En el Día Mundial de la Salud, la Directora de la OPS exhorta a una recuperación de la pandemia en las Américas con equidad

Child limited access to water

La pandemia tuvo como consecuencia que entre 119 y 124 millones de personas más que en 2020 se encuentren hoy en extrema pobreza a nivel global. Hemos perdido 14 años de avances en la lucha contra la pobreza.

Washington, D.C., 7 de abril del 2021 (OPS) — En el Día Mundial de la Salud que se celebra hoy, la Directora de la Organización Panamericana de la Salud, Carissa F. Etienne, manifestó que la COVID-19 ha expuesto las desigualdades que representan obstáculos para la salud de demasiadas personas en las Américas e hizo un llamado para que los líderes de la región a que la equidad sea “la fuerza que guíe la recuperación de la pandemia”.

Se estima que entre 119 y 124 millones de personas más se encuentren en situación de pobreza extrema a nivel mundial como consecuencia de la pandemia, en comparación con 2020. También se estima que hemos perdido 14 años de avances en la lucha contra la pobreza debido a la COVID-19. Además, existen fuertes evidencias de que la pandemia ha ampliado las diferencias entre hombres y mujeres en lo que respecta al empleo, ya que las mujeres han tenido que abandonar la fuerza laboral en mayor número que los hombres durante los últimos 12 meses.

“Esta pandemia sin precedentes ha hecho visibles las desigualdades sociales y económicas que ya existían, y desafortunadamente también las ha exacerbado”, afirmó la doctora Etienne durante un panel virtual organizado por la OPS con motivo del Día Mundial de la Salud, el cual se celebra para elevar la atención en los principales problemas de salud mundial. “Las medidas para controlar y tratar la COVID-19 durante la pandemia y durante la reactivación económica deben centrarse en la reducción de las desigualdades,” continuó. “Debemos actuar hoy con decisión para garantizar los más altos estándares de salud alcanzables para cada integrante de la población.”

Durante el evento, la Ministra de Salud de Argentina, Carla Vizzotti, señaló que, “Sin duda, la pandemia ha puesto a prueba al mundo y a nuestra Región, y no solo al sector de la salud, sino también a los sectores económico y social”.

En el evento participaron académicos y representantes de organizaciones de la sociedad civil, incluyendo la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadoras del Hogar (CONLACTRAHO) y del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y El Caribe (FILAC). Los panelistas destacaron la exclusión de las trabajadoras domésticas de los sistemas de seguridad social, además de la necesidad de ampliar el acceso a los servicios de salud, de impulsar mayor justicia y de generar más datos, pero también mayor conocimiento sobre las desigualdades que afectan a las comunidades marginadas al mismo tiempo que se reducen éstas, junto con inequidades raciales y étnicas.

Sufrimiento y exposición desiguales a la pandemia

Al señalar que las personas en situación de vulnerabilidad han sufrido la pandemia de manera desproporcionada, la doctora Etienne llamó a prestar mayor atención a las personas que habitan en viviendas en malas condiciones, zonas altamente aglomeradas, con acceso limitado al agua y en asentamientos urbanos informales. También mencionó a los trabajadores esenciales y en la economía informal.

Muchas de estas personas, desde antes de la COVID-19, no contaban con acceso a una atención médica de calidad y se consideraban en estado de salud deficiente. Un largo historial de discriminación estructural casi siempre es la base de la falta de acceso y de las condiciones sociales deficientes para los grupos en mayor riesgo. Estas determinantes sociales deben ser atendidas para reducir la desigualdad.

Gran parte de las personas más afectadas por la pandemia — como las mujeres a cargo del hogar, las mujeres indígenas y afrodescendientes, las personas que ganan el salario mínimo, las personas con acceso limitado o nulo a la protección social y las personas, generalmente mujeres, que desempeñan labores de cuidados no remuneradas — están también empleadas en trabajos que las exponen al virus.  

Reducir las inequidades después de la pandemia

“La propagación de la pandemia por COVID-19 se ha visto favorecida por las desigualdades de nuestras sociedades y las deficiencias de nuestros sistemas de salud”, dijo el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Es fundamental que los gobiernos inviertan en el fortalecimiento de sus servicios de salud y eliminen los obstáculos que impiden a tantas personas utilizarlos, a fin de que una mayor parte de la población tenga la oportunidad de disfrutar de una vida sana”.

Para vencer la COVID-19 y que la recuperación logre que el mundo sea más equitativo, la doctora Etienne instó:

  • a que todas las personas tengan acceso a las vacunas;
  • a que haya una mayor inversión en sistemas de salud y de atención primaria resilientes, receptivos y adaptativos por medio de una perspectiva de equidad e inclusión;
  • a que se amplíen los sistemas de protección social;
  • a que haya salarios justos, trabajo digno y sistemas educativos fuertes e inclusivos, así como viviendas dignas;
  • a que se fortalezcan los sistemas nacionales de información de salud para poder detectar a los grupos poblacionales que se están quedando atrás y hacer el seguimiento del impacto en la equidad.

“Tenemos ante nosotros la oportunidad de transformar nuestras sociedades después de esta pandemia devastadora”, afirmó Etienne. “Comenzar una recuperación con equidad y sustentabilidad requiere que demos prioridad a invertir en la salud y los sectores sociales, pero también debemos trabajar unidos a favor de una meta común y objetivo compartido, reconociendo que todos debemos poner de nuestra parte”, siguió. “La equidad debe ser la fuerza que guíe nuestra recuperación de la COVID-19 en las Américas”.

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