Junio 2025
“Garantizar el acceso al diagnóstico y tratamiento para todas las personas es clave para alcanzar y mantener cero casos de malaria”, afirmó la doctora Marthelise Eersel, quien dirige el Programa de Malaria de Suriname. Este año, Suriname se convirtió en el primer país de la región amazónica en recibir la certificación de país libre de malaria por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Para la doctora Eersel, capacitar a los miembros de las comunidades locales fue fundamental para lograr este éxito. Este enfoque permitió identificar, tratar y notificar los casos sospechosos, incluso en las zonas más remotas, y ayudó a prevenir la reaparición de la enfermedad. “Donde haya una comunidad, se puede capacitar a personas para diagnosticar y tratar la malaria y reportar los casos”, agregó.
Suriname, ubicado en la costa noreste de Sudamérica, comparte fronteras con Guyana, Guayana Francesa y Brasil. Más del 90 % del país está cubierto por selva tropical. Su economía depende en gran medida de la extracción de recursos naturales, sobre todo la minería de oro, que a menudo implica el desplazamiento de personas entre zonas endémicas de malaria, lo que constituye un factor clave en la transmisión. Además, las poblaciones indígenas amerindias y cimarronas, que también habitan en el Amazonas, viajan con frecuencia para visitar a familiares, realizar actividades comerciales o participar en eventos culturales y religiosos.