Llega a su sexta década el Servicio Médico Rural en Cuba

Servicio Médico Rural en Cuba

La Habana, Cuba, 10 de febrero del 2020 (OPS) -  El pasado 23 de enero el Servicio Médico Rural (SMR) en Cuba cumplió 60 años, y para celebrar el aniversario se organizaron varias acciones en el país. La oficina de OPS/OMS acompañó las actividades realizadas en la provincia de Cienfuegos, específicamente en el lomerío del Macizo Guamuhaya, perteneciente a este territorio. Entre los eventos estuvo la Graduación de los especialistas en Medicina General Integral (Médicos de Familia) formados en la montaña, y el III Taller de Medicina Rural y Atención Primaria de Salud, celebrado en la comunidad El Jovero, perteneciente al municipio Cumanayagua.

A estas actividades asistieron, entre otros actores, Sonia González López y Maidelis Figueroa Puerto, Intendente Municipal y funcionaria del gobierno en Cumanayagua, respectivamente; el Dr. Salvador Tamayo Muñiz, Director Provincial de Salud; la Dra. María Aurelia San Juan Boch, Vicerrectora Académica de la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos; y un equipo técnico de la Oficina de OPS/OMS en Cuba, liderado por el Representante, Dr. José Moya, y la consultora Lizette Pérez Perea.   

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En el marco de este taller, se organizó un panel interdisciplinario con la participación de especialistas que laboran en la zona rural, quienes compartieron sus experiencias como profesionales de medicina, enfermería, rehabilitación y estomatología. El intercambio fue propicio para informar, por ejemplo, sobre la intención que existe en Cienfuegos de concentrar en el área de salud conocida como San Blas –bien organizada y equipada para impulsar la medicina rural–, todos los consultorios médicos del ámbito montañoso de esa provincia.

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De igual forma, se comentó acerca de la ampliación de los servicios de terapia física y rehabilitación comunitaria; la consolidación del servicio y los laboratorios de Medicina Tradicional y Complementaria; y el desarrollo del Programa Materno Infantil (PAMI). Para este último, por ejemplo, se dispone de un Hogar Materno, donde las embarazadas con factores de riesgo, incluyendo el riesgo geográfico, son internadas a partir de las 28 semanas, con el propósito de garantizarles el seguimiento necesario hasta el final de la gestación, incluida la psicoprofilaxis obstétrica. Lo anterior ha tenido un favorable impacto en los resultados satisfactorios que durante varios años ha mantenido este programa de salud en el ámbito rural de Cienfuegos.

Instalaciones

Luego de concluido el taller, se realizó un recorrido por las montañas y zonas de difícil acceso en la provincia, con el objetivo de visitar diferentes servicios de salud allí establecidos, con el fin de garantizar cobertura y acceso universal a la salud. El itinerario incluyó cuatro comunidades: Crucecitas, El Nicho, Cuatro Vientos y San Blas, localidad donde se encuentra el policlínico docente desde el cual se lidera la gestión relacionada con la salud de la población rural en esta región del país.  

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A lo largo del trayecto, el equipo de OPS/OMS tuvo la oportunidad de conocer, además de la belleza de los paisajes, algunos de los rostros que, con total entrega, garantizan que la atención de salud llegue hasta el lugar más recóndito y humilde de Cuba. Este es el caso del Dr. Edgar Villa Jiménez, especialista de Medicina General Integral y trabajador de bata blanca del turquino cumanayagüense hace 22 años, quien se refirió a su labor médica con las siguientes palabras:

Desde el año 1997 soy médico en Cimarrones. Lamentablemente en aquella época no había docencia en el Escambray y tuve que ir hasta Barajagua a hacerme especialista, pero decidí regresar a Cimarrones, porque yo, desde que me gradué, quería vivir en la montaña. Y creo que no tengo mucho mérito; mi único mérito es llevar 22 años en la montaña.

Las vivencias de mi trabajo en Cimarrones son las que puede tener cualquier médico rural, como puede ser encontrarse con un lenguaje y unas tradiciones con las cuales debe acostumbrarse a lidiar el personal de salud. Una de las primeras cosas que aprendí con el profesor Castellanos, que fue quien me recibió y ubicó en Cimarrones, es que los guajiros tienen costumbres que hay que respetar. Y así, luego de 22 años, yo he madurado y he aprendido a convivir con todas esas cosas, que son parte de la población rural y que, además, en ocasiones hasta te conquistan. 

También aprendes a convivir con situaciones positivas y negativas, y a pesar de eso sigues trabajando y peleando. Al menos en mi caso, fui yo quien escogió estudiar medicina, y quien escogió la medicina rural. No estoy en Cimarrones porque me obligaron. Incluso me ha costado mucho convencer a algunas personas de mi vocación como médico rural. Espero que después de tantos años a nadie le quede dudas de esa vocación.   

Y voy a terminar con una anécdota: hace poco estuve en un país muy desarrollado, en los Alpes. Allí, en la casa donde me quedaba, encontré un niño con una sepsis en la piel que necesitaba antibiótico, y la familia debió trasladarse 30 kilómetros para conseguir una receta, porque en el lugar donde vivían no había un consultorio, ni un médico responsabilizado con la atención primaria. En ese momento valoré mucho el servicio de atención primaria que tenemos en Cuba. Es excepcional, y por eso estoy aquí.

Servicio Médico Rural en Cuba

Los orígenes y el desarrollo del Servicio Médico Rural cubano

Para rememorar cómo inició y se ha desarrollado el Servicio Médico Rural (SMR) en Cuba, el Dr. Tamayo Muñiz hizo un recuento de lo ocurrido a lo largo de estos 60 años. En ese sentido, comentó que la creación de este servicio constituye uno de los pilares que sustentan el actual Sistema Nacional de Salud, así como la concepción de salud pública con la que hoy día se trabaja en la isla.

En el año 1960, cuando todavía no había un sistema sanitario sólido en el país, se decidió constituir el SMR con el propósito de garantizar que los más pobres tuvieran acceso a los servicios de salud y a una atención médica digna.

En marzo de 1961 comenzó una etapa de refuerzo y consolidación de ese servicio, que consistió en ubicar a 365 médicos en los lugares más intricados de las lomas y los campos de Cuba. En ese momento, además, se tomó la decisión de incorporar estomatólogos.  

Por aquella época también se inició un programa de construcción de hospitales rurales, sobre todo en la Sierra Maestra y el Escambray, en la parte que hoy se conoce como Macizo montañoso Guamuhaya, que abarca las provincias de Sancti Spíritus, Villa Clara y Cienfuegos. El desarrollo que a partir de 1961 tuvo el SMR está inscrito en la memoria del campesinado cubano, y está latente en las instalaciones que se levantaron, todavía en funcionamiento.

Una nueva etapa se inició en 1982. Para ese año ya se había hecho un análisis de las deficiencias del Sistema de Salud de Cuba y se había detectado que estas se debían, fundamentalmente, a que no existía un primer nivel de atención sólido, y a la cantidad de médicos en ejercicio, insuficiente para los propósitos que había en el campo de la salud. Entonces se tomaron dos grandes decisiones:

  • constituir el Destacamento de Ciencias Médicas Carlos Juan Finlay, para formar miles de médicos, lo cual se ha mantenido hasta la actualidad
  • constituir el Contingente Médico Rural Manuel “Piti” Fajardo, para revitalizar el SMR

La concepción con este contingente era reclutar estudiantes del último año de medicina, que tuvieran una trayectoria destacada desde el punto de vista académico e integral, para que fueran terminar su carrera en los hospitales rurales. Fue en ese momento que todos los hospitales rurales de Cuba se convirtieron en hospitales docentes. Después, a esos médicos se les pedía pasar tres años de su servicio médico social en las mismas comunidades rurales donde habían concluido su formación, logrando así la permanencia de los médicos en estas zonas.

La experiencia de esos años ochenta fue maravillosa. No solo permitió ampliar y darle más calidad a la atención médica rural, sino que ayudó a la formación de un importante grupo de profesionales que hoy día son directivos del sector de la salud. En 1985, como colofón, el Programa del Médico y la Enfermera de la Familia, creado en 1984, se extendió a las lomas.

De esta forma se ha avanzado hasta la actualidad, y hace apenas cinco años, en diciembre de 2015, en la propia provincia de Cienfuegos, en el mismo municipio de Cumanayagua, se celebró el I Taller Nacional sobre Medicina Rural y Atención Primaria de Salud, para discutir sobre el desarrollo de una nueva etapa en la gestión de esta concepción médica y del primer nivel de atención en ámbitos rurales y de difícil acceso. Luego, en 2017, se llevó a cabo el II Taller, donde se celebró la graduación de médicos y estomatólogos generales integrales formados en las montañas y se debatieron resultados de la actividad científica que galenos, enfermeras y enfermeros desarrollan en el lomerío. Tales talleres han contado con el acompañamiento de importantes colegas y personalidades del sector, de la universidad, del gobierno provincial y municipal, y de la oficina de OPS/OMS.

Para concluir sus palabras, el Director Provincial de Salud compartió algunas aproximaciones al futuro en lo relacionado con la medicina rural en Cienfuegos, pero que en su mayoría resultan válidas para otras partes del país: incrementar la producción de tecnologías organizacionales en el área de gestión sanitaria, medicina rural y formación de recursos humanos; consolidar centros de información en atención primaria de salud y medicina rural; desarrollar cursos cortos y otros programas académicos de superación, como doctorados; mejorar las capacidades para el alojamiento en el ámbito rural, con el fin de desarrollar entrenamientos a estudiantes de la ELAM, que les permita familiarizarse con los futuros lugares de trabajo al regresar a los países de origen; instituir un premio para el primer nivel de atención en la medicina rural; y desarrollar nuevos servicios con proyección comunitaria.

No cabe dudas, según afirmaron las personas presentes en el III Taller, que hacia la conquista de esas metas, y otras similares, seguirán caminando quienes se entregan cada día al cuidado de la población más humilde del país.