Hablemos de Salud - Ep. 6: Salud en las prisiones

Miniatura del episodio 6 de Hablemos de Salud

Las cárceles en América Latina y el Caribe enfrentan serios desafíos de salud pública: hacinamiento, enfermedades transmisibles y acceso limitado a servicios médicos. En este episodio, Mónica Alonso, experta de la OPS, conversa sobre la prevalencia de la tuberculosis, VIH, hepatitis y sífilis en las prisiones, y cómo estas condiciones impactan no solo a las personas privadas de libertad, sino a toda la comunidad. Descubre por qué abordar la salud en las prisiones es clave para lograr una sociedad más saludable y equitativa.

[00:00:00] Sebastián Oliel: Las prisiones en América Latina y el Caribe albergan a millones de personas que enfrentan hacinamiento, violencia y barreras para acceder a servicios de salud. Estas condiciones no solo afectan a quienes están privados de libertad, sino que también contribuyen a la propagación de enfermedades transmisibles que impactan a toda la sociedad. En este episodio de Hablemos de Salud, el podcast de la OPS, exploramos la salud en las prisiones. Soy Sebastián Oliel, comunicador de la OPS y te invito a acompañarnos en esta conversación. Y si te gusta este contenido, no te olvides de darle "Me gusta" y suscribirte al canal. Empecemos. Enfermedades como la tuberculosis, el VIH, la sífilis y las hepatitis afectan desproporcionadamente a las personas en situación de encierro. Para hablar de esto, nos acompaña Mónica Alonso, Jefa de la Unidad de VIH, infecciones de transmisión sexual, hepatitis virales y tuberculosis de la OPS. Hola Mónica, bienvenida al podcast.

[00:01:02] Mónica Alonso: Muchas gracias. Hola, Sebastián.

[00:01:04] Sebastián Oliel: Bueno, un gusto tenerte acá. Y para empezar, la primera pregunta es ¿por qué hay más casos de tuberculosis en las cárceles?

[00:01:12] Mónica Alonso: Hay más casos de tuberculosis en las cárceles, y para entender esto, primero partamos del número de personas privadas de libertad que hay en la región. Si en el mundo hay 11 millones de personas presas; en la región de las Américas, estaríamos hablando como de más de 3 millones. Y en América Latina y el Caribe casi 2 millones de personas. Este número, que es una tasa más del doble del resto del mundo, ha sufrido un aumento a lo largo de la última década, un aumento constante, mientras que en las otras regiones del mundo ha ido decreciendo. Añadido a este aumento de personas privadas de libertad, tenemos las cárceles que no han aumentado al mismo ritmo. Por lo tanto, nos encontramos con situaciones de sobrepoblación sobreocupación. Solo un 30% de los países de nuestra región no tienen sobrepoblación, pero en el otro 70% hay sobrepoblación y, en algunos, una cuarta parte, incluso tienen una sobrepoblación de un 200%. Por lo tanto, este hacinamiento origina un aumento de la transmisión de enfermedades. También existe el concepto de que estas personas presas vienen de entornos de alta vulnerabilidad, de exclusión, de pobreza. Por lo tanto, también tienen mayor riesgo de tener tuberculosis o de estar infectados con el bacilo de la tuberculosis y luego desarrollarlo también en la prisión. Pensemos que en las cárceles hay tanta tuberculosis, que es como de 50 a 100 veces más que en la población general. Si estamos pensando que en la población general hay 25 casos por 100.000 habitantes, en las prisiones hay más de mil, como 1300 casos por 100.000 presos. O sea, realmente es un aumento muy, muy grande.

[00:03:20] Sebastián Oliel: Muy grande, o sea de 25 a 1300. Hay una brecha, un salto exponencial, digamos, en la diferencia.

[00:03:26] Mónica Alonso: Sí. Entonces pensemos también que las prisiones no solamente hay mucha tuberculosis, sino que también actúan como focos amplificadores de la tuberculosis en la población. También tenemos que pensar que estar en la prisión también genera situaciones de estrés y conociendo cómo se transmite la enfermedad y cómo se genera la enfermedad, incluso personas que están en las prisiones pueden desarrollar la TB hasta siete años después de haber salido de la prisión. Digamos que se pueden obtener la TB antes de ingresar o transmitirse durante el ingreso en la prisión, pero luego generarse la enfermedad posteriormente.

[00:04:07] Sebastián Oliel: Claro. Interesante. Y Mónica, recientemente hemos visto en los medios también en algunos países, que ha habido brotes de tuberculosis en prisiones en nuestra región. ¿Podés contarnos un poco si la OPS está siguiendo este tema y qué está haciendo la Organización para ayudar a controlar estos brotes?

[00:04:24] Mónica Alonso: La situación de salud en prisiones y la TB y otras enfermedades transmisibles en las prisiones es una prioridad para la OPS. Para ello, hemos organizado varias actividades, entre ellas reunir a países de toda América Latina para discutir este problema y compartir lecciones aprendidas. También estamos haciendo misiones. Ya acabamos de volver de Panamá. Hemos hecho también una misión a Perú, a Paraguay, donde se ha tratado este tema. Se han visitado centros penitenciarios, se ha trabajado también con personas del Ministerio de Justicia, personas del Ministerio de Salud, para ayudar a fortalecer la coordinación y resolver los retos que existen para esta población.

[00:05:13] Sebastián Oliel: Vi también, ¿la OPS tiene guías para abordar estas enfermedades en las cárceles?

[00:05:17] Mónica Alonso: Sí, acabamos de publicar una guía, porque lo mejor también es abordar las diferentes enfermedades de manera integrada. Habíamos hablado de la hepatitis, habíamos mencionado la sífilis, el VIH, la tuberculosis, pero también otras enfermedades, como las enfermedades inmunoprevenibles, el COVID, el sarampión. Hay muchas otras enfermedades que también las personas privadas de libertad pueden, digamos, ser objeto de necesitar estas intervenciones. Entonces, la guía esta que acabamos de publicar es una referencia para ayudar a los países en sus intervenciones.

[00:05:56] Sebastián Oliel: Genial. Y volvamos un poco a hablar de las otras enfermedades que mencionabas, como el VIH, la sífilis, las hepatitis en las personas privadas de la libertad. ¿Es una situación también que están desproporcionadamente afectadas por éstas, como con la tuberculosis, cómo es, si nos puedes contar la situación?

[00:06:11] Mónica Alonso: Sí, bueno. Quisiera mencionar la hepatitis C, que están 17 o 18 veces más afectadas las personas privadas de libertad que la población general, es decir, un porcentaje de hepatitis C bastante alto, también el VIH. Y quisiera mencionar no sólo en los hombres sino también en las mujeres, están mucho más afectadas que la población general el doble o tres veces más. También hay estudios que demuestran que existe mayor prevalencia o porcentaje de enfermedad de sífilis en estas poblaciones y también en la hepatitis B, que, si bien tiene una prevalencia, un porcentaje de un 1%, pues la población general es de 0,5%, o sea que también tiene más carga de enfermedad en las prisiones.

[00:07:05] Sebastián Oliel: Totalmente. Antes mencionabas también que estas enfermedades no solo afectan a las personas que están en situación de encierro, sino que también pueden llegar a la comunidad. ¿Cómo es que se da eso? ¿O por qué es importante tener en cuenta este aspecto?

[00:07:20] Mónica Alonso: Bueno, en las prisiones la situación es bastante dinámica, es decir, no es una situación estanca y solo tenemos que pensar en los prisioneros. Primero, que los propios prisioneros en algunos momentos van a salir, o sea, el tiempo medio de estancia en una prisión puede variar de país a país, pero puede ir de año y medio a cinco años de estancia. Por lo tanto, esas personas en algún momento van a volver a la comunidad. Pero también alrededor de las prisiones hay multitud de personas, es decir, las personas que visitan a los presos, las personas encargadas de la seguridad de las prisiones, el personal administrativo, el personal de salud. Es decir, es como un microcosmos muy dinámico y tenemos que pensar no solamente en hombres o mujeres, porque también estamos hablando de adolescentes, estamos hablando también de niños. Es decir, puede haber situaciones donde en las prisiones hay mujeres con sus hijos o mujeres embarazadas. Entonces es un conjunto de personas, pero además la afectación de o la transmisión de la enfermedad no solo se queda dentro de la prisión, sino también puede afectar al resto de la comunidad. Mientras un 9% de los casos de TB son en las prisiones, un 30% de los casos de TB a nivel nacional estarían originados, digamos, por esta situación de encierro. O sea que tiene un efecto amplificador la prisión.

[00:08:51] Sebastián Oliel: Por eso también es importante tratar y eliminar estas enfermedades en las personas dentro de las prisiones. O sea, ¿qué efecto puede tener eso, además de en las personas que están en situación de encierro, de estar más sanas y demás? ¿Qué pasa con el resto?

[00:09:05] Mónica Alonso: Claro. O sea, cuando trabajamos en enfermedades transmisibles siempre queremos ir a los focos donde está el virus, la bacteria, el foco de la enfermedad. Por lo tanto, intervenciones para abordar estas enfermedades transmisibles, como por ejemplo la tuberculosis en las prisiones, son intervenciones muy costo efectivas porque permiten mejorar la salud de las personas privadas de libertad, pero también de toda la comunidad. Por ejemplo, medidas de tamizaje de tuberculosis, o sea, barridos para intentar averiguar si una persona tiene tuberculosis, a eso nos referimos con tamizaje. También medicación para tratar la tuberculosis y también medicación para prevenir la tuberculosis, es un paquete de intervenciones que pueden disminuir la tuberculosis en las prisiones en casi un 80%. Y el efecto que eso tendría en la comunidad es de reducción de la tuberculosis de un 40% en la comunidad. Por lo tanto, es una medida muy eficaz y efectiva.

[00:10:12] Sebastián Oliel: ¿Y cuando decís que es costo efectiva, digo por el tema monetario, también financiero, es una intervención barata, digamos, hacer eso?

[00:10:20] Mónica Alonso: Necesitamos una inversión inicial. Si no tenemos, pues, la infraestructura o por ejemplo los aparatos de radiografía digital, que ahora es lo que se utiliza junto con equipamiento de inteligencia artificial y te permite detectar la tuberculosis en unas etapas muy, muy precoces. Hace falta esa inversión inicial, pero una vez que tienes esa inversión inicial, realmente la intervención es muy costo efectiva a un plazo un poquito más largo. Y también hay otras medidas, por ejemplo, las pruebas rápidas para el VIH o las pruebas rápidas en el lugar de atención para la hepatitis B o C, también para la sífilis. Todos esos equipamientos médicos son realmente poco caros y aplicarlos en estos lugares tiene un rendimiento muy importante.

[00:11:14] Sebastián Oliel: Mónica, vemos también en las redes sociales que también hay como ideas, mitos, también como que mucha gente dice que las cárceles son fábricas de enfermedades o que las personas privadas de la libertad quizás reciben mejor atención que la población que está afuera de las cárceles. ¿Qué podés decir sobre esto? ¿Cuánto hay de verdad en estas afirmaciones en redes?

[00:11:37] Mónica Alonso: Sobre esto lo que quiero un poco señalar, porque la falta de conocimiento también genera a veces estos sentimientos encontrados, que cuando a una persona se le lleva a una cárcel, a esa persona se le priva de la libertad. Pero no le estamos privando de la salud. Y como he querido transmitir, la salud en las cárceles afecta a toda la comunidad. Por lo tanto, es un aspecto de salud pública que debemos abordar como una comunidad, de manera conjunta.

[00:12:15] Sebastián Oliel: Seguro. Antes mencionabas las intervenciones para controlar, prevenir la tuberculosis y tratarla. ¿Qué pasa con VIH, con sífilis, con hepatitis? ¿Qué recomendaciones estamos dando para controlar estas otras enfermedades en las prisiones?

[00:12:31] Mónica Alonso: Tenemos la guía y en esa guía se detallan todas las intervenciones. Sin embargo, yo te puedo contar que un tamizaje, es decir, un test que indique, que es un test rápido que indica si esta persona tiene o no tiene las diferentes infecciones, como puede ser VIH, hepatitis B o C, sífilis, es el primer paso. Y una vez que sepamos, pues el tratamiento o medidas de prevención, como por ejemplo para el VIH, existe la PREP, la profilaxis preexposición que también en algunos lugares de nuestra región se está ofertando en estos centros penitenciarios para prevenir el VIH, además del uso de los preservativos, por supuesto.

[00:13:20] Sebastián Oliel: Mónica, para los que no sabemos o personas que nunca estuvimos en una prisión ni para hacer una nota, digamos, ni para visitar. Yo he estado por fuera, pero nunca me tocó entrar y he visto por medios. Pero ¿cómo es el tema de provisión de servicios de salud? ¿Hay hospitales o médicos dentro, fuera? ¿Cómo se da esa atención?

[00:13:39] Mónica Alonso: La situación de los servicios de salud en las prisiones es muy variable a lo largo de los países, incluso en los propios países puede haber prisiones que tengan un equipo médico permanente en la misma institución penitenciaria, pero a veces son complejos penitenciarios con varias prisiones y el servicio de salud está fuera, digamos, ubicado cerca o incluso puede haber situaciones donde los presos tienen que ir a un servicio de salud como el de la comunidad o incluso a hospitales, que existen fuera de las prisiones. Por lo tanto, existe todo tipo de combinaciones y los retos también para el aspecto de seguridad. Entonces, hay que combinar, el mantener la seguridad con mantener el acceso a los servicios de salud.

[00:14:33] Sebastián Oliel: ¿Y qué pasa con las soluciones? ¿Algo hablamos, pero la solución viene solo del sector salud, digamos de enviar un test o de enviar una profilaxis, un tratamiento, o va más allá de eso? ¿Y si es así, cómo se hace?

[00:14:47] Mónica Alonso: Tenemos estas medidas biomédicas que son los tests, las radiografías, el tratamiento. Sin embargo, esas medidas hay que implementarlas. Y ahí está la clave de la cuestión. Una de las primeras cosas es que colaboren y trabajen conjuntamente los Ministerios de Salud con los Ministerios de Justicia o con el ente o la institución que se encarga de las instituciones penitenciarias, que trabajen colaborativamente. Y luego, en los niveles más locales, estas intervenciones necesitan contar con la colaboración y la participación del propio personal de seguridad, de los custodios, además del personal de salud y de los propios presos y de la comunidad, que también va a apoyar en la implementación de estas intervenciones. Es decir, el conocimiento y la aceptación de las intervenciones, por ejemplo, por las personas privadas de libertad, es un elemento fundamental para asegurar el éxito de estas intervenciones.

[00:15:48] Sebastián Oliel: Una reflexión final sobre este tema sobre salud en las prisiones. ¿Es posible entonces eliminar estas enfermedades en la población que está en situación de encierro?

[00:15:59] Mónica Alonso: Es completamente posible, y eso es a lo que estamos apuntando con la Iniciativa de Eliminación de Enfermedades que la OPS está liderando. Esperamos llegar hasta los últimos rincones, incluyendo las prisiones, y esperamos hacerlo de una manera conjunta, que es como se va a lograr.

[00:16:24] Sebastián Oliel: Seguro, bueno, gracias, Mónica, pero para cerrar, tenemos una pregunta final que le hacemos a todos nuestros invitados aquí en el podcast de Hablemos de Salud, que nos cuentes ¿por qué decidiste dedicarte a la salud pública?

[00:16:36] Mónica Alonso: Bueno, yo vengo de una familia de médicos y veía que mi padre, por ejemplo, tenía pues sus pacientes, pero de un rango limitado que era siempre sus pacientes, yo quería abarcar todavía más allá. Entonces, pues dedicarse a la salud pública implica dedicarse a la salud de toda una comunidad. Por lo tanto, yo espero que con mi trabajo y el de las personas que yo pueda impactar lleguemos a muchas más personas.

[00:17:07] Sebastián Oliel: Estoy seguro de que vamos a llegar. Gracias Mónica nuevamente por esta charla tan interesante sobre este tema que nos afecta a todos y que la salud es un derecho de todos. También para remarcarlo en este podcast.

[00:17:18] Mónica Alonso: Gracias a ti.

[00:17:19] Sebastián Oliel: Queda claro que la salud en las prisiones es un desafío que nos involucra a todos. Con esfuerzo conjunto, como propone la OPS, podemos controlar y hasta eliminar estas enfermedades, tanto dentro como fuera de las cárceles. A ustedes que nos escuchan o que nos ven, los invitamos a reflexionar: ¿cómo podemos apoyar un sistema de salud más justo, incluso en lugares como las prisiones? Déjennos sus ideas en los comentarios, denle like, suscríbanse y compartan este episodio para seguir conversando. Esto ha sido todo por hoy. Nos vemos en el próximo episodio de Hablemos de Salud, porque la salud es de todos.