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La lucha contra el cólera en Haití: comunidades, gobierno y socios de salud trabajan juntos para salvar vidas

Cuando Modeline salió temprano de su casa aquel martes por la mañana, para vender productos en el mercado, no imaginaba que sería la última vez que vería con vida a su pequeña hija.

— Noviembre de 2025 —

“Tenía diarrea y vomitaba un poco”, recuerda Modeline en voz baja. “Pero parecía que se le pasaba. Al día siguiente pensé que estaba mejor. Cuando regresé del mercado, me dijeron que había muerto”.

Su historia es una de muchas en Pétion-Ville, una comuna densamente poblada en las colinas sobre Puerto Príncipe, que se ha convertido en el epicentro del brote más reciente de cólera en Haití. Tras más de diez semanas sin un caso confirmado, el país reportó un nuevo brote en septiembre de 2025. Entre el 7 de septiembre y el 9 de noviembre, se identificaron 372 casos sospechosos en Pétion-Ville, incluidos 75 confirmados y 17 muertes.

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Un resurgimiento en plena temporada de lluvias

La actual epidemia de cólera, que comenzó en octubre de 2022, ha afectado a más de 93.000 personas en todo Haití. Las autoridades de salud vinculan el reciente aumento de casos con las lluvias estacionales que contaminaron las fuentes de agua, sumado al hacinamiento y la falta de saneamiento adecuado en las zonas urbanas. Aunque el huracán Melissa no tocó directamente tierra en Haití, la tormenta trajo fuertes lluvias e inundaciones que dañaron la infraestructura de agua y saneamiento, aumentando aún más el riesgo de transmisión entre las comunidades vulnerables.

“La falta de instalaciones sanitarias adecuadas y de acceso a agua segura facilita la propagación del cólera”, explica Pierre Jacmel, presidente del Comité Comunitario de Pelerin 5, un barrio en las colinas sobre Puerto Príncipe. “La gente usa la misma agua para todo: lavar, cocinar e incluso desechar los desechos. La pequeña presa de captación se rompió, y ahora el agua de lluvia sucia se mezcla con la que bebe la gente”.

Jacmel y su comité alertaron de inmediato al Ministerio de Salud Pública y Población (MSPP) y a sus socios sobre la presencia de casos sospechosos y muertes por cólera en la comunidad. Un equipo de respuesta rápida fue desplegado en la zona.

“Vinieron, desinfectaron las casas afectadas y comenzaron a buscar cómo reparar nuestros sistemas de agua”, dice Jacmel. “Pero aún necesitamos más ayuda”, afirma.

PAHO health worker

Respuesta coordinada y participación comunitaria

Con apoyo financiero de la Unión Europea (DG ECHO), la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) ha respaldado la respuesta nacional liderada por el MSPP. Bajo la dirección del Grupo Nacional de Lucha contra el Cólera, los equipos han fortalecido la vigilancia epidemiológica, las actividades de respuesta rápida y el suministro de insumos médicos esenciales para la atención y prevención, incluidos sobres de sales de rehidratación oral, medicamentos, tabletas de purificación de agua y cloro.

La OPS/OMS y sus socios también han desplegado trabajadores de salud en los barrios afectados y equipos de vigilancia en sitios de desplazamiento para apoyar la desinfección, sensibilizar sobre los riesgos y fomentar la participación comunitaria.

Los centros de salud locales han recibido apoyo para reforzar su capacidad de manejo de casos de cólera, incluyendo la ampliación de espacios de tratamiento y la provisión de recursos esenciales. Además, se han establecido Centros de Tratamiento de Cólera (CTC) y puntos comunitarios de rehidratación oral más cerca de los barrios afectados, lo que mejora el acceso a una atención oportuna.

En las comunidades afectadas, la OPS/OMS y sus socios alcanzaron 3.715 hogares, sensibilizando a más de 26.000 personas. Se desinfectaron 295 viviendas y 158 letrinas, mientras que se distribuyeron más de 18.000 tabletas de purificación de agua y 2.700 sobres de sales de rehidratación oral para promover el consumo de agua segura y la rehidratación comunitaria. Los trabajadores de salud también brindaron tratamiento preventivo a más de 500 personas que habían estado en contacto cercano con casos confirmados.

Tras el paso del huracán Melissa, se reforzaron la vigilancia y la respuesta al cólera a nivel nacional, con un enfoque en los departamentos de Artibonite, Nord y Ouest, así como en los sitios de desplazamiento. Además, se están preposicionando suministros médicos y de agua, saneamiento e higiene (WaSH) para garantizar una respuesta oportuna ante un posible aumento de casos de cólera derivados de las inundaciones.

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Esperanza y vigilancia

Después de varias semanas de respuesta intensiva, el número de casos nuevos ha comenzado a disminuir, aunque los socios involucrados se mantienen en alerta.

“Estamos observando una tendencia a la baja, pero es esencial mantener la vigilancia”, señala el doctor Óscar Barreneche, representante de la OPS/OMS en Haití. “El acceso a agua segura, la higiene y la concientización comunitaria siguen siendo claves para prevenir nuevas infecciones”.

En todo el país, cinco brotes activos se mantienen actualmente bajo vigilancia y con actividades de respuesta en curso: Pétion-Ville, Delmas (departamento del Oeste), Belle-Anse, Grand-Gosier y Marigot (departamento del Sudeste).

En el departamento del Sudeste, se reportaron 72 casos sospechosos y 11 muertes en las últimas tres semanas. Con apoyo de la OPS/OMS y UNICEF, se están desarrollando actividades de respuesta para interrumpir las cadenas de transmisión, fortalecer el manejo de casos y evitar una mayor propagación hacia otros municipios.

Estos brotes ponen de manifiesto la continua vulnerabilidad de las comunidades haitianas frente a las enfermedades transmitidas por el agua y la necesidad crítica de invertir a largo plazo en infraestructura de agua, saneamiento e higiene.

“La lucha contra el cólera es una lucha de todos”, afirma el doctor Barreneche. “Cada vida salvada hoy nos recuerda por qué debemos seguir trabajando de la mano con las comunidades y los socios para proteger la salud y la dignidad de todas las personas”.