OPS: Los casos de cólera probablemente aumenten en Haití

Washington, D.C., 25 de octubre del 2010 (OPS). Es probable que el número de casos de cólera en Haití aumente y que se produzcan casos en otras áreas del país, afirmó hoy un alto funcionario de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) en una conferencia de prensa sobre la epidemia de cólera en Haití.

Según los informes más recientes del Ministerio de Salud de Haití, se han producido 3.015 casos de cólera y 253 muertes. Se están investigando casos presuntos en los departamentos del Norte y del Sur, y se han confirmado cinco casos en el departamento del Oeste, donde está la capital, Puerto Príncipe.

Sin embargo, estas cifras "casi sin duda constituyen una subestimación del número verdadero de casos", dijo el doctor Jon Andrus, Director Adjunto de la OPS.  

Eso se debe a que, en general, alrededor del 75% de las personas que tienen cólera no presentan síntomas pero pueden excretar las bacterias en el medio ambiente durante dos semanas después de contraer la infección, y de esa forma pueden infectar a otras personas. El riesgo es especialmente grande en los lugares donde el saneamiento es deficiente, como ocurre en muchas partes de Haití.

La OPS está ayudando al Ministerio de Salud haitiano a tomar medidas preventivas, proporcionando cloro en polvo para el tratamiento del agua y haciendo pruebas de la calidad del agua, además de apoyar las medidas para promover una mejor higiene personal, como lavarse las manos, usar métodos correctos para manipular los alimentos y evitar la defecación en lugares abiertos.

Aunque muchos haitianos están viviendo en campamentos temporarios como consecuencia del terremoto del 12 de enero, el doctor Andrus observó que estas personas desplazadas reciben agua potable como parte de las actividades de socorro y reconstrucción. Reconoció que los habitantes de barrios pobres más afianzados, como los de Puerto Príncipe, posiblemente corran un riesgo mayor porque la labor de socorro no ha sido tan intensa en esas áreas.

Además de la prevención, la OPS está procurando también que las personas que se enferman reciban tratamiento con rapidez. Cerca de 80% de estas personas tienen solo síntomas leves o moderados y alrededor de 20% presentan diarrea aguda con deshidratación grave, que puede provocar la muerte. Las personas con inmunidad baja, como los niños malnutridos y las personas infectadas por el VIH, corren un riesgo mayor de morir si contraen cólera.

"Si una persona contrae la infección, es crucial que reciba tratamiento eficaz oportunamente", manifestó Andrus. Para la mayoría de los pacientes, las sales de rehidratación oral resultan eficaces y pueden ser administradas sin llevar a los pacientes a hospitales o establecimientos de salud.

Los casos más graves requieren tratamiento con líquidos intravenosos y antibióticos, los cuales, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, son eficaces para la cepa de cólera del brote de Haití.

El manejo seguro de los cadáveres, incluida la preparación para el entierro, también es importante, ya que los líquidos corporales pueden ser una fuente de contagio. Cerca de 46% de las muertes notificadas hasta ahora se han producido en hospitales, pero 54% se han producido en la comunidad.

"El destino final apropiado de los cadáveres es definitivamente un problema, y la OPS está movilizando expertos en esta área para que viajen a Haití", señaló Andrus.

La OPS ha estado movilizando expertos internacionales en epidemiología, tratamiento de urgencia, agua y saneamiento, comunicación de riesgos y manejo de casos, enviándolos a Haití y a la República Dominicana, para apoyar a los ministerios de Salud de ambos países.

Andrus dijo que es muy probable que aparezcan casos de cólera en la República Dominicana, dado el flujo continuo de personas a través de la frontera.

El Centro de Epidemiología del Caribe (CAREC), de la OPS, situado en Trinidad, está ayudando a los ministerios de Salud de otras islas del Caribe a prepararse para posibles casos.

La OPS está coordinando su labor con otros organismos de las Naciones Unidas, con las organizaciones no gubernamentales que trabajan en Haití y con funcionarios de salud de Estados Unidos y Canadá.