Pisiga Carpa, Bolivia, 19 de noviembre de 2025 (OPS).- En la frontera viva entre Colchane (Chile) y Pisiga Carpa (Bolivia), la salud pública se convirtió en protagonista de una jornada histórica. Con el respaldo técnico de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), ambos países realizaron una campaña binacional de vacunación antirrábica, reafirmando su compromiso con la meta regional: eliminar la rabia transmitida por perros para el año 2030.
La rabia, una enfermedad zoonótica de alta letalidad, sigue siendo un desafío en las Américas. Aunque Chile y Bolivia han logrado avances significativos mediante programas nacionales de vacunación y vigilancia epidemiológica, la persistencia del virus en zonas de riesgo y el tránsito frecuente de personas y mascotas por pasos fronterizos exigen acciones coordinadas y sostenidas.
En este contexto, la jornada en Pisiga no solo incluyó la vacunación masiva de perros y gatos, sino también un gesto concreto de cooperación: la donación de 1.000 dosis de vacuna antirrábica por parte del Ministerio de Salud de Chile al Ministerio de Salud de Bolivia, destinadas al Departamento de Oruro, considerado crítico por la circulación de la variante canina del virus. Esta contribución fortalece el cordón inmunitario en la frontera, reduciendo el riesgo de reintroducción del virus en territorio chileno y protegiendo a ambas naciones.
Esta actividad forma parte del trabajo conjunto entre los Programas Nacionales de Enfermedades Zoonóticas de ambos países, que contó con la participación de autoridades nacionales, la jefa de la Oficina de Zoonosis y Control de Vectores del Ministerio de Salud, Bárbara Hott Harvey, representantes de OPS/OMS y profesionales del SEDES Oruro y de la SEREMI de Salud de Tarapacá, consolidando así una articulación binacional orientada a reforzar la vigilancia y el control de zoonosis en territorios fronterizos.
“Esta jornada es clave para resguardar a ambos países frente a la rabia canina. El trabajo coordinado en frontera, con el apoyo de la OPS, fortalece nuestra capacidad de prevención y aporta al objetivo regional de eliminación al 2030”, señaló Yennifer Flores Echeverría, encargada nacional del programa de rabia en Chile.
Por su parte, Olivia Brathwaite, asesora de OPS/OMS, subrayó el impacto de estas acciones: “La vacunación transfronteriza salva vidas. Con una sola dosis, prevenimos la transmisión de la rabia y protegemos comunidades enteras”.
“Esta actividad demuestra el trabajo colaborativo entre el Ministerio de Salud de Chile y el de Bolivia. La entrega de estas mil dosis de vacunas contra la rabia permitirá mejorar las condiciones de salud de la localidad de Pisiga y del departamento de Oruro en general. Estamos muy contentos, ya que esto demuestra el camino que debemos seguir como nación, como Estado y como Gobierno para lograr la integración mucho más allá de la frontera”, destacó el delegado presidencial provincial del Tamarugal (s), Rodrigo Vargas.
Juan Rasguido Mejías, director del Servicio de Salud del Departamento de Oruro, destacó el impacto positivo del donativo, asegurando que “estas 1.000 vacunas nos van a ayudar mucho para inmunizar a los animales que viven en la zona fronteriza”. Asimismo, se valoró la participación de la comunidad de Pisiga y su rol clave en facilitar la vacunación responsable de sus animales.
La jornada concluyó con un llamado a la cooperación sostenida, entendiendo que proteger la salud animal es proteger la salud humana, especialmente en territorios donde la colaboración es la única respuesta eficaz frente a riesgos compartidos.
