Washington, D.C., 1 de mayo de 2025 – La Organización Panamericana de la Salud (OPS) apoyó la Reunión Especial de la Comisión de Seguridad Hemisférica de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para abordar las preocupaciones sobre la seguridad de los pequeños Estados insulares y de las zonas costeras bajas en desarrollo del Caribe. La reunión brindó una oportunidad única para el diálogo de alto nivel y el fortalecimiento de la colaboración estratégica entre los Estados Miembros de la OEA, las instituciones regionales, la sociedad civil, los socios internacionales para el desarrollo y los expertos técnicos.
La Región de las Américas es conocida por tener la tasa de homicidios más alta del mundo (19,26 por 100.000 en 2021, en comparación con 6,1 por 100.000), más del triple del promedio mundial. Varios países del Caribe superan este promedio regional (por 100.000 habitantes), como Bahamas (44,6), Belice (38,3), Haití (20,9), Jamaica (51,9), Santa Lucía (20,1), San Vicente y las Granadinas (34,6) y Trinidad y Tobago (37,7). La región también presenta la tasa de homicidios más alta en menores de 18 años (5,8 por 100.000, en comparación con 1,7 por 100.000 a nivel mundial), siendo los hombres jóvenes y los niños particularmente vulnerables. Más allá de estas impactantes cifras, las consecuencias de la violencia van mucho más allá de la muerte e incluyen lesiones, problemas de salud mental y física, la adopción de comportamientos nocivos, así como diversas consecuencias socioeconómicas negativas. El homicidio se relaciona con otras formas de violencia a lo largo de la vida, como presenciar violencia en el hogar, castigos corporales, acoso escolar y peleas físicas.
En respuesta a la escalada de violencia, la Comunidad del Caribe (CARICOM) ha adoptado un enfoque transformador. Los Jefes de Gobierno de CARICOM han declarado la delincuencia y la violencia como problemas de salud pública y se han comprometido a incorporar estrategias basadas en la evidencia que aborden las causas profundas de la violencia mediante la coordinación multisectorial.
La OPS contribuyó a la conceptualización de la Reunión Especial, basándose en su larga trayectoria de promoción de un enfoque de salud pública para la violencia. En su presentación, la OPS destacó el valor añadido de un enfoque de salud pública para la violencia, basándose en marcos y herramientas existentes, como los marcos INSPIRE y RESPECT, así como en ejemplos de países de toda la Región.
“Un enfoque de salud pública nos ayuda a centrarnos en lo que funciona, en las intervenciones respaldadas por la evidencia, que tienen mayor probabilidad de ofrecer un alto retorno de la inversión y generar resultados positivos para nuestras comunidades”, enfatizó el Dr. Anselm Hennis, Director del Departamento de Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental de la OPS. La identificación temprana de grupos en riesgo que utilizan los servicios de salud, el fortalecimiento del acceso a servicios de salud mental para niños y adolescentes en riesgo, la capacitación del personal de primera línea, así como el uso de datos sobre lesiones para identificar focos de violencia y optimizar las intervenciones, son ejemplos de intervenciones basadas en la evidencia que se debatieron.
La reunión especial fue presidida por Su Excelencia la Embajadora Jacinth Henry-Martin, Representante Permanente de Saint Kitts y Nevis ante la OEA y Presidenta de la Comisión de Seguridad Hemisférica. El Honorable Dr. Ralph E. Gonsalves, Primer Ministro de San Vicente y las Granadinas y Presidente, pronunció el discurso inaugural. También participaron representantes de la Agencia de Investigación en Salud Pública del Caribe (CARPHA), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), CARICOM IMPACS, así como expertos seleccionados de Belice, Guyana, Jamaica y Saint Kitts y Nevis. La reunión especial representó un paso crucial en el avance de los países hacia un marco subregional para orientar a los Pequeños Estados Insulares y de Zonas Costeras Bajas en Desarrollo en la lucha contra la delincuencia y la violencia mediante un enfoque de salud pública. La Sesión Especial se benefició de un intenso debate entre los Estados Miembros de la OEA, en el que muchos tomaron la palabra para compartir sus experiencias y destacar la importancia del diálogo subregional y regional sobre este tema.
La OPS es miembro del Grupo Técnico de Trabajo de CARICOM, encargado de desarrollar un modelo lógico que aborde la delincuencia y la violencia como un problema de salud pública, y se compromete a colaborar con los países y socios para impulsar este importante tema en la Región de las Américas.
Para más información:
INSPIRE: Siete Estrategias para Poner Fin a la Violencia contra Niños y Niñas
RESPETO: Siete Estrategias para la Prevención de la Violencia contra las Mujeres
