Expertos coinciden en que se debe seguir trabajando para reducir mortalidad materna

Expertos coinciden en que se debe seguir trabajando para reducir mortalidad materna


Aunque la región de las Américas ha reducido sus tasas de mortalidad materna, todavía no es suficiente y es necesario emprender acciones para lograr este objetivo, coincidió un grupo de expertos durante un panel sobre este tema que se realizó en el marco del 51º Consejo Directivo de la OPS.

Washington, D.C., 27 de septiembre de 2011 (OPS/OMS)- Aunque la región de las Américas ha reducido sus tasas de mortalidad materna, todavía no es suficiente y es necesario emprender distintas acciones para lograr este objetivo, coincidió ayer un grupo de expertos durante un panel sobre este tema que se realizó en el marco del 51º Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS).

Desde la necesidad de reducir las inequidades en el acceso a servicios de salud, planificación familiar hasta empoderar a las mujeres en la toma de decisiones sobre su salud, incorporar al sector privado y de la sociedad civil en la implementación de políticas y la necesidad de abordar la problemática del aborto inseguro, fueron algunos de los temas expuestos por el panel antes que el Consejo Directivo analizara el Plan de Acción para Reducir la Mortalidad y Morbilidad Materna.

Aunque las Américas "ha hecho progresos para reducir la mortalidad materna, no serán suficientes para alcanzar la meta propuesta por los Objetivos de Desarrollo del Milenio para 2015", indicó la doctora Mirta Roses, Directora de la OPS/OMS.

"Aproximadamente el 95% de la mortalidad materna en América Latina y el Caribe se debe a causas prevenibles y para las cuales contamos con el conocimiento para hacerlo", indicó. Añadió que la población más afectada son las mujeres de menos recursos, las adolescentes, las indígenas y las afrodescendientes, y las que viven en áreas rurales.

S.A.R. la Infanta Doña Cristina coincidió en que las tasas de mortalidad materna son inaceptables y se refirió a la necesidad de incorporar al sector privado y a la sociedad civil en las políticas para afrontar este tema. Puso por ejemplo la labor que la Fundación La Caixa, de la que es Directora del Área Internacional, y las iniciativas que lleva adelante en las Américas para llamar la atención sobre el problema de la mortalidad materna, entre otras acciones vinculadas a la salud que esta organización lleva adelante.

"Invertir en maternidad segura es una inversión en la salud de las mujeres", indicó la Infanta. "Estas reuniones son importantes para reafirmar compromisos e intercambiar experiencias", añadió.

La Secretaria General Adjunta y Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Michelle Bachelet, afirmó que "no hay mejor inversión para la democracia y el crecimiento económico que invertir en las mujeres". Indicó que es esencial "empoderar a las mujeres" para lograr estos objetivos. Bachelet enfatizó que es necesario contar con los hombres para llevar mensajes contra la violencia. "La clave está en la prevención y la educación hacia los niños y niñas, porque hay otra forma antes que la violencia, el abuso y la fuerza para resolver los conflictos", indicó.

"Todos sabemos lo que funciona para prevenir y evitar muertes maternas. Lo central es la voluntad política. Pasemos de las palabras a la acción", exhortó Bachelet, quien consideró que 2011 puede ser un punto de inflexión para la salud de las mujeres.

En tanto, la Directora de Salud Sexual y Reproductiva de UNFPA (Fondo de Población de las Naciones Unidas), Laura Laski, destacó que la planificación familiar es una de las intervenciones de mayor costo-beneficio para disminuir la mortalidad y la morbilidad materna, colabora con mejorar la situación de pobreza de las familias y empodera a las mujeres al darles capacidad de decidir.

La experta de UNFPA indicó que para abordar desigualdades y brechas, es necesario focalizar en ciertos grupos la promoción del uso de anticonceptivos. También indicó que no es suficiente con ofrecer servicios sanitarios, sino que también es necesario asegurar el acceso a la educación sexual.

Por su parte, "el aborto inducido es un problema de salud pública por su alta frecuencia y consecuencias en la salud de la mujer", aseveró Aníbal Faúndes, Coordinador de la Federación Latinoamericana de Sociedades de Obstetricia y Ginecología. Indicó que aunque la tasa de abortos en la región se redujo entre 1990 y 2008, todavía sigue siendo una de las más altas del mundo. Comparó la situación con la de países europeos, donde el aborto es legal y accesible, y la de los países de América donde está penalizado. "No ha funcionado criminalizar los abortos", dijo, y explicó la necesidad de que se realicen en condiciones seguras y de que se informe a las mujeres para evitar embarazos no deseados.

Poco antes del panel, la Ministra de Cooperación Internacional de Canadá, Beverly Oda, anunció que su país contribuiría con $ 18 millones de dólares canadienses en un proyecto dirigido a salvar la vida de madres y niños. La Directora General de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan, destacó la necesidad de "mostrar resultados" al asumir compromisos de ese tipo. Subrayó que en muchas ocasiones se suele hablar, pero no ejecutar. "Es importante que los países demuestren resultados, que mejoren la salud de las mujeres; con lo que sabemos, ninguna mujer debería morir durante el parto", sentenció.

Según las cifras oficiales publicadas en los Indicadores Básicos 2010 de la OPS/OMS, se registraron 9.500 muertes maternas en América Latina y el Caribe, unas 3.2400.000 de embarazadas no tienen acceso a métodos anticonceptivos modernos y 748.000 no reciben atención médica en una institución de salud durante el período prenatal.