Roedores en Casos de Desastres

Se conoce como roedores a los mamíferos del orden Rodentia, entre los cuales las ratas y ratones pertenecen al suborden Myomorpha. Los miembros de la familia Muridae son las especies dominantes en cualquier región del mundo debido a su habilidad para adaptarse y explotar nuevas situaciones. Pertenecen a esta familia las ratas y ratones comensales, es decir aquellos que viven a expensas de los humanos, invaden sus viviendas, comen su comida, alteran su comodidad y con frecuencia le transmiten sus enfermedades. Tres especies de comensales son las de mayor distribución: la rata noruega , Rattus norvegicus; la rata de los techos, Rattus rattus; y el raton común, Mus musculus.

Los roedores y la salud pública

La importancia de las ratas y ratones (comensales y silvestres) para la salud pública está dada principalmente por las infecciones y enfermedades que son portadores o reservorios y que pueden transmitirse a los humanos (zoonosis). Entre ellas se listan algunas que están presentes en las Américas: la Peste (Yersinia pestis), Salmonelosis (S. typhimurium; S. enteritidis); Leptospirosis ( L. icterohaemorragiae) ; Tifo murino (Rickettsia typhi) ; Ricketsiosis vesiculosa (R. akari); Coriomeningitis linfocítica (arenavirus); fiebre por mordedura de rata (Spirilum minus, Streptobacillus moniliformis); Síndrome pulmonar hemorrágico por Hanta virus; Fiebres hemorrágicas por Arenavirus; Encefalitis equina venezolana por alphavirus; Encefalitis de Powassan por Flavivirus; Rabia; Fiebre maculosa de las montañas rocosas (R. rickettsii); Tularemia (Francisella tularensis). Se incluyen también parasitismos como la Triquinosis (Trichinella spiralis); la meningitis eosinofílica por Angiostrongylus cantonensis y teniasis por Hymenolepis nana o H. diminuta.

La transmisión de estas infecciones al humano es indirecta. Algunas por medio de orina o heces infectadas, otras por medio de pulgas y piojos y otras por la picadura de mosquitos.

Las ratas y ratones en los desastres naturales

En ocasión de los desastres naturales las ratas y ratones son susceptibles a los daños de igual forma que los humanos. Muchos de ellos mueren aplastados, ahogados, desnutridos o afectados por infecciones de diversa índole. Sus poblaciones son con frecuencia diezmadas. Igualmente hay desplazamientos de los sobrevivientes, que buscan protección, abrigo y comida. Tienen miedo y están desorganizados. Toma tiempo para reorganizar su comportamiento social, conocer su nuevo ambiente, buscar lugares seguros, localizar comida y agua y memorizar sus movimientos. Todo ello ocurre antes de reiniciar sus actividades reproductivas. Usualmente la actividad reproductiva de los roedores silvestres y ratas comensales disminuye durante la temporada de lluvias.

La organización de las colonias y la reproducción solo se iniciará cuando se estabilice el nuevo ecosistema donde ellas se encuentren. . Así que el re-establecimiento de una población de roedores después de un desastre llevará de seis a diez meses si las condiciones les son favorables.

Las infecciones que portan las nuevas poblaciones pueden ser transmitidas a las personas cuando las condiciones son propicias para el contacto de sus excreciones contaminadas o con sus vectores. Estos contactos se dan también entre diversas especies de roedores comensales y silvestres, lo cual permite la transmisión y ocurrencia en una nueva localidad de una infección desconocida o emergente para ese ámbito geográfico.

En conclusión, durante la emergencia no serán los roedores una preocupación inmediata para la propagación de infecciones. Sin embargo es necesario vigilar la actividad y crecimiento de la poblaciones como parte de la vigilancia de estas enfermedades.

El manejo y control de las poblaciones de roedores

La decisión sobre el control de roedores en ocasión de los desastres naturales, debe ser analizada dentro de un contexto epidemiológico y económico y no adoptar la medida de eliminación de los roedores en forma impulsiva y desordenada con aplicación masiva y dispersa de rodenticidas. Ello cuesta dinero, tiempo y se expone a otros animales (animales domésticos) y a las personas a un riesgo adicional que puede ser el producto químico o biológico, componente del rodenticida. Eliminar roedores en forma indiscriminada es un riesgo mayor, ya que sus ectoparásitos, vectores de las infecciones que ellos portan buscan de inmediato otros huéspedes, entre ellos los humanos, transmitiéndoles las infecciones . Ejemplo de ello ocurre con la peste y las Rickettsiosis.

Por otro lado no son necesariamente los roedores los portadores de infecciones para las personas. Como ejemplo se mencionan los últimos brotes de leptospirosis ocurridos en Perú y Ecuador con relación al fenómeno de El Niño y en Nicaragua después del Mitch donde la leptospira involucrada fue L. canicola cuyo principal reservorio es el perro o en Belice donde la leptospira predominante fue el serotipo L. harjo cuyo principal reservorio es el bovino. La aplicación masiva de rodenticidas por lo tanto no sería la medida adecuada.

Qué es recomendable hacer

  1. Mantener actualizado el mapa epidemiológico del área geográfica. Señalando las zonas donde se han detectado infecciones cuyos reservorios son los roedores.
  2. Determinar las zonas de mayor vulnerabilidad al acceso de los roedores y de contacto con las personas. Estas son particularmente los albergues, depósitos de comida, basureros, edificaciones abandonadas.
  3. Detectar la presencia de pulgas, piojos y otros vectores para su inmediato control
  4. Detectar cualquier actividad de crecimiento de la población de roedores: presencia de madrigueras, excrementos, sendas y huellas, roeduras en alimentos y materiales.
  5. Monitorear el estado de salud de poblaciones de ratas en áreas específicas. La captura y estudio debe ser realizado por personal especializado.
  6. Control de la población de roedores. (se describe más abajo).

Prevención de enfermedades transmitidas por roedores

La participación de la comunidad tanto en áreas rurales como en las urbanas es fundamental para la prevención de infecciones que portan los roedores. Se recomiendan algunas medidas.

  1. Proteger los alimentos de los roedores. En lo posible utilizar contenedores (cajas de metal, vasijas de barro o cerámica con tapa, silos). Grandes volúmenes de alimentos o sacos deben colocarse ordenadamente sobre tarimas de madera que faciliten la inspección de los sacos.
  2. Disposición adecuada de basuras y desechos. Todos los materiales que sirvan de refugio para los roedores deben sacarse de las viviendas, tales como cajas de cartón, maquinaria sin uso, pilas de madera o ladrillo.
  3. En áreas donde se ha detectado leptospirosis es obligatorio el uso de zapatos.
  4. Evitar que las personas se bañen en aguas estancadas
  5. Higiene general y limpieza. Evitar habitaciones y areas húmedas y oscuras, procurando darles adecuada ventilación y luminosidad.
  6. Tratamiento contra pulgas y piojos

Control de roedores

El control de roedores debe realizarse, teniendo como base las implicaciones epidemiologicas, la ecología y la dinámica de población de los roedores. Para la selección de los métodos de control se tendrá en cuenta la seguridad y protección de la salud pública y del medio ambiente.

  1. El saneamiento del medio. Es la medida más adecuada para excluir los roedores de una vivienda y de un vecindario. Ello significa limpieza, adecuado almacenamiento y manejo de los productos alimenticios, métodos adecuados de desecho de los productos orgánicos y eliminación de todo lo que pueda servir de refugio para los roedores.
  2. Trampas o ratoneras. Son usadas en situaciones donde el uso de rodenticidas no es deseable o representa un riesgo. También son usadas con propósito científico o de vigilancia de enfermedades. Las trampas pueden ser de tipo de guillotina, o jaulas para captura de especimenes vivos. Las trampas son de poca utilidad para el control de grandes infestaciones de roedores
  3. Rodenticidas. Los rodenticidas son venenos para roedorers. Están disponibles en el mercado gases tóxicos, productos químicos y biológicos. Los rodenticidas por si solos no representan una solución. Esta medida debe acompañarse de modificaciones que permitan mejorar el saneamiento del medio ambiente.
     

La aplicación de rodenticidas de cualquier tipo debe ser realizada por personal especializado y siempre y cuando se reconozca un riesgo de una explosión de la población de roedores y el riesgo de la transmisión de zoonosis de los roedores a las personas y a los animales domésticos en áreas rurales y urbanas densamente pobladas. En todo caso se recomienda lo siguiente:

  • Un análisis de los riesgos anteriormente señalados. Identificando las especies de roedores predominantes (tienen hábitos y comportamientos diferentes y por tanto las medidas de control pueden diferir)
  • Hacer un diagnóstico de situación. En lo posible determinar el grado de infestación por trampeo previo. Determinar las localidades de mayor infestación
  • Selección de cebos y lugares a donde se colocarán
  • Determinar medidas de seguridad e informar a la comunidad.
  • Hacer una evaluación dos o tres meses después para conocer la eficacia de la medida. 

 

Departamento de Emergencias en Salud
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