Expertos y autoridades bolivianas coinciden que la problemática del mercurio y su impacto en la salud pública requiere de un abordaje intersectorial en el país

taller mercurio

La Paz, Bolivia, 2 de febrero de 2024 (OPS)- Expertos y autoridades coincidieron que la problemática del mercurio y su impacto en la salud pública requiere de un abordaje intersectorial amplio que involucre la acción de varios ministerios del Poder Ejecutivo, otras entidades de Estado, actores como la academia, las organizaciones no gubernamentales y los propios involucrados en la minería de oro artesanal y en pequeña escala, así como los afectados por las exposiciones al mercurio metálico (durante la quema de amalgama sin uso de aparato cerrado) y al metilmercurio (a través del consumo de pescado contaminado).

Esta es una de las principales conclusiones a las que llegó el taller Salud pública, género y mercurio en comunidades de minería de oro artesanal y en pequeña escala (MAPE), realizado en La Paz, entre el 30 y 31 de enero del presente.

El taller contó con la participación de unidades técnicas de los ministerios de Salud y Deportes, de Medio Ambiente y Agua, y de Minería y Metalurgia, actores clave en la implementación del Convenio Internacional de Minamata para la reducción de mercurio en la minería de oro artesanal y de pequeña escala. Empero, los expertos nacionales e internacionales coincidieron con la afirmación del viceministro de Promoción de la Salud, Vigilancia Epidemiológica y Medicina Tradicional, Max Enríquez, que remarcó -al cerrar el taller- la necesidad de la acción intersectorial, incluyendo, por ejemplo, a los ministerios de Trabajo, Justicia, Presidencia, Economía, y Planificación del Desarrollo. “El problema de la contaminación ambiental por mercurio rebasa los límites del sector salud”, dijo la autoridad.

La experta regional de seguridad química de la Organización Panamericana de la Salud, Ana Boischio, precisó que la extracción del oro artesanal y en pequeña escala (MAPE) se practica en más de 70 países, y se estima que entre 14 y 19 millones de personas participan directamente en esta actividad, incluidos niños y mujeres. Bolivia es parte de estos países. “El mercurio sigue siendo el producto químico más utilizado para amalgamar el oro de la MAPE, a pesar de sus efectos adversos conocidos en la salud humana y el medio ambiente”, afirmó.

Otras conclusiones del taller especifican la necesidad de capacitación continua al recurso humano de salud sobre los riesgos en la salud humana que conlleva la exposición al mercurio, así como la necesidad de identificar las patologías asociadas a este problema.

Consumo saludable de pescado

Por otra parte, un punto relevante del evento fue el consumo saludable de pescado. Los expertos emitieron algunas recomendaciones sobre qué tipo de pescados de las zonas afectadas por la MAPE pueden ser consumidos por la población que tienen bajas concentraciones de mercurio.

Al respecto, la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) en apoyo al Ministerio de Salud y Deportes desarrolla la elaboración de un documento para uso comunitario, en poblaciones afectadas, denominado "Mi comunidad se cuida del mercurio", una suerte de guía para las comunidades acerca del consumo saludable de pescado.

“Este material considera diversos estudios científicos locales realizados por expertos que determinan la concentración promedio de mercurio en distintas especies de peces de la Amazonía boliviana y, en función a ello, se puede recomendar el consumo frecuente (peces con baja concentración de mercurio), consumo moderado o consumo reducido (peces con elevada concentración de mercurio)”, explicó Boischio. Apuntó, para tomar en cuenta, que “los peces carnívoros (peces que comen a otros peces más pequeños) son los que bioacumulan más mercurio. Por tanto, las mujeres embarazadas deben evitar el consumo de este tipo de peces. Mientras que los peces que se alimentan de frutas, semillas y otros vegetales son consideradas, en general, con baja concentración de mercurio y, en consecuencia, ser consumidas”, explicó Boischio.

Los participantes recomendaron como parte de las conclusiones que tanto los materiales informativos y de comunicación, así como la implementación de acciones incorporen variables socioculturales de las poblaciones indígenas afectadas como lenguas originarias, tipo de peces y costumbres en su consumo, rol de la mujer en la preparación de alimentos, entre otros.

Asimismo, se mencionó la necesidad de estandarizar de las metodologías para investigaciones: la toma de muestras en peces, alimentos y población humana.
 

La MAPE y los riesgos en la salud

Durante el desarrollo del taller se revisó la Guía paso a paso para desarrollar una estrategia de salud pública para la extracción de oro artesanal y en pequeña escala en el contexto del Convenio de Minamata sobre el mercurio de la OMS. Se acordó adaptar la guía al contexto del país y de las comunidades, principalmente indígenas, que no son mineras, pero que sí sufren los impactos de esta actividad aguas arriba.

La OMS señala que los riesgos para la salud relacionados con la MAPE están clasificados como químicos, biológicos, biológicos, biomecánicos, físicos y psicosociales. En el primer caso, están el mercurio, cianuro y otras sustancias contenidas en polvo y gases. En los riesgos biológicos están todas las enfermedades transmitidas por el agua y por vectores, infecciones de transmisión sexual; VIH/SIDA y tuberculosis. En los biomecánicos están las cargas de trabajo pesadas, tareas repetitivas, jornadas laborales largas y uso de equipos poco seguros. 

Entre los riesgos de salud físicos se hallan la exposición a vibraciones, ruidos fuertes, radicación, niveles bajos de oxígeno en los pozos, calor y humedad. Y, finalmente, los riesgos psicosociales relacionados con el abuso de drogas y alcohol, violencia de género, déficits nutricionales y otros riesgos derivados de las condiciones sociales, culturales y económicas que enfrentan los trabajadores de la MAPE. Esto sin dejar de lado el impacto sobre el medio ambiente y la salud humana de poblaciones no mineras.

Nota para editores:

El Convenio de Minamata sobre el Mercurio es un tratado internacional que fue adoptado en 2013 y entró en vigor en 2017 con el objetivo de proteger la salud humana y el medio ambiente de las emisiones antropogénicas y las emisiones de mercurio y sus compuestos. Los países que ratifica el Convenio de Minamata (convirtiéndose así en una “Parte” del Convenio) y notifican formalmente a la Secretaria del Convenio de Minamata que existe una MAPE “considerable” en su territorio están obligados a desarrollar un plan de acción nacional que describa su método para reducir y, cuando sea posible, acabar con el uso y la emisión de mercurio en la MAPE. 
Fotos de mujeres en la minería del oro y de explotación aurífera gentileza: Cumbre del Sajama (Ana María Araníbar).