Desde Vigía el Fuerte, Daniela Córdoba, funcionaria de la alcaldía local, aseguró que en su municipio no se había realizado una actividad de esta naturaleza, que lograra que el público se uniera con curiosidad y entusiasmo a los coros y al baile.
“Se pudieron transmitir conocimientos de la mejor manera. Es muy bueno trabajar estos temas con la comunidad porque así pueden estar alerta ante los signos de alarma en casos de COVID-19 o malaria, y saber en qué momento acudir al médico”, dijo Córdoba.
“Para nosotros es muy importante que esta modalidad que han implementado para enseñarle a la comunidad sobre la COVID-19 llegué hasta acá. Es muy enriquecedor", sostuvo la secretaria municipal de cultura de Bojayá, Yirleza Espinosa.
El segundo recorrido, también en enero, se realizó en largos traslados vía terrestre por los municipios de Cértegui, Tadó, Andagoya, Istmina y Condoto, a orillas del río San Juan; y por el municipio de Bagadó, a orillas del río Andágueda.
En febrero, junto con equipo de vacunadores, la campaña navegó el océano Pacífico hasta los municipios de Nuquí, Bahía Solano y Juradó, este último ubicado a pocos kilómetros de la frontera con Panamá.
“Nunca habíamos visto este tipo de iniciativas en el municipio. Es una actividad muy dinámica que ayuda a difundir mejor la información”, dijo Yeidy Murillo, enfermera jefa del área de promoción y prevención del Municipio de Nuquí. “No hay que esperar a estar enfermo para acceder a las vacunas”, añadió.