Informe de Juventud y Siniestralidad Vial

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La relevancia de las juventudes para el logro de la meta del ODS 3.6, en materia de reducción de siniestralidad vial. Septiembre de 2021

Los siniestros viales son una trampa de pobreza para la juventud, incide en el desarrollo social y el capital de salud de los países. En la última década, 20.000 jóvenes entre 15 y 29 años perdieron la vida en siniestros viales en Colombia, siendo el grupo etario que encabeza las cifras de muertes en el tránsito, sufriendo consecuencias en la pérdida de años productivos y en la dificultad de acceso a oportunidades en educación, recreación y desarrollo integral.

Como Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) y Fondo de Población para las Naciones Unidas (UNFPA), queremos elevar el discurso sobre la importancia de la prevención de siniestros viales en la juventud, dando a conocer un panorama en cifras de siniestralidad, así como del entorno socioeconómico en el que estos ocurren.

Estamos convencidos que los jóvenes tienen un rol protagónico en las decisiones de política pública y capacidad de incidencia en sus comunidades, para así poder lograr la meta de lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3.6 de disminuir por lo menos en un 50% los siniestros viales.

Este documento cuenta con las cifras más actualizadas en materia de indicadores, estudios e investigaciones recientes, que nutrirán el análisis en torno a la juventud y el impacto de los siniestros viales en sus vidas. La mayoría de los análisis presentados tiene como referencia el año 2019, período prepandemia, pero también hace un análisis de lo ocurrido en 2020 y sus repercusiones; año atípico en el comportamiento de la mayoría de los indicadores, a nivel país.

El informe se ha dividido en cuatro capítulos. En el primero, se realiza una caracterización de las juventudes en Colombia, su situación actual en cuanto al acceso a oportunidades y el flagelo que sufren a causa de la siniestralidad vial. Posteriormente, el segundo capítulo presenta un análisis de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el rol de las juventudes para alcanzar las metas previstas para esta nueva década de acción, en materia de seguridad vial. El tercer capítulo aborda la pérdida de inversión en las juventudes y la necesidad de brindar acompañamiento desde la primera infancia, así como a lo largo de las siguientes etapas del curso de la vida. Finalmente, el cuarto capítulo muestra el potencial que tiene las juventudes en el posicionamiento de la política pública, y en la promoción del liderazgo activo y  propositivo para incidir en la gobernanza.