Semana del bienestar 2018 - Acercando la salud a las comunidades más vulnerables en El Salvador

Nancy Vides, El Salvador

Un poco de educación, otro de orientación en hábitos saludables; una parte de autocuidado, otra de seguimiento a la toma del medicamento, y una pizca de organización comunitaria y empoderamiento es la receta que aplica Nancy Vides en el municipio de Mejicanos, en San Salvador, el Salvador, para promover la salud de su comunidad.

"Todos estos elementos nos ayudan a asegurarnos de que nuestra comunidad está recibiendo los cuidados que necesita", dice Nancy.

Esta mujer de 43 años es una de los 3.000 promotores de salud que integran los Equipos Comunitarios de Salud Familiar (ECOS), creados en 2009 por el Ministerio de Salud Pública, con el fin de mejorar el acceso a la salud de más de 2 millones de personas en El Salvador.

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Durante sus siete años como promotora de salud, Nancy ha logrado motivar a su comunidad a superar barreras geográficas y culturales que dificultan el acceso a los servicios de salud. Cada mes, ha realizado 200 visitas a domicilio a los 740 individuos que viven en su área.

Su rango de deberes es amplio y abarca desde vacunar, hasta brindar charlas sobre educación sexual y reproductiva, promover buenos hábitos para mejorar la esperanza de vida de la infancia, enseñar acerca de agua y saneamiento, y fomentar estilos de vida saludables para prevenir enfermedades crónicas.

Otra de sus responsabilidades es el seguimiento a mujeres embarazadas. Nancy recuerda cuando le salvó la vida a su vecina Damaris (37 años), quien estaba embarazada y debió ser internada en terapia intensiva por presión arterial alta. Nancy cuenta que su acción le costó el enojo inicial del marido de Damaris por no haberle informado primero. “El esposo estaba bastante molesto, pero una vez que pudo verla y hablarle, se sintió culpable por haberse molestado y se disculpó. Nos agradeció por haberles salvado la vida de su esposa y a su bebé… si no la hubiéramos llevado, ella y su bebé habrían muerto", considera.

La experiencia con Damaris y su bebé impactó en toda la comunidad y ayudó a crear confianza entre los promotores de salud y las personas. "Esto es un éxito, porque nos da más credibilidad y confianza con el equipo", agrega.

Para Nancy y sus compañeros promotores de salud, mantener a su comunidad saludable no es un pasatiempo, es su “razón de ser", afirma. Y considera que lo que hace va más allá de la obligación que siente hacia los padres y madres de la comunidad. Se basa, asegura, en una profunda "convicción de que (la promoción de la salud) es la única manera de garantizar la salud de todos los niños en el país".

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"El esposo estaba bastante molesto" dice Nancy. "Pero una vez que él pudo verla y hablarle, él se sintió culpable por haberse molestado y se disculpó. Nos agradeció por haber salvado la vida de su esposa y su bebe… si no la hubiéramos llevado a que le dieran tratamiento, ella y su bebe pudiesen haber muerto."

La experiencia con Damaris y su bebé impactó a toda la comunidad, dice Nancy. Es una llamada de atención para que las personas comprendan la importancia de cuidarse a sí mismos y de cómo pueden mantenerse sanos. Pero más que eso, también ayudó a crear confianza entre los promotores de salud y las comunidades a las que sirven.

Para Nancy y sus compañeros promotores de salud, mantener a su comunidad saludable no es solo un pasatiempo. "Es nuestra razón de ser," dice ella. Va más allá de la obligación que siente hacia los padres y las madres de la comunidad, va hacia una profunda "convicción de que [la promoción de la salud] es la única manera de garantizar la salud de las y los niños en el país".