Las niñas, niños y adolescentes no son la población que contrae la COVID-19 con mayor frecuencia, sin embargo, están en riesgo de ser las mayores víctimas

niños

Ciudad de México, 22 de mayo de 2020 - En la conferencia vespertina llevada a cabo en Palacio Nacional se presentaron los lineamientos para la prevención detección y atención de COVID-19 niñas, niños y adolescentes, disponibles en este [enlace]. En ese contexto, la OPS/OMS y UNICEF fueron invitadas para compartir reflexiones sobre el impacto y orientaciones para la protección de este grupo de edad.

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En el marco de la contingencia sanitaria las niñas, niños y adolescentes son invisibles en las estadísticas a nivel mundial sobre la situación de la enfermedad, así lo mencionó Cristian Morales, Representante de OPS/OMS en México, Sin embargo, -precisó-, aun cuando hay un número menor de infantes y adolescentes afectados de manera directa, ellos están en riesgo de ser las mayores víctimas: muchos han perdido a un miembro de su familia, o han perdido bruscamente el soporte de un cuidador, detectado como positivo, que pasó a cuarentena, se hospitalizó o falleció. Otros tantos se ven afectados por los efectos de las medidas para controlar la transmisión: distanciamiento físico, cierre de escuelas o de centros de cuidado infantil, y por los efectos de la desaceleración economía que reduce el ingreso familiar.

La epidemia ha alterado los componentes esenciales para el desarrollo infantil y del adolescente adecuado: buena salud, nutrición adecuada, atención receptiva, oportunidades para el aprendizaje, protección y seguridad.

Cristian Morales hizo un llamado para conjuntar todos los esfuerzos posibles desde una perspectiva multisectorial, para minimizar los riesgos e impactos de la pandemia en niñas, niños y adolescentes, incrementado acciones que favorezcan la inclusión, la participación, la solidaridad, la resiliencia y la cohesión social.

"Hay que reequilibrar las medidas de control de la pandemia para minimizar el impacto del distanciamiento físico y las restricciones de la movilidad en los niños y familias de bajos ingresos; ampliar los programas de protección social para llegar a los niños más vulnerables.

Hay que priorizar la continuidad de los servicios de salud, educación y servicios de protección social con foco en la equidad de acceso, particularmente en relación con la escolaridad, programas de nutrición, inmunización, cuidados materno y neonatal, y la protección contra la violencia o la negligencia; brindar apoyo práctico a los padres y cuidadores, incluido cómo hablar sobre la pandemia con niños, cómo manejar su propia salud mental y la salud mental salud de sus hijos y proporcionarles herramientas para apoyar el aprendizaje de sus hijos.

Debemos desarrollar acciones específicas de protección dirigidas a poblaciones vulnerables, tales como refugiados, desplazados, sin hogar, migrantes, minorías, habitantes de barrios marginales, niños que viven con discapacidades, niños de la calle, niños que viven en refugiados asentamientos y niños en instituciones. y finalmente, hay que brindar oportunidades reales para que las opiniones de niñas, niños y adolescentes sean escuchadas y tomadas en cuenta".