Los doctores y el personal de salud de la clínica ponen gran énfasis en que las mujeres que llegan a sus exámenes se sientan cómodas, y estén informadas y seguras sobre su diagnóstico, y el tratamiento que podrían requerir. Los trabajadores de este centro de salud cuentan como en el pasado, tuvieron muchos problemas para poder dar seguimiento a las pacientes en las que se había detectado VPH de alto riesgo. Cuando estas pacientes regresaban a la clínica, su cáncer estaba ya avanzado y las posibilidades de curación eran significativamente menores.
En los últimos años, la clínica ha realizado muchos cambios, enfocándose en mantener el contacto con sus pacientes y hacer de la consulta anual una cita cómoda y accesible para las mujeres. Muchas de las mujeres en la sala de espera estaban muy nerviosas y rechazaron fotos por este motivo, pero su conexión con los ginecólogos y el personal de salud fue evidente. Las mujeres que llegaron a la clínica de planificación familiar en este mismo centro (incluidas muchas madres jóvenes y mujeres embarazadas) también recibieron una pequeña charla educativa sobre el cáncer cervicouterino y se les ofreció la prueba de VPH.