• Quirófano
    Hospital Garrahan
    Imagen

Trasplantes hepáticos infantiles: una formación en Argentina busca ampliar el acceso en América Latina

Un taller internacional apoyado por la OPS reunió a equipos médicos de cinco países para fortalecer sus capacidades y facilitar la disponibilidad de esta práctica vital que salva vidas.

Septiembre de 2025


En el Hospital Garrahan de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, un equipo de médicos realiza un trasplante de hígado con la precisión que da la experiencia. En paralelo, en un aula del mismo establecimiento, diez especialistas en cirugía y trasplante de Bolivia, Ecuador, Paraguay y Perú siguen la operación. Sus miradas están fijas en la pantalla, atentas a cada movimiento. Hoy sus manos están quietas pero anhelan replicar o fortalecer pronto ese procedimiento en sus propios países para así llevar el trasplante hepático a más niñas y niños que lo necesitan.

Con ese objetivo, y como parte del Proyecto de Cooperación entre Países para el Desarrollo Sanitario de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se llevan adelante una serie de iniciativas destinadas a reforzar la capacidad técnica y operativa de los programas y redes de donación y trasplante en Bolivia, Ecuador, Paraguay y Perú. La cooperación es liderada por el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI) del Ministerio de Salud de Argentina, con el apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto. En ese marco, se realizó el II Curso de Trasplante Hepático Pediátrico tras la primera experiencia en el año 2019.

Expertos en trasplante hepático pediátrico del Hospital Garrahan compartieron sus conocimientos y el curso incluyó la posibilidad de presenciar una cirugía de trasplante de donante vivo.
Expertos en trasplante hepático pediátrico del Hospital Garrahan compartieron sus conocimientos y el curso incluyó la posibilidad de presenciar una cirugía de trasplante de donante vivo.

“Poder realizar distintos tipos de trasplante de órganos, tejidos y células es clave para mejorar la calidad de vida de las personas, pero aún existen brechas y desafíos en la región que se pueden sortear a través de la colaboración”, expresa la representante de OPS en Argentina, Eva Jané Llopis.

Para ello, durante cuatro días los profesionales asistieron a sesiones teóricas y prácticas en el INCUCAI y en el Hospital Garrahan, en las que se abordaron temas como selección de donantes, sistemas de información para la trazabilidad de los procesos, conformación de equipos de cirugía, técnicas quirúrgicas, recuperación postoperatoria, y gestión institucional.

“El propósito es fortalecer la gobernanza, aumentar la disponibilidad de los órganos y asegurar el acceso a todas las personas sin restricciones. Para ello estamos trabajando para mejorar la calidad, no solamente en Argentina, sino en otros países. Lo hacemos bajo protocolos, que están disponibles para todos”, afirma el jefe del Servicio de Trasplante del Hospital Garrahan, Oscar Imventarza.

 

 

Un trasplante en vivo como parte esencial del aprendizaje

Una parte central del curso fue observar un trasplante en tiempo real. “La idea es que la capacitación tenga una parte vivencial con un trasplante de donante vivo que tiene la posibilidad de programación a diferencia de la cirugía con donación cadavérica”, indica el cirujano infantil y especialista en trasplante hepático pediátrico del Hospital Garrahan, Esteban Halac.

De todos modos la planificación tiene sus límites y un incidente (como que la persona que recibe el órgano tenga fiebre) puede llevar a postergar la cirugía. En este caso, la primera opción prevista se canceló por lo cual se pasó a la segunda, y los participantes del curso pudieron seguir de cerca cada instancia del procedimiento para que una beba de seis meses y menos de cinco kilos recibiera una porción de hígado de su mamá.

“La cirugía del donante vivo si bien está muy reglada es compleja y muy estresante porque uno tiene dos preocupaciones: que reciba el hígado el receptor y que el donante esté debidamente cuidado”, detalla Halac.

Es por eso que se requieren grupos muy bien entrenados que puedan rotar dos veces durante todo un procedimiento. El equipo quirúrgico se constituye de un cirujano y dos ayudantes. A ellos se le suman dos instrumentadores, uno o dos anestesistas, técnicos de anestesia y todo el personal auxiliar de quirófano. Para el trasplante también trabajan hemoterapistas y especialistas en imágenes.

En este caso, el proceso tomó cerca de seis horas. La primera parte implicó el trabajo del equipo quirúrgico de adultos del Hospital Argerich encargado de la división del hígado y de extraer la parte destinada a la receptora y cuidar a la donante. Luego intervino el equipo del Hospital Garrahan para adaptar esa porción del órgano al cuerpo de la pequeña y, finalmente, proceder al trasplante.

Mientras tanto, los cirujanos de los cinco países que estaban en el aula intercambiaban conocimientos y hacían consultas. Incluso se sumaron profesionales de otras especialidades. Las pediatras comentaron que la niña tenía atresia biliar, una obstrucción de los conductos que transportan la bilis desde el hígado hasta la vesícula. Sin el tratamiento indicado, en este caso al trasplante, puede desembocar en daño hepático, cirrosis, e incluso la muerte.

Con más de mil trasplantes hepáticos pediátricos realizados, el Hospital Garrahan tiene resultados comparables a los estándares internacionales. “Es por eso -asevera Halac- que además de hacer los trasplantes el Garrahan tiene la misión de achicar las brechas y colaborar para que los distintos países puedan tener acceso a esta práctica”.

 

Los profesionales pudieron hacer una visita técnica al Laboratorio Nacional de Inmunogenética que realiza estudios de histocompatibilidad entre donantes y receptores, y análisis inmunogenéticos que posibilitan el seguimiento post-trasplante.

 

Los profesionales pudieron hacer una visita técnica al Laboratorio Nacional de Inmunogenética que realiza estudios de histocompatibilidad entre donantes y receptores, y análisis inmunogenéticos que posibilitan el seguimiento post-trasplante.


Los profesionales pudieron hacer una visita técnica al Laboratorio Nacional de Inmunogenética que realiza estudios de histocompatibilidad entre donantes y receptores, y análisis inmunogenéticos que posibilitan el seguimiento post-trasplante.

Desigualdad en el acceso al trasplante hepático infantil

El trasplante de órganos, tejidos y células es una herramienta terapéutica fundamental para mejorar la calidad de vida de las personas, sin embargo, en las Américas persisten obstáculos para acceder a esta práctica.

Según datos de la OPS en base a la información que reportan los países, menos del 10 por ciento de las necesidades para trasplante de hígado se consideran satisfechas en la región. Además, la capacidad de realizar trasplantes hepáticos varía mucho y algunos países aún no cuentan con programas específicos.

El trasplante hepático pediátrico en particular enfrenta desafíos significativos como la falta de equipos médicos especializados y la baja tasa de donación de órganos en la población infantil. Estas limitaciones dificultan el acceso equitativo a una terapia que resulta vital para niñas y niños con enfermedades hepáticas.

Es por eso que la OPS impulsa espacios que favorezcan el intercambio de conocimientos, el trabajo colaborativo y el fortalecimiento de capacidades a nivel regional, para garantizar el acceso universal y equitativo al trasplante.

Compartir saberes para transformar sistemas de salud

La sede del INCUCAI, centro colaborador de la OPS, está rodeada de un amplio espacio verde que se hace notar incluso en invierno. Dentro del edificio con apariencia de casona, los participantes se reúnen alrededor de una mesa. Hay anécdotas, preguntas, y sobre todo, mucha disposición para compartir.

Carlos Soratti, presidente del INCUCAI y con más de 30 años de experiencia afirma que el propósito de la cooperación es claro: que los países puedan dar respuestas dentro de sus propios sistemas. “El desplazamiento de pacientes y familias hacia otros países para poder acceder a un trasplante es algo que hoy lo estamos viendo. El desarraigo, las condiciones en las que se llega y en las que se sobrevive, incluso en ese país al que se fue a buscar un tratamiento, son realmente muy difíciles de transitar”, describe.

Para Soratti, el proceso de unión entre el cuerpo y un órgano de otro es complejo: “Es mucho más que la medicación inmunosupresora por lo que la cercanía con el equipo de trasplante es muy importante”.

La experiencia fue bien recibida. El cirujano especialista en trasplantes de la ciudad boliviana de Sucre, Marcelo Sandi, destaca que las jornadas fueron provechosas “para compartir experiencias, adquirir conocimientos y llevarnos la motivación para replicar la experiencia de un país que tiene mucho volumen de trasplante”. Según Sandi, en Bolivia los trasplantes pediátricos están comenzando a desarrollarse por lo que “necesitamos de este intercambio para corregir errores y fortificar el programa que comenzará en nuestro país”.

En el INCUCAI especialistas de Bolivia, Ecuador, Paraguay y Perú recibieron información sobre la estructura institucional y el marco normativo argentino para el proceso de donación y trasplante.
En el INCUCAI especialistas de Bolivia, Ecuador, Paraguay y Perú recibieron información sobre la estructura institucional y el marco normativo argentino para el proceso de donación y trasplante.

En Ecuador aún no se llevan a cabo trasplantes hepáticos en niños por lo que “esta actividad nos permite tener un nexo y seguir en el proceso de la capacitación con profesionales bien formados con la experiencia que tiene Argentina”, dice la especialista en pediatría y coordinadora de trasplante del Hospital Francisco Icaza Bustamante de Guayaquil, Ximena Mejía Borja.

Por su parte, el cirujano Horacio Paredes del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT) de Paraguay remarca la importancia de la organización de los equipos médicos como base para avanzar. “Esta capacitación es un punto de partida para nosotros que estamos con la intención de realizar trasplante hepático en niños”, detalla Paredes.

La cirujana peruana del Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja, Katherine Lissete Valeriano Palomino, resalta que “hemos podido aprender cómo se maneja en el país tanto la normativa como el proceso de asignación de órganos que Argentina lo tiene bien estructurado. Además de la parte técnica del trasplante, conocimientos que son muy importantes para nosotros”.

Al cierre del curso, madre e hija ya estaban recuperadas, listas para seguir compartiendo sus vidas, ahora unidas también por un órgano. Mientras tanto, los diez médicos que participaron del curso emprendían el regreso a sus países con un objetivo común: comenzar a transformar sus sistemas de salud para que más niños puedan recibir esta oportunidad de vida cerca de sus hogares.

Con la OPS como facilitadora, esta experiencia demuestra que compartir conocimiento puede ser el primer paso para cambiar realidades.