Gripe pandémica: La directora general de la OMS negó conflicto de intereses

Ginebra, 8 de junio de 2010 (OMS).- A continuación reproducimos el texto de la carta que Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), envió a la redacción del British Medical Journal en relación con el artículo relativo a conflictos de intereses en la OMS.

Señores editores:

En el editorial que acompaña al artículo sobre conflictos de intereses en la OMS, el autor señala que «poca duda puede caber» de que la levedad de la pandemia por H1N1, comparada con la gravedad que se esperaba desde hace tiempo de un virus del tipo del H5N1, ha contribuido al análisis crítico a que se están sometiendo en estos momentos las decisiones de la OMS. Como se afirma igualmente en el editorial, no por ello deben dejar de plantearse algunas cuestiones espinosas.

Estamos plenamente de acuerdo. El buen periodismo de investigación indaga en los problemas y sus posibles consecuencias, y señala la necesidad de que se adopten medidas correctoras. Los posibles conflictos de intereses son inherentes a toda relación entre un organismo normativo y de fomento de la salud, como es la OMS, y una industria orientada a la obtención de beneficios. La OMS ha de establecer y aplicar reglas más estrictas a las relaciones con la industria, y así lo estamos haciendo. Sin embargo, permítanme que sea perfectamente clara en un aspecto: en ningún momento, ni un solo segundo, se tuvieron en cuenta los intereses comerciales en mi proceso de adopción de decisiones.

Discrepo de la suposición de que la OMS simplemente elude esas cuestiones espinosas por considerarlas sin fundamento. En enero de 2010 propuse que se utilizara el Comité de Examen, un mecanismo independiente previsto en el Reglamento Sanitario Internacional, para evaluar el desempeño de la OMS durante la pandemia de gripe. Los miembros del Consejo Ejecutivo de la OMS aceptaron esa recomendación, y el Comité inició sus trabajos el 12 de abril de 2010. El Comité convino en que en el marco de la evaluación se abordaran las críticas de las que estaba siendo objeto la OMS. He expresado públicamente mi deseo de que se lleve a cabo una evaluación crítica, independiente y transparente de la actuación de la OMS.

Hay que responder también a la insinuación de que la OMS provocó temores injustificados. Los hechos registrados dicen lo contrario, y no se prestan a interpretaciones. El 11 de junio de 2009, cuando anuncié el inicio de la pandemia, señalé a la atención el hecho de que, a escala mundial, el número de muertes era bajo, y afirmé con claridad que no se preveía un aumento súbito y espectacular del número de casos graves o letales. En todas las evaluaciones de la pandemia, la OMS ha recordado sistemáticamente al público que la inmensa mayoría de los pacientes presentaban síntomas leves y se recuperaban plenamente y con rapidez, incluso sin recibir tratamiento médico.

En lo que se refiere a los miembros del Comité de Emergencias que asesoraron a la OMS acerca de la pandemia, incluido el cambio de fases, sus nombres se harán públicos cuando el Comité acabe sus trabajos, como siempre se había tenido la intención de hacer. Nuestra decisión de no hacer públicos los nombres se debió al deseo de proteger a los expertos frente a influencias comerciales o de otra índole. Los propios miembros acogieron favorablemente esa decisión, entendiéndola como una medida de protección, y no como un intento de rodear de secretismo sus deliberaciones y decisiones. Se ha levantado acta de todas las reuniones del Comité de Emergencias, que están a disposición del Comité de Examen, al igual que todos los demás documentos relativos a las decisiones y medidas adoptadas por la OMS en relación con la pandemia.

No cabe duda de que el artículo y el editorial del BMJ dejarán a muchos lectores con la sensación de que la decisión de la OMS de declarar la pandemia estuvo influida, al menos parcialmente, por el deseo de multiplicar los beneficios de la industria farmacéutica. Sin embargo, lo cierto es que las decisiones de elevar el nivel de la alerta de pandemia se basaron en criterios virológicos y epidemiológicos definidos con claridad. Difícilmente se pueden obviar esos criterios, cualquiera que sea el motivo.

Las acusaciones de que la OMS alteró su definición de pandemia para que abarcara un evento menos grave (y de ese modo beneficiara a la industria) no se ajustan a los hechos. El actual plan de preparación ante pandemias, que contempla las definiciones de las fases, se ultimó en febrero de 2009, después de dos años de consultas. La aparición de una nueva cepa de H1N1, ni se preveía ni se mencionaba en el documento.

Se ha puesto a disposición del Comité de Examen la documentación completa y la cronología de los eventos que llevaron a publicar el plan de 2009. Si el Comité decidiera que la actual definición de pandemia y de las fases que preceden a su declaración se tienen que ajustar, o modificar de alguna otra manera, nos complacerá tomar nota de la recomendación y actuar en consecuencia.

Dra. Margaret Chan
Directora General
Organización Mundial de la Salud


Para más información pueden ponerse en contacto con:

Christy Feig, Director, Departamento de Comunicaciones, OMS Ginebra
Teléfono: +41 79 251 70 55, E-mail: feigc@who.int  

Gregory Hartl, Portavoz sobre el H1N1, OMS Ginebra
Telephone: +41.79.203.6715, E-mail: hartlg@who.int  

Teléfono sobre el H1N1 para los medios de comunicación: +41 22 791 5000, o flumedia@who.int