Atención centrada en la familia: una estrategia para el óptimo desarrollo de bebés prematuros

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Montevideo, 17 de noviembre de 2023 (OPS) - “Miedo y desconcierto. Creo que esos eran los sentimientos más fuertes”. Lautaro nació de 32 semanas y así recuerda Sofía, su mamá, los primeros días de esa experiencia. 

“Recuerdo que vivía todo eso como un estado de irrealidad. Nada era como lo habíamos imaginado… Lauti nació en febrero de este año y aún me cuesta ordenar un poco los pensamientos sobre todo lo que vivimos en ese momento”. 

El nacimiento prematuro es un evento inesperado que coloca a las personas nacidas prematuramente y a sus familias en una situación de gran vulnerabilidad.  Es un período muy sensible en el curso de vida, en el que, entre muchos otros aspectos, se establece el vínculo de apego, tan importante para el crecimiento saludable, el desarrollo y la vida futura de quien nace.  

Sofía es uruguaya, tiene 36 años, y Lautaro es su primer hijo. 

“Algo que recuerdo con mucha angustia fue el momento en que me dieron de alta a mí. ¿Qué significaba eso? ¿Tenía que dejar a mi bebé ahí e irme para mi casa? Fue terrible. La gente me decía que tratara de descansar que mi bebé me necesitaba fuerte y yo no podía creer que me pidieran que me separara de él”.  

Cada 17 de noviembre se celebra el Día de la prematuridad con el fin de dar visibilidad a esta problemática y sensibilizar sobre las necesidades y derechos de las y los bebés prematuros y sus familias.  

Este año el Día de la prematuridad se centra en la necesidad del ingreso irrestricto de las familias en las Unidades de Cuidados Neonatales Intensivos, Intermedios o de baja complejidad.  “Esto es fundamental para lograr de manera óptima el contacto piel a piel, lograr la alimentación con lactancia y comprometer y alentar a las madres y los padres para el cuidado de sus hijos e hijas”, expresó el asesor regional en Salud Perinatal de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), Pablo Durán. 

El asesor se refirió, en particular, al método madre canguro “Es una intervención que permite a la madre asumir un rol central en el cuidado de su bebé”. De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el método canguro reduce en un 32% el riesgo de mortalidad neonatal. “Los bebés deben permanecer con sus madres el mayor tiempo posible y practicar el contacto piel a piel para que la lactancia materna comience cuanto antes. La lactancia y el apego precoz tienen impactos positivos en los bebés y, en particular, en los bebés prematuros, y aportan beneficios para toda la vida”. 

En la región de las Américas, cerca de 1 de cada 10 bebes nace de forma prematura. Ello representa más de un millón de recién nacidos cada año. 

Los bebés prematuros requieren de atención especializada y cuidados específicos que les permitan sobrevivir, crecer y desarrollarse saludablemente. Las complicaciones de la prematuridad constituyen la principal causa de muerte en el periodo neonatal. Además, los supervivientes de un parto prematuro pueden sufrir consecuencias sanitarias de por vida, con una mayor probabilidad de discapacidad y retrasos en el desarrollo. 

En este contexto, la atención centrada en las familias es un derecho que debe ser asegurado y promovido por los equipos de salud.  

La salud de las y los recién nacidos se ha definido como parte de la "agenda inconclusa" de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para la salud de la mujer y el niño.  

El Objetivo de Desarrollo Sostenible 3.2 establece poner fin a las muertes evitables de recién nacidos y niños menores de 5 años, con el objetivo de reducir la mortalidad neonatal al menos a 12 por cada 1,000 nacidos vivos y la mortalidad de menores de 5 años a, al menos, 25 por cada 1,000 nacidos vivos en todos los países para el año 2030.  

Los cuidados de calidad, centrados en la familia, pueden reducir la mortalidad y brindar mejores posibilidades de desarrollo.  

Para Durán, el involucramiento de las familias es fundamental y es una perspectiva que todos los centros de salud que atienden a recién nacidos deben incorporar. “Las familias son parte crucial de los cuidados. Deben estar acompañadas, informadas y, sobre todo, deben ser escuchadas en sus necesidades para avanzar realmente en una atención de calidad, que ponga al recién nacido, su familia y su comunidad en el centro”.   

Sobre su experiencia con los equipos de salud, Sofía comenta “El apoyo es super importante. No todas las personas tienen la misma empatía. Yo recuerdo, particularmente, a una enfermera que nos ayudó mucho. Ella hablaba conmigo con mucha paciencia, me tranquilizaba, trataba de explicarme todo lo que pasaba con mi bebé. Para mí era tranquilizador cada vez que estaba ella. Después fui generando un vínculo con todos quienes estaban allí, pero hay personas que tienen una mayor sensibilidad para acompañar en estos procesos” … “Con el tiempo todo se fue aclarando. Por suerte Lauti evolucionó muy bien y ahora lo estamos disfrutando sin tanto susto”.  

La directora del Centro Latinoamericano de Perinatología – Salud de la Mujer y Reproductiva (CLAP/SMR) expresó que hace tiempo que desde el centro se promueve la atención centrada en la familia. “Es algo sobre lo que vamos a seguir insistiendo porque la evidencia demuestra que es el camino correcto para la atención de calidad. La pandemia nos hizo retroceder en algunos aspectos, pero es una cuestión de derechos humanos, el foco tiene que estar siempre puesto en la persona, en este caso, en los bebés y sus familias”.  

Serruya manifestó que desde el CLAP/SMR se han desarrollado varias herramientas que integran esta mirada. Entre ellas, destacó la aplicación eCBB, que brinda información sobre el cuidado de bebés a familias y equipos de salud y que se puede descargar de forma gratuita en Google Play y Apple Store. Además, se refirió al trabajo que realiza el centro con una red de organizaciones de familias de prematuros que, actualmente, cuenta con 21 grupos en 15 países de la región.