Avances de Panamá a los 30 años de la Declaración de Caracas

Desde 1970 Panamá ha incorporado a la Atención Primaria de Salud a profesionales de psiquiatría, psicología, enfermería y trabajo social del Ministerio de Salud, la Caja de Seguridad Social y el sector privado. Sin embargo, el papel hegemónico y centralizador lo jugaron los Hospitales Psiquiátricos, integrando incluso un gran porcentaje de la Formación de Recursos Humanos en Salud Mental.

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A partir de la década de los 90 se llevó a cabo la transformación de asilo a Hospital Psiquiátrico, y de este al Instituto Nacional de Salud Mental (INSAM). Se finalizó el capítulo de Enfermos Mentales a puerta cerrada y se elimina la Consulta Ambulatoria dentro del Portafolio de Servicios del INSAM, derivando a los usuarios a Atención Primaria en todo el país, fortaleciendo la capacidad de los equipos de Salud Mental e incluyendo la prescripción de medicamentos psicotrópicos. Al mismo tiempo, se avanzó en la formación en Maestrías y Doctorados Clínicos.

Con los Principios de Brasilia en 2005, se reconoce la existencia de experiencias exitosas, entre otras las de Panamá, con el desarrollo de un sistema de Salud Mental descentralizado. Se promueve la inclusión de usuarios y familiares para empoderarse en la defensa de los Derechos de los Enfermos Mentales y para los entes fiscalizadores de la calidad de la atención.

En el 2010 con el consenso de Panamá, se insta a los gobiernos vecinos a implementar Estrategias y Planes de Acción en Salud Mental; el lema fue: “La década del salto hacia la comunidad; por un continente sin manicomios en el 2020”. En este marco, se fomenta el uso de la herramienta mhGAP (Plan de Acción Global para superar las brechas en Salud Mental). En el plano legal, recientemente se ha promulgado la Ley de la República 174 “Estableciendo el marco legal para el abordaje integral de las conductas suicidas”, publicada en el Diario Oficial # 29147 el 2 de noviembre del 2020.

Adicionalmente, se encuentra en revisión la Ley 314 de 2020, "Estableciendo políticas públicas en Salud Mental" para su expansión y fortalecimiento, además de innumerables esfuerzos para garantizar la Prevención, Promoción y Atención Calificada en torno a la Salud Mental y visibilizar el tratamiento rehabilitador del abuso de sustancias.

Panamá sigue avanzando como modelo de cambios a favor de los Derechos de las personas con Enfermedad Mental y hacia una población sensibilizada, borrando estigmas y mejorando el acceso a los Servicios de Salud Mental.