistas y los jefes de los “minilaboratorios” de malaria para vigilar la resistencia a los medicamentos antimaláricos y el establecimiento de dos centros centinela para vigilar la calidad de los medicamentos. También se elaboró un nuevo manual de operaciones para la gestión de los medicamentos y suministros antimaláricos.

En Haití, continuó el apoyo al Programa Nacional contra la Malaria y la puesta en práctica del Plan Nacional para el Control de la Malaria de 2008. La Organización adquirió los medicamentos antimaláricos y suministros para el programa, en particular 20.000 mosquiteros impregnados de insecticida para los hospitales en las zonas afectadas por la enfermedad. También se apoyó al Laboratorio Nacional de Salud Pública para mejorar la vigilancia epidemiológica, entomológica y parasitológica.

Honduras implantó un sistema de información y vigilancia de la malaria y llevó a cabo un estudio sobre la gestión y disponibilidad de los medicamentos antimaláricos en los sectores público y privado. En la región de Mosquitia, la Organización apoyó la ejecución de un plan para el control integral de la malaria en el municipio de Wampusirpi, Gracias a Dios, por medio de una encuesta de salud, diagnóstico y tratamiento masivos, distribución de mosquiteros tratados con insecticida, educación de las familias y análisis entomológico.

El Centro de Epidemiología del Caribe (CAREC) siguió vigilando los informes sobre la malaria de sus 23 países y territorios miembros. Solo cuatro países notificaron casos autóctonos durante 2010-2011; 95% de los casos ocurrieron en Guyana. El CAREC también vigiló la fiebre indiferenciada, que se emplea como un indicativo de infecciones como la malaria, el dengue y la leptospirosis, y emitió alertas cuando el número notificado de casos sobrepasó la cifra prevista. Además, impartió capacitación en materia de investigación de brotes, patrocinó un taller sobre análisis de datos para el personal de laboratorio de ocho países y territorios, y organizó una reunión de los epidemiólogos y los directores de laboratorio nacionales para analizar la notificación de datos y otros temas de vigilancia y laboratorio relacionados con la malaria.

En los países del Caribe donde la enfermedad no es endémica, incluidas las Bahamas y las Islas Turcas y Caicos, la OPS/OMS brindó apoyo al mantenimiento de la capacidad de vigilancia, la adquisición de estuches para la prueba de diagnóstico rápido y medicamentos, y la formación de capacidad en el control de vectores y la respuesta correspondiente.

En el 2010 se celebró el cuarto concurso anual “Campeones de las Américas contra el Paludismo”, y los ganadores fueron entidades de Suriname, Brasil y Colombia. El primer lugar lo obtuvo el Consejo Nacional de la Malaria de Suriname, que supervisa las actividades que prácticamente han eliminado la enfermedad de la mayor parte del país. El segundo lugar correspondió a la Fundación para la Vigilancia de la Salud en la Amazonia por sus esfuerzos en la prevención y el control integrado de la malaria en el estado de Amazonas. El tercer lugar lo ocupó el Departamento Administrativo de Salud Pública y Seguridad Social del Chocó (DASALUD-Chocó), en Colombia, cuya labor ha ayudado a reducir en más de la mitad la incidencia de malaria en dicho departamento. Los ganadores recibieron un reconocimiento con motivo de la celebración del Día del Paludismo en las Américas.

Tuberculosis

Como se puso de relieve en el capítulo 1, en conjunto la Región de las Américas ha empezado a detener la propagación de la tuberculosis, pero el progreso de los distintos países ha sido desigual. La cooperación técnica en esta área se prestó en el marco de la Estrategia regional para el control de la tuberculosis para 2005-2015 (resolución CD46.R12), que procura impulsar el cumplimiento del ODM 6 aplicando el programa Alto a la Tuberculosis de la OMS. La estrategia recalca la ampliación del tratamiento acortado directamente observado (DOTS), las medidas para abordar la farmacorresistencia y la coordinación de los esfuerzos para abordar las coinfecciones por el bacilo de la tuberculosis y el VIH.

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La cooperación técnica en esta área se centró en lograr el acceso universal de los pacientes tuberculosos e infectados por el VIH a los medicamentos antirretrovíricos y el tratamiento preventivo, el fortalecimiento de la capacidad de laboratorio mediante la introducción de pruebas de diagnóstico rápido para la tuberculosis farmacorresistente, y las mejoras en la colaboración interprogramática y comunitaria para abordar los determinantes sociales de la tuberculosis, en particular en poblaciones pobres y marginadas. Otro apoyo consistió en la promoción de las estrategias de comunicación y movilización social para abordar el estigma y la discriminación de los enfermos tuberculosos y acrecentar la sensibilidad del público y la conciencia política sobre la importancia de combatir esta enfermedad.

En Brasil, la OPS/OMS se asoció con la AID para prestar apoyo al programa nacional contra la tuberculosis, lo que incluyó fortalecer la capacidad operativa, poner en práctica las recomendaciones de una evaluación efectuada en el 2009 con apoyo de la OPS/OMS y ampliar la estrategia Alto a la Tuberculosis en 12 municipios de Rio de Janeiro y en Manaus, en el estado de Amazonas. La Organización también brindó apoyo a la promoción de la causa y las actividades de movilización social de la Alianza Brasileña Alto a la Tuberculosis, ayudó a ejecutar un programa de educación a distancia sobre la tuberculosis para personal de salud en los niveles estatal y municipal y llevó a cabo un estudio de prevalencia de la tuberculosis en enfermos diabéticos de los estados de São Paulo y Bahía.

Los esfuerzos de Ecuador en esta esfera consistieron en el desarrollo de un nuevo proyecto para fortalecer el control de la tuberculosis, haciendo hincapié en zonas de alta prevalencia, y un plan para proporcionar cupones mensuales a los pacientes con tuberculosis multirresistente a fin de reducir el número de enfermos que dejaban de tomar los medicamentos. Ecuador también revisó y mejoró su sistema de información sobre la tuberculosis y fortaleció la reglamentación de la venta de medicamentos antituberculosos. Además, la OPS/OMS apoyó el trabajo de una misión técnica de la Universidad de Massachusetts con la finalidad de evaluar la red ecuatoriana de laboratorios de análisis clínicos y formular recomendaciones para la cooperación técnica futura en este rubro.

Las evaluaciones externas de los programas antituberculosos existentes en Costa Rica y Colombia dieron lugar a recomendaciones para el fortalecimiento de la gestión de los recursos humanos y las acciones colaborativas entre los programas contra la tuberculosis y contra la infección por el VIH, y para mejorar el manejo de la tuberculosis de la niñez, la ejecución de la estrategia DOTS y el seguimiento de casos.

La cooperación técnica prestada al programa nacional contra la tuberculosis de El Salvador ayudó al Ministerio de Salud a presentar una propuesta que se aprobó en la novena ronda del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria.

En Haití, la Organización brindó apoyo a la reconstrucción de un sanatorio para enfermos tuberculosos que se dañó en el terremoto del 2010 y ayudó a capacitar a su personal en las directrices nuevas de la OMS para el tratamiento de la enfermedad. Se prestó apoyo adicional al programa nacional contra la tuberculosis mediante una alianza con los CDC, la AID, Family Health International, el Hospital para Niños Grace, el GHESKIO y Partners in Health.

México elaboró, produjo y distribuyó a todo el país la Guía para la atención de personas con tuberculosis resistente a fármacos para ayudar a estandarizar la asistencia de estos pacientes. La Secretaría de Salud de Honduras implantó un sistema nacional para la información y vigilancia de la tuberculosis multirresistente, con datos sobre sexo y edad y desglosados por persona y localidad.

En Nicaragua, la Organización prestó cooperación técnica y apoyo relacionados con la tuberculosis al Ministerio de Salud conjuntamente con el profesorado médico de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, el Ministerio de Educación, el Ministerio de Gobernación, el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social y el Cuerpo Médico Militar del Ejército. Las actividades específicas fueron el apoyo técnico y financiero a la confección y ejecución de un nuevo protocolo para la tuberculosis multirresistente y el financiamiento de las propuestas al Fondo Mundial.

Se prestó cooperación técnica para mejorar la coordinación de las actividades contra la tuberculosis y la infección por el VIH a varios países. Guyana desplegó un nuevo programa de AIEA y fortaleció la ejecución de la estrategia DOTS para mejorar la atención de las personas infectadas por el VIH y con tuberculosis. Venezuela elaboró planes estratégicos para abordar la coinfección por el bacilo de la tuberculosis y el VIH mediante una mejor vigilancia, una mayor coordinación y la actuación conjunta de los programas contra cada una de estas enfermedades a los niveles nacional y regional, y la aplicación de intervenciones para controlar dicha coinfección en las prisiones. En Nicaragua, la OPS/OMS monitoreó las actividades colaborativas encaminadas a prevenir la coinfección.

En Suriname, se prestó apoyo al laboratorio nacional recién establecido proporcionándole equipo y capacitación, y facilitando los intercambios con otros países de la Región y la CARICOM. Por su parte, el CAREC siguió apoyando las actividades de vigilancia de la tuberculosis en Suriname y otros Estados Miembros y facilitó la recopilación estandarizada de datos por los países para su presentación a la iniciativa Alto a la tuberculosis de la OMS.

En la frontera entre México y los Estados Unidos, la Organización elaboró una guía de la comunidad para el tratamiento y la prevención de la tuberculosis y la infección por el VIH en la zona fronteriza y elaboró un informe técnico sobre la tuberculosis y los factores sociales determinantes de la salud en los estados fronterizos de Tamaulipas, Texas, Coahuila, Chihuahua, Nuevo México, Sonora, Arizona, California y Baja California. El estudio examinó las tasas de tuberculosis y tuberculosis multirresistente en 44 condados estadounidenses y 80 municipios mexicanos e incluyó un análisis comparativo de la tuberculosis en 16 “ciudades hermanas”. El informe se presentó en el Día Mundial contra la Tuberculosis del 2011.

Enfermedades desatendidas

Además de su apoyo a las actividades para combatir la infección por el VIH, la tuberculosis y la malaria, la Organización ayudó a impulsar el cumplimiento del ODM 6 mediante la cooperación técnica en materia de enfermedades desatendidas, que siguen afectando a las comunidades vulnerables en toda América. El marco para este trabajo incluye el Plan Mundial de Lucha contra las Enfermedades Tropicales Desatendidas, 2008-2015 y el documento de la OPS Eliminación de las enfermedades desatendidas y otras infecciones relacionadas con la pobreza (documento CD49/9). Durante el 2010-2011, las actividades de la OPS/OMS en esta esfera comprendieron desde la abogacía y el logro del consenso hasta el apoyo para la vigilancia y algunos estudios de prevalencia.

En el 2010, se ultimó la Estrategia y plan de acción para la prevención, el control, y la atención de la enfermedad de Chagas y posteriormente fue aprobado por el 50.o Consejo Directivo de la OPS (resolución CD50.R17). La estrategia recomienda aplicar un método integrado para la prevención y el control y proporcionar una mejor atención médica a estos enfermos. También requiere redoblar los esfuerzos para eliminar la transmisión por el vector del parásito, Trypanosoma cruzi, para el 2015 mediante una colaboración interprogramática y una acción intersectorial que aborden los factores sociales determinantes de las enfermedades.

Conjuntamente con el Instituto de Vacunas Sabin, el BID y la Red Mundial de Enfermedades Tropicales Desatendidas, en el 2011 la OPS/OMS publicó el informe Un Llamado a la Acción: Hacer frente a los helmintos transmitidos por contacto con el suelo en Latino América y el Caribe, firmado por los jefes de las cuatro organizaciones. Se detalla ahí el gran tributo en salud y económico que las helmintiasis intestinales implican para las poblaciones en riesgo, en particular los niños, y se formulan recomendaciones para la acción y las políticas necesarias para impulsar la eliminación de estas enfermedades como un problema de salud pública para el 2015. Las recomendaciones incluyen crear una coalición contra los parásitos intestinales en las Américas, involucrar a las primeras damas como propugnadoras de la desparasitación y apoyar un nuevo fondo fiduciario para las enfermedades tropicales desatendidas. Con los asociados mencionados y el apoyo de la Fundación Bill y Melinda Gates, la OPS/OMS siguió trabajando en la creación del fondo fiduciario, que movilizaría proyectos y recursos para controlar las parasitosis intestinales y otras enfermedades desatendidas.

La Organización ayudó a elaborar planes integrados para el control de las enfermedades desatendidas en Colombia, El Salvador, Guyana, Haití, Honduras y República Dominicana. La cooperación técnica incluyó el apoyo a Colombia para eliminar el tracoma y la oncocercosis y para controlar las geohelmintiasis; a Haití, para eliminar la filariasis linfática y controlar las geohelmintiasis durante la fase de reconstrucción después del terremoto; y a Guyana, para ejecutar la estrategia de medicación masiva para eliminar la filariasis linfática. En la República Dominicana, la Organización apoyó un estudio de la transmisión de la filariasis linfática y evaluó las actividades actuales para eliminar esa enfermedad.

Se prestó cooperación técnica en Colombia, El Salvador y Honduras para preparar protocolos para las encuestas de la prevalencia y la intensidad de las geohelmintiasis, y en Suriname para un estudio de prevalencia tanto de las geohelmintiasis como de la esquistosomiasis en los niños en edad escolar. Bolivia elaboró un programa antihelmíntico para los niños preescolares y en edad escolar que se incorporará en los programas de vacunación y de AIEPI.

En la República Dominicana, la Organización colaboró con otros seis organismos de las Naciones Unidas en un programa de tres años en beneficio de los trabajadores de las fincas bananeras y sus familias. En colaboración con el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, la Organización tomó a su cargo las intervenciones de salud encaminadas a prevenir la infección por el VIH/sida, la malaria, el cólera, la leptospirosis y otras enfermedades infecciosas. Las intervenciones incluían mejoras en las condiciones ambientales de los hospitales en tres provincias, así como la formación de capacidad de la comunidad para la prevención de enfermedades. El programa está siendo financiado por el Fondo para el Logro de los ODM de España.

Conjuntamente con el BID, el Instituto de Vacunas Sabin, y la Red Mundial de Enfermedades Tropicales Desatendidas, la OPS/OMS apoyó la elaboración y ejecución de dos proyectos piloto para el control de enfermedades desatendidas en Chiapas (México) y Recife (Brasil).

En el 2010-2011, se produjeron varias publicaciones sobre las enfermedades desatendidas, entre ellas un artículo en Neglected Tropical Diseases, revista de la Public Library of Science (PLoS), en el que se argumenta que varias enfermedades desatendidas podrían eliminarse o reducirse como problemas de salud pública mediante un mejoramiento de los planes y directrices existentes. El artículo se concentra en la esquistosomiasis, la filariasis linfática, la oncocercosis, las geohelmintiasis y la rabia, y utiliza los resultados de la elaboración de mapas y modelos para destacar las zonas donde dos o más de estas enfermedades se solapan.

Se organizaron varios talleres y reuniones para impulsar las iniciativas para eliminar las enfermedades desatendidas, entre ellas un taller organizado conjuntamente con la Universidad McGill sobre la integración de la desparasitación en los programas de salud existentes para los niños en edad escolar; la Primera Reunión Regional sobre la Eliminación del Tracoma, en Bogotá; la 10.a reunión regional de los directores de los programas para eliminar la filariasis linfática, sostenida en Georgetown (Guyana); y, en El Salvador, un taller regional de capacitación sobre el desarrollo integró los planes para la prevención, el control y eliminación de las enfermedades desatendidas. Otro taller en El Salvador se concentró en el uso de la técnica Kato-Katz para determinar la prevalencia de helmintiasis.

Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria


La OPS/OMS ayudó a elaborar propuestas para presentarlas al Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria y brindó apoyo a la ejecución de los proyectos aprobados por el Fondo.

En Argentina, por ejemplo, la Organización se unió al ONUSIDA para apoyar una propuesta por un monto de US$ 12 millones en nombre de las ONG que trabajan con hombres que tienen relaciones homosexuales, personas transgénero, profesionales del sexo y consumidores de drogas. La propuesta fue aprobada en la décima ronda del Fondo Mundial.

En Colombia, la OPS/OMS ayudó a elaborar la propuesta de un proyecto sobre la tuberculosis, recomendó ajustes en una propuesta relacionada con la infección por el VIH y brindó apoyo a la ejecución de un proyecto sobre malaria ya aprobado por el Fondo Mundial. La Organización también apoyó propuestas relativas a la malaria y la tuberculosis en Nicaragua, y una propuesta por US$ 27 millones para ampliar las actividades para combatir la tuberculosis en Haití.

El Ministerio de Salud Pública de Uruguay recibió apoyo para realizar el primer proyecto del país financiado por el Fondo Mundial, que promueve la inclusión social y el acceso universal a la prevención y la atención integral de la infección por el VIH de los grupos vulnerables. La cooperación técnica de la OPS/OMS apoyó la instalación de una unidad de gestión de proyectos dentro del Ministerio de Salud Pública.

La Organización también ayudó a ejecutar los proyectos del Fondo Mundial para el control de la malaria en Ecuador y la atención de niños huérfanos y otros grupos vulnerables a la infección por el VIH en Honduras, y en Guatemala ayudó a las autoridades sanitarias a abogar ante los poderes legislativo y ejecutivo para conseguir que se tomaran las medidas legales necesarias para aceptar el financiamiento del Fondo Mundial.


ODM 7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente

Como se señala en el capítulo 1, los países de la Región de las Américas han ampliado significativamente el acceso al agua potable y el saneamiento, y han reducido las brechas en el acceso entre los residentes urbanos y rurales. No obstante, unos 40 millones de personas en la Región todavía carecen de acceso a fuentes mejoradas de agua potable. Se prestó cooperación técnica para impulsar el cumplimiento no solo de las metas del ODM 7, sino también para lograr el acceso universal al agua y el saneamiento para los habitantes de la Región.

Gran parte del trabajo en esta esfera se centró en los planes de salubridad del agua, que promueven la evaluación integral y la gestión de riesgos en todas las etapas del abastecimiento de agua, desde la captación hasta los consumidores. La Organización brindó apoyo a la formulación de las normas basadas en datos objetivos con fines de reglamentación, el diseño de planes y programas para la vigilancia y el monitoreo de la calidad del agua y la formación de capacidad en estas áreas en los ministerios de salud, así como la vigilancia epidemiológica de las enfermedades transmitidas por el agua.

En Jamaica, se prestó cooperación técnica para mejorar el abastecimiento de agua potable y la eliminación de desechos como parte de iniciativas más amplias para promover viviendas y comunidades saludables. Este trabajo incluyó consultas con interesados directos para promover el cumplimiento de las directrices de calidad del agua potable y los planes de salubridad del agua. La Organización también abogó con el Ministerio de Gobierno Local y el Ministerio de Agua y Vivienda a favor de la extensión de la cobertura de agua y saneamiento a zonas anteriormente abastecidas mediante captación de agua de lluvia, mostrando la importancia que el agua tiene en el desarrollo económico y la salud. Jamaica implementó una base de datos sobre los resultados de la calidad del agua, actualizó el Plan Operativo de Control y Prevención de Brotes de Cólera y llevó a cabo una campaña de promoción para la prevención de esta enfermedad.

En Bolivia, la Organización apoyó la labor de las unidades de saneamiento ambiental para vigilar las fuentes de agua que abastecen a 13.000 hogares en los departamentos de Cochabamba y Chuquisaca, como parte de un programa más amplio sobre la seguridad alimentaria y nutricional (véase la sección sobre el ODM 1). Como parte de este proyecto, se proporcionaron instrumentos portátiles para evaluar la calidad del agua a tres redes de salud y estuches de “Aguamiga” a ocho escuelas.

El ministerio de salud de Brasil actualizó las normas nacionales de calidad del agua para el consumo humano y unificó el sistema de monitoreo del agua. Esto se hizo mediante un proceso participativo que permitió tanto a los proveedores de agua como a los consumidores formular propuestas y participar en el debate sobre las nuevas normas.

Ecuador preparó un plan nacional para la vigilancia de la calidad del agua y aumentó el conocimiento y la capacidad en materia de vigilancia de la calidad del agua en 20 cantones de cuatro provincias, donde viven unos 2 millones de personas. Estas actividades formaron parte de un programa más amplio sobre la gobernanza del abastecimiento de agua y el saneamiento y financiadas por el Fondo para el Logro de los ODM de España y llevadas a cabo con el apoyo de la OPS/OMS, el PNUD, el Programa de Asentamientos Humanos de las Naciones Unidas (Hábitat) y la OIT.

Nicaragua preparó y presentó propuestas legislativas, en particular la ley nacional del agua y la ley sobre comités del agua potable, así como la ley nacional de desechos, que está actualmente en trámite. El país también movilizó los municipios y a grupos juveniles ambientales para ejecutar las políticas e iniciativas en la esfera de la salud ambiental.

Se prestó apoyo continuo a las iniciativas de abastecimiento de agua salubre y saneamiento en Chile, después del terremoto, y en Haití, Centroamérica y la República Dominicana para la elaboración de una estrategia para la gestión de riesgos relacionados con el agua y el saneamiento en caso de desastres.

La Organización también colaboró con otros organismos de las Naciones Unidas como parte de Una visión común en pro de la higiene, el saneamiento y el abastecimiento de agua y un marco para la acción y brindó apoyo a la Evaluación anual mundial del saneamiento y el agua potable, una iniciativa de la OMS para proporcionar a los responsables de la política datos y análisis fidedignos para tomar decisiones fundamentadas en materia de saneamiento y agua potable.

Además, el logro del ODM 7 fue impulsado mediante la promoción de la atención ambiental primaria y los entornos saludables, incluidas la vivienda, las escuelas y los lugares de trabajo saludables.

Vivienda saludable en Chiapas (México)


Una iniciativa emprendida en la zona sur de México está contribuyendo al avance hacia el cumplimento del ODM 7, mediante el mejoramiento de las condiciones de vida para las personas de las comunidades marginales. Después de elaborar estudios acerca de las condiciones socioculturales y sanitarias en el estado de Chiapas, a finales del 2010, la OPS/OMS preparó un prototipo para un proyecto de “vivienda saludable” en el pueblo de San Cristóbal de las Casas. En el proyecto se utilizan materiales de bajo costo, tecnologías apropiadas y componentes flexibles que pueden adaptarse a las necesidades de diferentes comunidades de toda la zona. También promueve la participación comunitaria y un método de atención primaria de salud. Se espera que la primera etapa del proyecto beneficie a más de 2.000 familias en tres pueblos.

En respuesta a la iniciativa, el gobierno estatal de Chiapas ha pedido a la Organización que ayude a otras comunidades de todo el estado a que adopten el prototipo de “vivienda saludable” como una manera de superar la pobreza, integrar las comunidades dispersas, proteger a las personas que viven en las zonas de alto riesgo y promover el desarrollo humano.

El proyecto se llevará a cabo a través de una asociación con el gobierno y el departamento de salud estatal de Chiapas y el Instituto Mexicano de Población y Ciudades Rurales. El financiamiento lo aporta el Fondo para el Logro de los ODM, de España.


Salud ambiental en Argentina


Después de que un dictamen de la Corte Suprema de la Argentina en el 2008 pidió al Estado mejorar las condiciones ambientales del río Matanza-Riachuelo, el gobierno de la Argentina puso en marcha un programa de limpieza integral del medio ambiente para mejorar la calidad de vida de los residentes de la cuenca hidrográfica. La OPS/OMS prestó cooperación técnica al Ministerio de Salud y al Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sustentable para ayudar a ejecutar el programa.

Las contribuciones de la Organización incluyeron un estudio de 1.358 menores de seis años que estableció un perfil de diagnóstico para comparar el estado nutricional, el desarrollo psicomotor y los niveles de contaminantes en los fluidos biológicos. La OPS/OMS también ayudó a fortalecer la información existente y el sistema de vigilancia, a establecer 20 nuevos nodos de vigilancia y a orientar a los equipos sanitarios en los problemas de salud asociados con las condiciones de vida y del medio ambiente. Otro componente del apoyo consistió en impartir capacitación en materia de prevención, diagnóstico, y tratamiento de la intoxicación ambiental; capacitación en los métodos de laboratorio y de ingreso de datos; preparación de protocolos de vigilancia; y la elaboración del Registro Nacional de Anomalías Congénitas en seis hospitales de maternidad, junto con la capacitación para el personal sanitario en epidemiología, prevención, tratamiento y trabajo social. La OPS/OMS también brindó apoyo a la creación de nuevos equipos de respuesta rápida especializados en salud para atender las emergencias ambientales.


El apoyo de la Organización a las actividades destinadas a impulsar el ODM 7 también comprendió la cooperación técnica en la esfera del cambio climático. En Jamaica, esto abarcó la preparación de un documento nacional sobre el cambio climático y la salud, el establecimiento de un grupo técnico sobre el tema y el patrocinio conjunto de varios eventos con la Oficina Meteorológica Jamaiquina y otras organizaciones profesionales afines.

Además, se impulsaron las iniciativas interinstitucionales en preparación para la 20.a Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Rio+20), que se celebrará en Brasil en junio del 2012. Un tema clave de la conferencia será la economía verde en el contexto de erradicación de la pobreza y promoción del desarrollo sostenible.

ODM 8. Fomentar una alianza mundial para el desarrollo

Históricamente, la OPS/OMS ha sido un catalizador para que las alianzas internacionales fomenten la salud y el desarrollo en las Américas y ha seguido desempeñando este liderazgo con respecto a los ODM. Como se observa en el capítulo 1, la Organización es uno de los participantes o miembro fundador de varias asociaciones regionales importantes dedicadas a acelerar el avance para cumplir los ODM. Entre estas se encuentran la Alianza de Salud del Recién Nacido para América Latina y el Caribe, el GTR, la Iniciativa para una Maternidad Segura, y la APND (estas iniciativas se describen con más detalle en los puntos ODM 4 y ODM 5, precedentes).

Otra alianza regional esencial para impulsar los ODM es la del Grupo de los Directores Regionales de las Naciones Unidas (GNUD-América Latina y el Caribe). Fundado en el 2003, el GNUD-América Latina y el Caribe reúne a los directores regionales de 20 organismos de las Naciones Unidas que trabajan en América Latina y el Caribe. El Grupo procura mejorar la eficacia de la cooperación técnica de las Naciones Unidas y de la ayuda a nivel de país, mediante el mejoramiento de la colaboración interinstitucional, la promoción de las prioridades del país, y la creación de sinergias. La Directora de la OPS colaboró estrechamente con otros directores regionales del Grupo en cuestiones como nutrición, mortalidad materna, derechos de los indígenas y participación de los jóvenes para impulsar los ODM.

A nivel de país, la Organización también colaboró con otros organismos de las Naciones Unidas de conformidad con la evaluación común para los países y el Marco de Asistencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo (ECP/MANUD), como afiliada en los equipos de coordinación de las Naciones Unidas y como organismo ejecutor de proyectos financiados por fondos fiduciarios multilaterales, entre otros, el Fondo para el Logro de los ODM de España, el Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para la Seguridad Humana (Japón),el Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para eliminar la violencia contra la mujer (varios donantes), y el Programa de Articulación del Desarrollo Rural en Guatemala (Suecia).

Fondo para el Logro de los ODM (España)


El Fondo para el Logro de los ODM fue establecido por el Gobierno de España en el 2006 en coordinación con el PNUD, a fin de acelerar las iniciativas destinadas a cumplir los ODM y respaldar la labor de reforma de las Naciones Unidas a nivel de país. El aporte hecho por España al Fondo, que ascendió a €528 millones, ha financiado proyectos en 50 países de África, Asia, el Oriente Medio y Europa oriental, así como en América Latina y el Caribe, donde el Fondo tiene su cartera más grande.

La OPS/OMS participó en programas financiados por el Fondo en 16 países de la Región de las Américas —Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana— en esferas que comprenden la niñez, la seguridad alimentaria y la nutrición; igualdad de género y empoderamiento de las mujeres; el medio ambiente y el cambio climático; gobernanza democrática y económica; prevención de conflictos y consolidación de la paz; el desarrollo y el sector privado, y la cultura y el desarrollo.

La Organización también ha colaborado con la Secretaría del Fondo PNUD-España para el logro de los ODM, situada en Nueva York, en la promoción de las prioridades de salud en los programas del Fondo y en la agilización de los procesos administrativos para las transferencias rápidas a los equipos de coordinación de las Naciones Unidas.


La OPS/OMS también se asoció con organismos bilaterales de desarrollo, entre otros AECID, ACDI, el Organismo Japonés de Cooperación Internacional (JICA), el Organismo Noruego de Cooperación para el Desarrollo (NORAD), el PEPFAR, la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (ASDI), la AID, y los CDC, que han aportado tanto financiamiento como cooperación técnica para proyectos y programas. Además, se llevaron a cabo actividades, proyectos, y programas conjuntos con varias ONG internacionales, entre ellas, la Alianza GAVI, Save the Children, Enfants du Monde, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, la Conferencia General de Adventistas del Séptimo Día, Partners in Health y la Cruz Roja Canadiense.

La Organización también colaboró con una amplia gama de asociados en sus Estados Miembros, como organizaciones profesionales, académicas, comunitarias, benéficas, religiosas y otras organizaciones de la sociedad civil. El trabajo realizado con todas estas asociaciones se sumó a la colaboración con autoridades gubernamentales a nivel nacional, departamental y local de diversos sectores, entre ellos, salud, educación, agricultura, desarrollo, medio ambiente y asuntos de la mujer y cuestiones indígenas, en actividades y proyectos que se han descrito en más detalle en las páginas precedentes.

Acceso a los medicamentos

La cooperación técnica en la esfera de los medicamentos esenciales ha ayudado a que los Estados Miembros amplíen el acceso a medicamentos y productos biológicos de calidad al reducir los gastos que deben pagar de su bolsillo las personas y las familias, especialmente las de menores recursos. Este trabajo comprendió desde el apoyo para la formulación, la ejecución y el seguimiento de las políticas farmacéuticas hasta la negociación para reducir los precios de los medicamentos y las compras de medicamentos e insumos en nombre de los países por conducto del Fondo Estratégico de la OPS.

El marco para las acciones en esta esfera comprende la tercera Estrategia de medicamentos esenciales (2008-2013) de la OMS, Funciones esenciales de salud pública (resolución CD42.R14, 2000), Acceso a los medicamentos (resolución CD45.R7, 2004), la Estrategia mundial y plan de acción sobre salud pública, innovación y propiedad intelectual de la OMS (resolución WHA61.21, 2008) y su contraparte regional, Salud pública, innovación y propiedad intelectual: una perspectiva regional (resolución CD48.R15, 2008).

Un agregado importante a este marco fue la nueva estrategia Fortalecimiento de las autoridades reguladoras nacionales de medicamentos y productos biológicos (resolución CD50.R9), que se ultimó en el 2010 y fue aprobada por el 50.o Consejo Directivo de la OPS. Procura mejorar las capacidades de los organismos nacionales de reglamentación para garantizar la calidad, la seguridad y la eficacia de los productos farmacéuticos mediante funciones como autorización de los ensayos clínicos y aprobación de los productos para su comercialización, la inspección y la concesión de licencias a los fabricantes y los distribuidores, y supervisión de la publicidad y el uso racional de los medicamentos. Para apoyar estas actividades, los organismos nacionales de reglamentación de Argentina, Brasil, Colombia y Cuba se seleccionaron como referencias regionales.

La Organización también elaboró una nueva estrategia acerca del uso de los medicamentos genéricos para mejorar el acceso a los fármacos y su uso racional. A finales del 2010 se publicó en la web una versión preliminar para su examen por los interesados directos y los comentarios recibidos se incorporaron en la versión definitiva, que se divulgó en la 6.a Conferencia Panamericana sobre Armonización de la Reglamentación Farmacéutica, celebrada en Brasilia (véase también más adelante).

Otra esfera importante del trabajo fue la promoción de la investigación y el desarrollo en temas de salud que aborden mejor las necesidades de salud pública de los países, entre otras la investigación y el desarrollo sobre las enfermedades desatendidas y las enfermedades de la pobreza. En el 2010, se publicó el libro Innovación para la salud en las Américas: promoción de la investigación y el desarrollo de productos para la salud, basado en las conclusiones de una conferencia celebrada en el 2009 y organizada conjuntamente por la OPS/OMS y el Programa Especial de Investigaciones y Enseñanzas sobre Enfermedades Tropicales (TDR). En el informe se presentan recomendaciones acerca de cómo crear sistemas para la innovación a los niveles nacional, subregional y regional para promover productos de salud asequibles y apropiados que aborden las prioridades en materia de salud de los Estados Miembros de la OPS/OMS.

La Organización también siguió desarrollando el proyecto “Acceso e innovación para la salud: una plataforma regional”, que consiste en una serie de herramientas virtuales que les permiten a los interesados directos de diferentes sectores interactuar de manera que puedan promover el acceso, el uso racional y el buen gobierno en el ámbito de los medicamentos esenciales y otras tecnologías sanitarias. La OPS/OMS presentó una propuesta y recibió comentarios acerca de la plataforma procedentes de autoridades sanitarias y reguladoras, académicos e investigadores, autoridades de ciencia y tecnología y representantes del sector manufacturero. Los asociados que participan en el proyecto comprenden a INFOMED de Cuba y BIREME; se ha recibido apoyo de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos, la Unión Europea (por conducto del TDR), Brasil y España.

La Red Panamericana de Armonización de la Reglamentación Farmacéutica (Red PARF) organizó la 6.a Conferencia Panamericana sobre Armonización de la Reglamentación Farmacéutica en Brasilia, en julio del 2011. La conferencia reunió a más de 300 participantes de 26 países, entre ellos, representantes de las autoridades sanitarias, expertos en cuestiones reglamentarias y afines, y representantes de la industria farmacéutica. Los grupos de trabajo de la Conferencia Panamericana sobre Armonización de la Reglamentación Farmacéutica, como los de buenas prácticas de laboratorio, productos biotecnológicos, registro de medicamentos y medicamentos falsificados presentaron los resultados de su trabajo en colaboración.

Fondo Estratégico de la OPS


Una de contribuciones más importantes de la Organización a la ampliación del acceso a medicamentos esenciales de calidad es el Fondo Rotatorio Regional para Suministros Estratégicos de Salud Pública de la OPS, también conocido como el Fondo Estratégico de la OPS. Establecido en el 2000 a petición de los Estados Miembros, el Fondo obtiene medicamentos y suministros a precios reducidos al mancomunar la demanda y lograr economías de escala, y presta cooperación técnica a los países en materia de planificación, programación y proyección de las necesidades en medicamentos y suministros. El Fondo también proporciona listas de precios de referencia y de proveedores precalificados, cuyos productos y métodos de fabricación cumplen las normas de la OPS/OMS.

En el 2010 y la primera mitad del 2011, el Fondo Estratégico de la OPS compró medicamentos y suministros por un valor total de más de US$ 50,5 millones a nombre de 16 países: Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Suriname y Venezuela.

Según se describe en el punto sobre el ODM 4 precedente, en el período 2010-2011, el Fondo Rotatorio del Programa Ampliado de Inmunización para la Compra de Vacunas de la OPS prestó apoyo similar para la compra de vacunas, jeringas y suministros de la cadena de frío, al adquirir casi US$ 723 millones en productos a nombre de 40 países y territorios.


En el Día Mundial de la Salud 2011, que se dedicó al tema de la resistencia a los antimicrobianos, la OPS/OMS patrocinó una mesa redonda especial moderada por la presentadora del noticiero del fin de semana de CNN en Español, Claudia Palacios, en la que participaron varios expertos, entre ellos, el doctor Anthony Fauci, Director del Instituto Nacional de la Alergia y las Enfermedades Infecciosas, de los Estados Unidos; el doctor Marcelo Galas, del Ministerio de Salud de Argentina; la doctora Susan Foster, de la Alianza para el Uso Prudente de los Antibióticos; y el Director Adjunto de la OPS, Jon Andrus. El evento puso de relieve varios problemas como las infecciones polifarmacorresistente contraídas en los hospitales o en la comunidad; la farmacorresistencia cada vez mayor a los medicamentos para la tuberculosis, la malaria y la infección por el VIH; el uso de antibióticos en la producción pecuaria; y las prácticas de los pacientes y los profesionales de salud que contribuyen a la resistencia a los antimicrobianos.

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Rostros, Voces y Lugares de los ODM

Si bien casi toda la cooperación técnica contribuye al avance hacia el cumplimiento de los ODM, la Iniciativa Rostros, Voces y Lugares se ha convertido en una de las principales iniciativas de la Organización para impulsar el programa de los ODM en las comunidades que más lo necesitan. Puesta en marcha en el 2006, esta iniciativa multisectorial trabaja en las comunidades vulnerables por intermedio de alianzas con líderes locales, organizaciones no gubernamentales y locales, con el propósito de acrecentar los conocimientos acerca de los ODM, además de promover la participación y el empoderamiento de la comunidad.

La iniciativa parte de la premisa de que los indicadores de nivel nacional ocultan la extrema pobreza y la exclusión social que siguen afectando a muchas comunidades, en particular en los países de ingresos medios, donde vive 90% de la población pobre. La iniciativa aborda este problema al trabajar en las comunidades vulnerables de toda América Latina y el Caribe, utilizando los determinantes sociales de la salud como punto de partida. Hasta el 2010-2011, más de 40 comunidades de 23 países estaban participando en la iniciativa.

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La iniciativa Rostros, Voces y Lugares de los ODM en la Región de las Américas


Anguila
Grupos de población vulnerables
Guatemala
Los Encuentros, San Juan Ermita,
Chiquimula
Argentina
Laguna Blanca, Formosa
Guyana
Costa del Esequibo y Georgetown
Belice
Grupos de población vulnerables
Granada
Hombres jóvenes en el Centro Médico Tivoli
Brasil
Guarulhos, São Paulo
Olina, Pernambuco
Duque de Caxias, Rio de Janeiro
Fortaleza, Ceará
Campinas, São Paulo
Honduras
La región Mosquitia
Bolivia
Cuarirenda, Charagua, Región de Chaco
Huacullani, Tiwanaku, cerca del lago Titicaca
México
Por medio de la red de municipios por la salud
Colombia
Cien municipios por intermedio del programa nacional de reducción de la pobreza; seis municipios por conducto de la estrategia nacional de entornos saludables.
Montserrat
Zonas afectadas por el huracán Hugo y por la erupción del volcán de la Soufrière
Costa Rica
Corredores, Puntarenas
Región Brunca
Nicaragua
San Carlos, río San Juan
Región Miskito
Cuba
El Cotorro. La Habana
Santa Isabel de las Lajas, Cienfuegos
Panamá
Santa Fe de Veraguas
Cinco municipios en Santa Fe
República Dominicana
Comendador y Pinzón, Elías Piña
Batey Madre, Batey Walterio y Batey Santa Cruz, Montecristo
Paraguay
Machareti, Mariscal Estigarribia, Chaco
Reducto y Laurelty, San Lorenzo
Dominica
Territorios de los caribes
Perú
Belén, Loreto, Iquitos
Coporaque, Cuzco
Ecuador
Colta, Alausí, Guamote y Nabón, Azuay
Uruguay
Canelones
El Salvador
Rosario de Mora, Santiago Texacuangos, San Salvador y Villa Centenario, Sonsonate
 


La iniciativa adopta estrategias participativas e intervenciones integradas con el objeto de facultar a las comunidades para que superen los determinantes sociales que los han mantenido en la pobreza y les impiden alcanzar los ODM. Promueve la comunicación horizontal y el intercambio de información entre los proveedores de cooperación técnica y los beneficiarios para conseguir que las intervenciones aborden los problemas y las prioridades determinadas por las propias comunidades y que esas soluciones sean sostenibles con el transcurso del tiempo.

En Bolivia, la iniciativa Rostros, Voces y Lugares se está ejecutando en Cuarirenda (Santa Cruz), que es una comunidad guaraní de menos de 500 residentes. Mediante un ejercicio participativo de diagnóstico, los miembros de la comunidad determinaron sus prioridades como la producción de alimentos en cantidades suficientes para satisfacer las necesidades nutricionales de cada familia; empoderamiento de las mujeres; ampliación del puesto local de salud para tener una sala de partos y poder ofrecer pruebas de detección sistemática del papiloma virus humano; capacitación de los miembros de la comunidad acerca de la forma de prevenir enfermedades comunes como la enfermedad de Chagas; y mejoramiento de los servicios de agua y saneamiento con la construcción de un pozo nuevo, el mejoramiento de las letrinas y el reciclaje de la basura.

En las comunidades cubanas de Cotorro (La Habana) y Santa Isabel de las Lajas, (Cienfuegos), la iniciativa está beneficiando principalmente a los niños en riesgo de sufrir trastornos del desarrollo neurológico, a las adolescentes embarazadas y a las personas de edad, mediante un enfoque que moviliza y faculta a la comunidad para atender las necesidades especiales de estos grupos.

En la República Dominicana, la iniciativa está trabajando en comunidades con altos niveles de desnutrición, saneamiento ambiental deficiente y una presencia considerable de refugiados haitianos. En coordinación con el Ministerio de Salud, la iniciativa ha impartido capacitación para los miembros de la comunidad en cuestiones de nutrición, malaria, dengue, cólera y leptospirosis, así como en construcción de letrinas.

A partir del 2010, la iniciativa empezó a ampliarse en forma autónoma a las comunidades y los municipios vecinos de los que ya estaban participando. Los alcaldes participantes en Panamá invitaron a líderes de 11 municipios nuevos a que se unieran a la iniciativa en el 2010, y en el 2011 extendieron una invitación similar a líderes de comunidades autóctonas. En Costa Rica, la iniciativa se ha difundido en toda la región de Brunca, la más pobre del país. En la zona de El Chaco, en América del Sur, los alcaldes de varias comunidades de Argentina, Bolivia y Paraguay se comprometieron a promover la iniciativa en otras comunidades mediante un proyecto de cooperación técnica entre países.

En las zonas rurales de Olinda y Guarulhos, los alcaldes participantes de Brasil crearon una red propia e invitaron a otros alcaldes de las comunidades circundantes a sus reuniones anuales. En el 2011, el Ministerio de Salud de Brasil reconoció formalmente la iniciativa como un programa de salud y le asignó financiamiento oficial del sector de la salud. El Consejo Nacional de Departamentos Municipales de Salud (CONASEMS) también prometió dar su apoyo.

La iniciativa se lanzó por primera vez en el Caribe de habla inglesa en el 2010-2011, gracias al trabajo de miembros del programa profesionales jóvenes por los ODM (una iniciativa conjunta de la OPS/OMS y varias universidades de Estados Unidos y Canadá). Entre los participantes se encuentran miembros de la tribu caribe en Dominica y comunidades vulnerables en Anguila, Granada y Montserrat.

Con base en sus experiencias en 23 países, la iniciativa ha preparado una Canasta Virtual de Mejores Prácticas a nivel de la comunidad para impulsar cada uno de los ODM.

Cuatro elementos clave han resultado esenciales para la puesta en práctica fructífera y sostenible de la iniciativa: la participación decidida de los alcaldes y otras autoridades locales, la creación de un grupo motor de líderes comunitarios que pueden aportar dirección e impulso, la participación de una institución académica como asociada en la ejecución y el empoderamiento de las comunidades mediante la formación de capacidad. La OPS/OMS está promoviendo este último elemento mediante un programa educativo de salud y desarrollo local, en el cual se han graduado 162 actores comunitarios de 23 países desde el 2009.

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1 Actualmente el GTR, bajo el secretariado del Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP), está integrado por la OPS/OMS, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Fondo de las Naciones Unidas para las Mujeres (UNIFEM), la Oficina de las Naciones Unidas para Servicios de Proyectos (UNOPS), la UNESCO, la CEPAL, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (AID), Family Care International, el Consejo de Población, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) y su rama latinoamericana FLASOG y la Confederación Internacional de Matronas (CIM). Los miembros asociados son ACNUR, PNUD, OIT, PNUMA, ONUSIDA, OCHA, FAO, Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) y el Banco Mundial. Los miembros y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) aportan el financiamiento.