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Paulo Trindade: el enfermero indígena que vacuna a otros indígenas en Brasil

Abril 2025


E en una mañana de abril, el enfermero Paulo Trindade, de 45 años, camina en un antiguo edificio de la alcaldía de Cachoeira do Sul, municipio de la región central de Río Grande do Sul con 80 mil habitantes. Con un objetivo: recoger 36 vacunas contra la influenza para aplicarlas a indígenas de la etnia guaraní mbya, que viven en la Tierra Indígena Guabiju, ubicada en una zona rural remota del municipio.

Enfermero indígena Paulo Trindade busca las vacunas en el municipio de Cachoeira do Sul para llevarlas a la aldea indígena
Enfermero indígena Paulo Trindade busca las vacunas en el município de Cachoeira do Sul para llevarlas a la aldea indígena

Predominantes en América del Sur, los guaraníes mbya están repartidos entre Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay. Suelen vivir cerca de la naturaleza, en regiones apartadas de los centros urbanos. La Tierra Indígena Guabiju alberga a unas 40 personas y se encuentra a 60 kilómetros del centro de Cachoeira do Sul, en un bosque de difícil acceso, con un camino de tierra lleno de baches que toma una hora de viaje.

A pesar de la distancia, los guaraníes mbya no necesitan salir de su aldea para vacunarse: el Subsistema de Atención a la Salud Indígena (SasiSUS) del Sistema Único de Salud (SUS) garantiza atención integral a los pueblos indígenas, incluyendo vacunas, tratamiento nutricional, odontológico y saneamiento básico. Según el censo poblacional de 2022, realizado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), hay 1,69 millones de indígenas en el país, representando el 0,83% de la población.  

El enfermero Paulo está acostumbrado a trabajar con pueblos tradicionales: él mismo es indígena, de la etnia kaingang. Hace años, salió de la Tierra Indígena Guarita, en Tenente Portela, municipio de menos de 15 mil habitantes en Río Grande do Sul, para estudiar enfermería en una universidad de Porto Alegre, gracias a una beca. Adaptarse a la gran ciudad fue un desafío que enfrentó movido por un deseo: “Cuando era niño, en la década los 80', había muchas dificultades de acceso a la salud en las aldeas. Y eso me motivó: desde que entré en la universidad, quise trabajar con la población indígena para retribuir a las comunidades”.

Particularidades culturales

Para atender a la población indígena, es necesario tener en cuenta la especificidad de cada pueblo. “Cada etnia tiene una cultura diferente, por eso el equipo necesita conocerlas para no mezclarlas. Solo en Rio Grande do Sul atendemos a guaraníes mbya, kaingangs, charrúas y xoklengs”, destaca el enfermero.

Familia indígena se vacuna contra influenza: Sabrina da Silva Gomes (madre), Rafael Martines (padre) y Henrique, Ítalo, Rafaela, Brenda e Thalles (hijos))
Familia indígena se vacuna contra influenza: Sabrina da Silva Gomes (madre), Rafael Martines (padre) y Henrique, Ítalo, Rafaela, Brenda e Thalles (hijos)

Los guaraníes mbya, por ejemplo, suelen recurrir a la medicina tradicional antes que a la occidental. Para ello, solicitan la ayuda de los karaí, líderes espirituales que realizan actividades chamánicas para proteger a los indígenas de la aldea.

Después de adentrarse en un bosque en un vehículo 4x4, Paulo y sus colegas del Ministerio de Salud fueron recibidos por el cacique de la aldea, Sergio Martines, de 60 años. Desde hace más de dos décadas, él sabe que la vacunación es importante: es agente comunitario de salud y conecta a la comunidad con el sistema sanitario. “Sabemos que la vacuna es importante para proteger. Para nosotros, es bueno que la vacuna venga a la aldea, así como otros servicios de salud”, dice Sergio.

Equipo del Ministerio de Salud responsable de proporcionar atención sanitaria en el territorio indígena. De izquierda a derecha: psicóloga Gabriela Zuchetto; técnica de enfermería Giziani Bonugli; enfermero Paulo Trindade; dentista Frederico Couto; y líder Sergio Martines
Equipo del Ministerio de Salud responsable de proporcionar atención sanitaria en el territorio indígena. De izquierda a derecha: psicóloga Gabriela Zuchetto; técnica de enfermería Giziani Bonugli; enfermero Paulo Trindade; dentista Frederico Couto; y líder Sergio Martines

Los guaraníes mbya no suelen invitar a extraños a sus casas, por lo que la vacunación ocurre en la escuela indígena de la aldea. En cuanto Paulo y sus colegas organizaron el puesto de vacunación improvisado, se formó una larga fila de niños y adultos. Los indígenas conversan entre sí en guaraní mbya y, con los profesionales de salud, en portugués. En otras aldeas, muchos no hablan portugués.

Escuela ndígena se convierte en puesto de salud para vacunar a la comunidad guarani mbya
Escuela indígena se convierte en puesto de salud para vacunar a la comunidad guarani mbya

Sabrina da Silva Gomes, de 33 años, y Rafael Martines, de 27, llevan a cuatro de sus cinco hijos a vacunarse contra la influenza; el menor tiene menos de seis meses y debe esperar un poco más. “Es importante vacunarse para no enfermarse”, resume Sabrina. Rafael, que es profesor en la escuela indígena e hijo del líder, entiende que vacunar a sus hijos es sinónimo de protección. “Así no se enferman y la gripe no se transmite”, afirma.

Profesional sanitario sostiene un frasco de vacuna contra la gripe.
Profesional sanitario sostiene un frasco de vacuna contra la gripe.

En Brasil, la atención a la salud de los pueblos originarios es responsabilidad del Ministerio de Salud, que se encarga de la vacunación y de definir qué vacunas son esenciales. Para Leandro da Silva Euzébio, de 31 años, quien llevó a su hijo Enzo, de 9, a vacunarse, seguir el calendario de vacunación es fundamental. “Creo que es muy importante prevenir la gripe, especialmente para quienes somos más vulnerables, como nosotros, los pueblos indígenas”, dice Leandro.

La técnica de enfermería Giziani Bonugli vacuna a Enzo, de 9 años.
La técnica de enfermería Giziani Bonugli vacuna a Enzo, de 9 años.

 

Satisfacción personal

Garantizar atención sanitaria de los pueblos indígenas es una fuente de satisfacción para el enfermero Paulo. “Gracias al SUS, todos tienen derecho a vacunación gratuita. Pero la población indígena, por ser altamente vulnerable, es un grupo prioritario. Cuando empecé a estudiar enfermería, pasé muchas dificultades, tuve que dejar mi trabajo para estudiar y comencé a vender artesanías para mantener a mi esposa y a mis tres hijos. Y es difícil para todos. Pero desde el inicio supe que quería retribuir a la población indígena”, recuerda.

Gracias al trabajo de Paulo, de los trabajadores de salud y de las autoridades de todas la región de las Américas, con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), millones de personas tienen acceso a vacunas y a una salud de calidad. Y es gracias a este esfuerzo que la región ha recuperado su estatus de libre de sarampión endémico, un logro alineado con la Iniciativa de Eliminación de la OPS, que busca eliminar más de 30 enfermedades transmisibles y condiciones relacionadas para 2030.

Técnica de enfermeria vacuna a líder de la aldea, Sergio Martines
Técnica de enfermeria vacuna a líder de la aldea, Sergio Martines