Palabras de la doctora Carissa F. Etienne en la recepción del 120º Aniversario de la OPS

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Gracias, doctor Elmer Huerta, por sus amables palabras.

Distinguidos invitados, embajadores, señor Secretario General de la OEA, amigos y colaboradores, y colegas de la OPS:

Es un privilegio estar aquí con ustedes, y es un gran placer darles la bienvenida al evento de esta noche para celebrar el 120.° aniversario de la Organización Panamericana de la Salud. En toda la Región de las Américas se han realizado numerosos actos y celebraciones para conmemorar este hito en la historia de la institución de salud pública más antigua del mundo.

Hace 120 años, justo enfrente del jardín de la Casa Blanca, el presidente Theodore Roosevelt y los delegados de diez países de la Región de las Américas se reunieron aquí mismo, en la ciudad de Washington, con el fin de elaborar un plan para controlar la fiebre amarilla, que estaba devastando a nuestra Región y retrasando la construcción del Canal de Panamá.

Fue en esa reunión histórica que nació la OPS, con una misión sencilla pero poderosa: llevar salud a todos los pueblos del continente americano.

Ese histórico evento marcó el comienzo de la diplomacia en la salud en nuestra Región y sentó un precedente para los países de todo el mundo.

Al dar una mirada retrospectiva a los años transcurridos y a la historia de esta institución, recuerdo el poder y la importancia de la solidaridad para construir un futuro más saludable y esperanzador.

Juntos, la OPS y sus Estados Miembros han erradicado enfermedades, construido sistemas de salud y asegurado que más personas de la Región tengan una vida sana y productiva.

Nuestra Región ha hecho todo eso a pesar de las diferencias políticas, en medio de conflictos nacionales y mundiales, y de los muchos desafíos que ha enfrentado a lo largo de los últimos 120 años.

Durante ese período, la Región de las Américas se ha apoyado en la cooperación porque entendemos que nuestra salud, nuestra seguridad y nuestra prosperidad son interdependientes.

Juntos, también hemos comprendido el valor universal de la salud y su aceptación, así como su potencial para servir de puente para la paz, la solidaridad y el entendimiento.

Por eso, la Región de las Américas ha sido desde hace tiempo una defensora acérrima de la salud.

Esta noche escucharemos mensajes de tres exdirectores de la secretaría de la OPS que contribuyeron a estos éxitos a lo largo de 30 años: el doctor Carlisle Guerra de Macedo, Sir George Alleyne y la doctora Mirta Roses. Gracias por los avances que lograron con su liderazgo excepcional y que sirvieron para que nosotros pudiéramos seguir sus pasos.

También quisiera recordar y agradecer a todos los exfuncionarios y trabajadores contingentes de la OPS, quienes a lo largo de estos 120 años sirvieron a los pueblos de la Región de las Américas con gran excelencia y altruismo.

He tenido el honor de conducir a la OPS en calidad de Directora durante un decenio, y he visto directamente el impacto de esta institución.

Durante mi mandato, hemos eliminado la transmisión endémica del sarampión y la rubéola, hemos ayudado a ocho países a poner fin a la transmisión maternoinfantil de la infección por el VIH y la sífilis, y hemos brindado apoyo a otros cuatro en la eliminación de la oncocercosis.

En los últimos diez años, juntos hemos enfrentado epidemias de chikunguña y de la enfermedad por el virus del Zika, brotes de cólera y fiebre amarilla, y olas periódicas de gripe y dengue.

Hemos superado estos desafíos solo porque trabajamos de manera mancomunada, intercambiando datos, enseñanzas y pericia.

La pandemia de COVID-19 se ha destacado por su escala y su alcance, pero ha puesto de relieve como nunca antes la importancia de la solidaridad y el panamericanismo para responder a las crisis.

De cara al futuro, espero que nuestra Región siga convencida de que la salud es esencial para construir sociedades más productivas y prósperas.

Espero también que, independientemente de los desafíos que tengamos por delante, sigamos confiando en nuestros valores regionales de solidaridad y colaboración, y en nuestro compromiso inquebrantable con la equidad en la salud.

Estos valores han sido la base de nuestra institución y la razón por la que hemos podido lograr tanto.

La finalidad de este evento no es formular una visión, sino celebrar.

A lo largo de esta velada escucharán a líderes de toda la Región que han sido testigos de los avances realizados en el ámbito de la salud y que continúan desempeñando un importante papel en el legado de la OPS.

Antes de invitar a otros a subir al podio, quisiera dejarles una nota de agradecimiento.

Ha sido un honor servir en calidad de Directora de la OPS.

Quisiera agradecer a todos la confianza que han depositado en mí y su disposición para colaborar en pro de la salud de nuestra Región.

También quisiera tomarme un momento para agradecer al increíble personal de esta organización, cuyo compromiso y profesionalismo me siguen llenando de gratitud y honra.

He aprendido mucho de ustedes y seguiré defendiéndolos con denuedo después de que termine mi mandato en la OPS.

Gracias a todos por su atención.

Ahora volvamos a usted, doctor Huerta.