En las iniciativas emblemáticas se materializan las estrategias de la OPS para hacer frente a los desafíos de salud más acuciantes en la Región. Estas iniciativas reflejan la manera en que la OPS aplica estas estrategias en términos prácticos y pueden abarcar desde iniciativas de salud hasta otras que aborden los aspectos económicos, industriales y de seguridad de la atención de salud en la Región de las Américas.
La OPS brinda a los países y territorios asistencia técnica, movilización de fondos y orientación sobre políticas para alcanzar los objetivos relativos a la eliminación de enfermedades. La iniciativa está en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular con la meta 3.3 de poner fin a las epidemias de enfermedades transmisibles para el año 2030.
La Iniciativa de Eliminación de Enfermedades se sustenta en logros anteriores relacionados con el control y la eliminación de enfermedades. De hecho, la Región de las Américas fue la primera del mundo en eliminar la rubéola, el síndrome de rubéola congénita (ambos en el 2015) y el sarampión (en el 2016). La viruela fue eliminada en 1973 (y erradicada en 1980) y la poliomielitis, en 1994.
La pandemia de COVID-19 desbarató las intervenciones de salud y frenó los avances. Aun así, en el 2024 la Iniciativa de Eliminación de Enfermedades recobró su ímpetu para acelerar la eliminación y aprovechar los logros anteriores en la Región.
En Belice, Jamaica y San Vicente y las Granadinas se certificó la eliminación de la transmisión maternoinfantil del VIH y la sífilis.
Por primera vez desde el 2019 aumentó la cobertura con la primera dosis de la vacuna contra el sarampión, la parotiditis y la rubéola, hasta el 87%.
La cobertura con la tercera dosis de la vacuna contra la difteria, el toxoide tetánico y la tosferina alcanzó el 86%.
Se redoblaron los esfuerzos por eliminar el cáncer cervicouterino mediante la vacunación contra el virus del papiloma humano y la mejora de las pruebas de detección.
Es necesario seguir invirtiendo en la infraestructura de salud, vigilancia y tratamiento para que los logros de eliminación alcanzados sean sostenibles.
Se están adoptando estrategias innovadoras, como herramientas digitales y técnicas de vigilancia genómica, para rastrear la transmisión de enfermedades.
En noviembre del 2024 se reverificó que la Región de las Américas está libre de sarampión endémico, gracias a la labor desempeñada por los Estados Miembros para aumentar la cobertura vacunal y reforzar la vigilancia y la respuesta rápida a los casos importados.
A pesar de estos logros, la OPS sigue subrayando la importancia de mantener las coberturas vacunales altas y una sólida vigilancia epidemiológica para evitar que reaparezca la transmisión endémica de los virus del sarampión o la rubéola. Los casos de sarampión detectados recientemente en algunos países también evidencian la necesidad de contar con una vigilancia continua y actividades de respuesta rápida. Resulta especialmente necesario no dejarse llevar por la complacencia en relación con la vacunación para enfermedades como la poliomielitis, que fue eliminada en la Región hace 30 años pero que todavía es prevalente en otros lugares del mundo, por lo que existe el riesgo de reintroducción a causa de los viajes internacionales.
Un elemento fundamental de la Iniciativa de Eliminación de Enfermedades son los grupos poblacionales a los que se dirige. Las enfermedades infecciosas desatendidas y las zoonosis afectan a grupos en situación de vulnerabilidad que no cuenta con acceso suficiente a servicios de salud integrados, como la población infantil, las comunidades rurales e indígenas, las mujeres afrodescendientes, las personas LGBTQ+, las personas migrantes y las personas en prisión.
En dichas circunstancias, con esta iniciativa no solo se pretende eliminar enfermedades e impedir que reaparezcan, sino también mejorar la calidad de vida de las personas, velando por su acceso a servicios de salud integrados, lo cual incluye, entre otras cosas, lo siguiente:
• Meningitis bacteriana
• Mantener la eliminación del sarampión, la rubéola, el síndrome de rubéola congénita, la poliomielitis y el tétanos neonatal
• Enfermedad de Chagas
• Lepra
• Tracoma
• Esquistosomiasis
• Parasitosis intestinales
• Filariasis linfática
• Rabia humana transmitida por el perro
• Hidatidosis
• Malaria
• Fiebre amarilla
• Hepatitis B
• Sífilis
• Infección por el VIH
• Enfermedad de Chagas
• Infección por el VIH/sida
• Sífilis y otras infecciones de transmisión sexual
• Hepatitis virales
• Cáncer cervicouterino por el virus del papiloma humano
• Cólera
• Tuberculosis
A lo largo de más de 122 años, la OPS y los países y territorios de la Región de las Américas han desempeñado una labor fundamental en relación con la eliminación de enfermedades.
Ver la cronología →
Sin embargo, la transformación digital exige profundos cambios culturales y grandes inversiones, además de mejoras en el capital humano de la Región. Debe implementarse teniendo en cuenta todas las oportunidades, sobre todo las que permitan subsanar las brechas, como pueden ser los obstáculos en el acceso a la atención de salud, y sin desatender las posibles desigualdades que surjan o se recrudezcan por causa de la brecha digital, por ejemplo, entre zonas urbanas y rurales, entre distintas edades y entre grupos socioeconómicos y étnicos.
Al situar la transformación digital en el más alto nivel de las agendas técnicas y políticas, la OPS encabeza los esfuerzos por acelerar el proceso transformador, subsanar las brechas y promover la toma de decisiones basada en datos a fin de mejorar los resultados en materia de salud. Con esta finalidad, ha puesto en marcha varias iniciativas para impulsar la transformación digital del sector de la salud en la Región.
Un elemento fundamental de este enfoque son las asociaciones estratégicas. La transformación digital es un proceso complejo que requiere no solo movilizar recursos y conocimientos especializados a gran escala, sino también adoptar un enfoque de todo el gobierno y armonizar la transformación digital de todos los sectores, una cuestión que se destacó y priorizó en la reunión del G20 celebrada en Brasil en septiembre del 2024. Si bien la OPS trabaja con numerosas entidades de los ámbitos privado, estatal y multilateral, su colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ocupa un lugar destacado en relación con las estrategias y capacidades digitales a nivel regional, subregional y nacional.
Nuevo acuerdo
Partiendo de las enseñanzas obtenidas con la iniciativa de sistemas de información para la salud, en abril del 2024 la OPS y el BID firmaron un acuerdo con tres objetivos:
En virtud del acuerdo, ambos organismos prestan asistencia técnica, económica y operativa para ofrecer herramientas de salud digital que permitan mejorar el acceso a la atención de salud y su cobertura, así como tomar decisiones de salud pública basadas en la evidencia.
La colaboración entre la OPS y el BID trasciende el ámbito tecnológico. Incluye una labor conjunta encaminada a fortalecer la capacidad de los países de prepararse y responder a los desastres y las emergencias de salud, para lo cual se les ofrece apoyo para las evaluaciones externas voluntarias de las capacidades básicas según el Reglamento Sanitario Internacional y en la redacción de propuestas técnicas para presentar al Fondo contra Pandemias, entre otras actividades.
En octubre del 2024, la OPS y el BID pusieron en marcha formalmente la Ruta Panamericana para la Salud Digital. Esta ruta se basa en parte en la iniciativa anterior sobre los sistemas de información para la salud, pero asume los retos y oportunidades que plantean las nuevas tecnologías e incorpora las enseñanzas de la pandemia de COVID-19.
La Ruta Panamericana para la Salud Digital se centra en las cuestiones técnicas inherentes a la adopción de tecnologías digitales, en particular en los siguientes ámbitos:
Interoperabilidad: Facilitar el flujo ininterrumpido de datos de salud entre los países y el acceso de la población a la información que necesita.
Infraestructura de salud digital: Sentar bases sólidas para el capital humano y los sistemas de salud digital, lo cual incluye la infraestructura, la gobernanza y los servicios.
Preparación ante pandemias: Aplicar las enseñanzas obtenidas con la pandemia de COVID-19, cuando la tecnología devino imprescindible.
Además de estas acciones, en el 2024 la OPS reforzó y amplió una serie de acciones que había emprendido en años anteriores.
Entre esas iniciativas, ya está en marcha una de las más destacadas: la plataforma de telesalud “Todo en uno” de la OPS. Se trata de un portal digital de código abierto concebido para integrar la telesalud en las redes de prestación de servicios de salud y para llevar los servicios de telesalud hasta las poblaciones remotas de la Región, convirtiendo la telemedicina en la nueva normalidad para el personal de salud y los pacientes, sobre todo quienes tienen enfermedades crónicas.
La OPS también ha diseñado un conjunto de herramientas para la transformación digital, una página web que ofrece recursos de tipo gerencial, técnico, comunicativo, científico y académico. Está dirigida a profesionales de la salud y responsables de las decisiones, entre otros públicos, pero también a la población general. Su objetivo es dar respuestas prácticas a cuestiones cotidianas relacionadas con el uso de las tecnologías de la información, especialmente en lo que se refiere a fortalecer los sistemas de información de salud y garantizar el acceso universal a datos de calidad y herramientas digitales en el ámbito de la salud. Además, la OPS está priorizando la adopción rápida de la inteligencia artificial en la salud pública y presta apoyo activo a los países para que estén mejor preparados ante posibles ciberataques en el sector de la salud.
El 2024 fue el primer año completo en el que se aplicó la iniciativa “Mejor Atención para las ENT: Acelerar las acciones en la atención primaria de salud”, cuyo objetivo es ampliar el acceso a los servicios relacionados con las ENT de manera de integrarlos en los sistemas de atención primaria de los países y territorios de la Región.
Las ENT han adquirido enorme importancia como factores de riesgo para la salud pública y la economía, dada su repercusión en la mano de obra, la productividad y los costos de salud. Al abordar estas enfermedades, la OPS está incidiendo en la causa más importante de mortalidad y discapacidad en la Región de las Américas, que también afecta seriamente la economía de los países y las comunidades.
Abordar las ENT implica promover políticas que reduzcan los factores de riesgo comunes: el consumo de tabaco, el consumo nocivo de alcohol, el sedentarismo y la alimentación poco saludable. También exige reforzar los sistemas de salud para ofrecer una atención de calidad a las ENT en el marco de la atención primaria, con vías de derivación a niveles de atención superiores, vigilancia y seguimiento.
Se estima que unos 240 millones de personas presentan alguna ENT y que una proporción significativa sigue sin estar diagnosticada ni tratada. Para remediar esta brecha diagnóstico-terapéutica, la OPS ha alentado a los Estados Miembros a adoptar la iniciativa “Mejor Atención para las ENT”.
Al igual que en el caso de muchas otras iniciativas de la OPS, esta iniciativa se basa en la atención primaria de salud, considerada la mejor manera de llegar a la mayor parte de las personas y comunidades en relación con algunos problemas de salud habituales que requieren tratamiento continuo, como las ENT.
La iniciativa tiene tres objetivos generales:
La lucha contra las ENT es una tarea compleja. Requiere el seguimiento continuo de los pacientes, atención preventiva, enfoques multidisciplinarios, integración de servicios y cambios en los hábitos personales.
La iniciativa “Mejor Atención para las ENT” es un ejemplo de la manera en que la OPS aprovecha sus recursos de una manera integrada y sustenta los proyectos nuevos en los proyectos existentes.
Los Fondos Rotatorios Regionales son mecanismos de cooperación técnica que permiten a los países de la Región de las Américas adquirir insumos de calidad a precios asequibles, de manera oportuna y con plena transparencia. En concreto, les permiten obtener:
Vacunas, neveras portátiles y jeringas
Medicamentos esenciales
Equipamiento médico
Su objetivo es permitir que la Región de las Américas tenga acceso a vacunas e insumos relacionados con la vacunación que sean de buena calidad.
Permite adquirir medicamentos esenciales e insumos de salud de calidad y brinda acceso a tecnologías sanitarias en general.
En el 2024, el Fondo Rotatorio para el Acceso a Vacunas aumentó su apoyo en un 7% en comparación con el 2023, por lo alcanzó los USD 691,4 millones. El Fondo Rotatorio Regional para Suministros Estratégicos de Salud Pública aumentó su ayuda en un 11%, por lo que alcanzó los USD 122 millones.
En el 2024, los Estados Miembros de la OPS reestructuraron las prioridades de los Fondos Rotatorios Regionales mediante una resolución, a fin de incrementar la seguridad sanitaria y la resiliencia en la Región. La reestructuración obedece en gran medida a lo aprendido durante la pandemia de COVID-19.
Gracias a su capacidad de unificar la demanda a nivel regional y de facilitar asociaciones, los Fondos Rotatorios Regionales son fundamentales para generar ecosistemas que, a su vez, mejoren el acceso en la Región.
En el año 2024 se inició una importante colaboración entre la farmacéutica estadounidense Pfizer, la farmacéutica argentina Sinergium Biotech, la OPS y el Gobierno de la República Argentina,
con el objetivo de producir la vacuna antineumocócica conjugada de 20 serotipos (PCV20) en dicho país y distribuirla a otros países de la Región. Esta vacuna contribuirá a reducir la carga de las enfermedades neumocócicas, al conferir protección de por vida a los grupos vulnerables, como la población infantil, las personas con comorbilidades y las personas mayores. La OPS, Sinergium y Pfizer firmaron un contrato para la distribución de las vacunas por medio de los Fondos Rotatorios Regionales.
La Región de las Américas cuenta con importantes capacidades de producción, pero el acceso regional a estas tecnologías sanitarias es limitado. Además, aún dependemos mucho de tecnologías y materiales externos, situación que afecta negativamente a la equidad de acceso y la resiliencia de la Región:
América Latina y el Caribe importan seis veces más productos farmacéuticos de los que exportan.
En el caso de las vacunas, la diferencia asciende a 80 veces más importaciones.
Solo el 13% de las importaciones farmacéuticas proceden de la propia Región.
Menos del 7% de las vacunas adquiridas mediante los Fondos Rotatorios Regionales de la OPS proceden de productores en la Región.
Estas deficiencias estructurales se hicieron dramáticamente visibles durante la pandemia de COVID-19, cuando las necesidades de la Región y la demanda mundial tropezaron con las interrupciones generalizadas de la cadena de suministro. En la Región se vivieron situaciones de desabastecimiento e inequidad en el acceso a las vacunas y otras tecnologías sanitarias, lo cual evidencia la necesidad inaplazable de incrementar su capacidad de innovación y producción.
En respuesta, el 59.º Consejo Directivo de la OPS aprobó, en el 2021, el documento Aumento de la capacidad de producción de medicamentos y tecnologías sanitarias esenciales y la correspondiente resolución CD59.R3. Estos documentos establecen un marco común y sostenible, con líneas de acción estratégicas y priorizadas, para orientar y guiar a los países de la Región. Dando cumplimiento a este mandato, en el 2023 la OPS puso en marcha la Plataforma Regional de Innovación y Producción, como programa especial.
La Plataforma Regional de Producción e Innovación de la OPS tiene cuatro pilares estratégicos:
Una de las grandes ventajas del enfoque de la OPS es que aprovecha los mecanismos ya establecidos, como los Fondos Rotatorios Regionales. Estos mecanismos canalizan la demanda a nivel regional, ofrecen previsibilidad a las empresas productoras y generan economías de escala que reducen los precios. En el 2024, los Estados Miembros añadieron nuevas flexibilidades a los Fondos Rotatorios Regionales de la OPS a fin de promover la producción local, una medida coordinada que propició el acuerdo entre Pfizer, la empresa argentina Sinergium Biotech y la OPS.
Esta situación constante dificulta que se logre la meta regional de 30 muertes por 100 000 nacidos vivos para el 2030, como se establece en la Agenda de Salud Sostenible para las Américas, fijada por los países de la Región en el 2017 y secundada por la OPS. Sería necesario alcanzar ese nivel para cumplir la meta 3.1 de los ODS de una RMM mundial de 70 para el 2030.
Fortalecer la gobernanza y la rectoría en el ámbito de la salud, y la gestión de la salud materna.
Expandir y fortalecer el primer nivel de atención, priorizando los territorios y los grupos poblacionales con cifras elevadas de RMM y de mortalidad materna.
Fortalecer las redes de servicios de salud, con énfasis en la atención de la salud materna, sexual y reproductiva.
Asegurar la calidad de la atención de la salud materna, sexual y reproductiva en las redes integradas de servicios de salud.
Garantizar que haya suficientes recursos humanos para la salud, que estén bien distribuidos, capacitados, equipados y motivados.
Empoderar a las mujeres, las familias y las comunidades para el cuidado de su salud y la exigibilidad del cumplimiento de sus derechos en materia de salud sexual y reproductiva.
Para alcanzar el ambicioso objetivo de reducir las muertes maternas a menos de 30 por 100 000 nacidos vivos de aquí al 2030, el llamado a la acción propone una estrategia múltiple centrada en la atención primaria:
Desde la atención primaria también se ofrece más flexibilidad y se conoce mejor la situación de salud de cada comunidad.