La información falsa sobre las vacunas y la vacunación, ya sea que se difunda intencionalmente (desinformación) o no (información errónea), representa una grave amenaza para la salud pública en la Región de las Américas. Múltiples estudios han demostrado que la exposición a información errónea relacionada con las vacunas puede socavar la confianza de la población en el Programa Ampliado de Inmunización (PAI) y afectar negativamente las actitudes e intenciones de las personas hacia la vacunación, incluso entre quienes ya se han vacunado con anterioridad. Como es de esperar, la información errónea que da a entender que la vacunación es perjudicial y que parece científicamente creíble puede disuadir a las personas de vacunarse. Luchar contra quienes promueven el negacionismo científico y contra la información errónea que difunden es fundamental para mantener la confianza en la vacunación y proteger a la población frente a diversas enfermedades que se pueden prevenir gracias a ella. En esta lucha es fundamental comprender cómo y por qué se difunde la información errónea, así como qué estrategias se pueden emplear para combatirla, tanto antes como después de que las personas hayan estado expuestas a dicha información, y restablecer la confianza en la vacunación después de que se ha visto menoscabada. Los equipos de comunicación de riesgos y participación comunitaria del Ministerio de Salud enfrentan la difícil tarea de mantenerse al tanto de la información errónea a fin de poder monitorearla y tomar medidas enérgicas para combatirla cuando es necesario. Al colaborar a nivel nacional, distrital y local con diversos asociados, incluidos los trabajadores de salud, que han demostrado una y otra vez ser la fuente de información más confiable sobre las vacunas y la vacunación, los equipos de comunicación de riesgos y participación comunitaria pueden utilizar varias estrategias diferentes para dotar a su público destinatario de las herramientas y los conocimientos necesarios para hacer frente a la información errónea.