• Profesionales a cargo del estudio durante la revisión de uno de los perros de la comunidad
    OPS/OMS Costa Rica
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Un estudio para prevenir y proteger a Costa Rica de la leishmaniasis visceral

En 2019, Ana (nombre ficticio), vecina de la localidad de Tempate, en la provincia de Guanacaste, enfrentó una situación médica crítica: su hija de 2 años comenzó a presentar fiebre de origen desconocido, agrandamiento del bazo y plaquetas bajas. Tras meses de estudios, biopsias y tratamientos, un diagnóstico sorprendió: leishmaniasis visceral (LV), una enfermedad parasitaria transmitida por la picadura de un flebótomo, un insecto más pequeño que un mosquito. Este caso -el primero en la zona- motivó un estudio de foco en 2024 en los distritos de Nuevo Colón y Tempate, año en que el caso fue conocido por las autoridades nacionales. El estudio fue liderado por el Ministerio de Salud y la Caja Costarricense del Seguro Social, con el acompañamiento técnico de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Universidad Nacional.

“En situaciones de brote ante un caso confirmado de leishmaniasis visceral en una zona donde no existía transmisión conocida, la OPS recomienda realizar un estudio de foco” explica Gabriela Rey, Oficial Técnica de la Organización para enfermedades transmitidas por vectores. “El estudio es una acción de vigilancia que permite confirmar la autoctonía, conocer el ciclo y caracterizar la  transmisión y, así, orientar las recomendaciones y las medidas de vigilancia, prevención y control de esta enfermedad”, agregó.

Entrevista en una de las viviendas de las comunidades
El equipo realizó un recorrido y visitas a 60 viviendas para realizar una entrevista corta a los habitantes que permitiera identificar personas con síntomas característicos de la enfermedad.

¿Qué es la leishmaniasis?
"Es una enfermedad causada por un parásito que es transmitido por un vector, el flebótomo” explica Samantha Valadas, Oficial Técnica del Programa Regional de Leishmaniasis de la OPS. Según indica la experta, de todas las formas de leishmaniasis que existen, la visceral es la más grave: “Si no se diagnostica y trata a tiempo, puede ser mortal hasta en el 90% de los casos", enfatizó. La LV afecta órganos internos, mientras la forma cutánea (LC) causa lesiones en la piel y la mucocutánea o mucosa (LM), en las mucosas, principalmente oral y nasal.

A nivel mundial, la leishmaniasis se encuentra entre las diez principales enfermedades tropicales desatendidas, con más de 12 millones de personas infectadas.

En Costa Rica para el año 2023 se reportaron 668 casos de leishmaniasis cutánea para una incidencia del 15,21 por cada 100.00 habitantes. No obstante, desde hace más de 20 años el país no ha reportado casos de leishmaniasis visceral, por lo cual, el caso de la niña motivó a los expertos a realizar este estudio.

Equipo de OPS y del Ministerio de Salud durante las entrevistas a comunidades
La coordinación entre OPS y las instituciones nacionales de salud fue clave para la realización del estudio, especialmente, el apoyo del personal local que conoce las comunidades.

Trampas, muestras y entrevistas: así se sigue la pista al parásito
Del 9 al 13 de septiembre de 2024, 20 profesionales (médicos, epidemiólogos, veterinarios y entomólogo) ejecutaron una estrategia basada en tres pilares:

  • Vigilancia humana: Búsqueda activa de casos sospechosos de LV en 60 viviendas de ambos distritos. El equipo realizó un recorrido y visitas casa por casa para preguntarle y verificar con las personas de la comunidad si alguien en su familia había tenido síntomas característicos de la enfermedad.
  • Vigilancia entomológica: Según explica Edmundo Morales, entomólogo de la OPS: "Colocamos trampas luminosas CDC para capturar flebótomos y determinar su presencia en zonas cercanas a casos reportados, con el propósito de confirmar la transmisión local". En total, 20 trampas luminosas fueron colocadas en viviendas (dentro y fuera de éstas) donde hubiera presencia de animales domésticos y materia orgánica, consideradas situaciones favorables para presencia y creación del vector.
  • Vigilancia en perros: 158 canes fueron examinados con pruebas rápidas de sangre. Aunque ningún animal dio positivo, seis presentaron síntomas compatibles que requirieron tomar muestras para realización de pruebas adicionales. Según Arthur Velho, veterinario de la Fundación Oswaldo Cruz en Brasil y uno de los líderes del trabajo en campo, la prueba rápida es uno de los mecanismos utilizados para la vigilancia de esta enfermedad, pero debe ser complementada: “esta prueba rápida nos permite tener un primer contacto con perros para saber si han estado- o no- en contacto con el parásito causante de esa enfermedad. Sin embargo, toda prueba requiere una confirmación, y un perro que da positivo no es un caso confirmado: debe pasar a otras pruebas, como pruebas moleculares, para confirmar el diagnóstico” explicó el veterinario.
Colocación de una de las trampas de flebótomos
20 trampas luminosas fueron colocadas en viviendas donde hubiera presencia de animales domésticos y materia orgánica, consideradas situaciones favorables para presencia y creación del vector.

Durante este estudio se brindó acompañamiento técnico para reforzar la capacidad del personal de salud en la detección oportuna de la enfermedad, enfatizando en la necesidad de capacitar a médicos y profesionales de salud en la sospecha clínica, el diagnóstico mediante técnicas de laboratorio adecuadas, así como en el tratamiento y seguimiento de los casos confirmados.

Bienestar animal: un compromiso irrenunciable
El estudio priorizó el respeto hacia los animales, según Víctor Montenegro, veterinario de la Universidad Nacional:  "Cada procedimiento en perros, como la toma de muestras, requirió la firma de un consentimiento informado por parte de los propietarios, además, la sedación siguió protocolos avalados por comités de ética", recalcó Montenegro. Karla Monge, vecina de Nuevo Colón, lo confirma: "Nos explicaron todo. Es bueno que cuiden a nuestras mascotas".

Para muchos habitantes, la leishmaniasis visceral era un término ajeno o bien, sobre el cual sabían poco. María Martínez, vecina de Nuevo Colón, cuenta que ella pensaba que la enfermedad ya no existía: "Antes se hablaba del ‘papalomoyo’, pero hoy casi no, yo lo he escuchado sólo de los señores mayores, que dicen que causa muchas complicaciones", recordó. Pese a esto, la participación fue clave. "Estamos dispuestos a ayudar. Los animales son parte de nuestra familia", indicó Karla, vecina de María.

La revisión de los canes incluyó ojos y mucosas
158 canes fueron examinados con pruebas rápidas de sangre. El examen incluyó la revisión de ojos y mucosas.

Próximos pasos: fortalecer la prevención y la educación
Aunque las trampas revelaron flebótomos en zonas cercanas a viviendas de pacientes, se están realizando análisis para identificar si corresponde o no a la especie vectora de leishmaniasis visceral. Cuando los resultados estén listos la OPS/OMS los presentará a las autoridades nacionales.

La leishmaniasis visceral, si bien es rara en Costa Rica, exige vigilancia constante. El caso de la hija de Ana —hoy recuperada— subraya la importancia de diagnósticos oportunos, tratamiento adecuado  y educación comunitaria.

Con cooperación técnica, rigor científico y diálogo comunitario, Costa Rica refuerza su capacidad para detectar y actuar ante enfermedades desatendidas, recordando que la salud pública se construye entre todos, por lo tanto, ante a un caso sospechoso de leishmaniasis visceral es necesario notificar inmediatamente a las autoridades sanitarias.  

Personal de OPS y Ministerio de Salud posan para la fotografía con 2 niños de la comunidad y sus mascotas