Asunción, 28 de agosto de 2025 - Bajo el lema “Comienzos Saludables, Futuros Esperanzadores”, el Seminario Nacional de Obstetras reunió a profesionales de todo el país, junto a autoridades del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS) y representantes de la OPS/OMS, para compartir experiencias que fortalecen la gobernanza y la gestión de la salud materna y neonatal.
Aunque las Américas representan el 3% del total de las muertes maternas a nivel mundial, la región muestra grandes disparidades en la mortalidad materna. Las tasas varían desde 10 muertes por cada 100.000 nacidos vivos en Chile hasta 328 muertes en Haití. La elección del lema "Comienzos Saludables, Futuros Esperanzadores" retoma la campaña del Día Mundial de la Salud, celebrado el pasado 7 de abril de este año y llama a intensificar los esfuerzos para poner fin a las muertes prevenibles de madres y recién nacidos, y a dar prioridad a la salud y el bienestar de las mujeres a largo plazo.
“El obstetra no es solo un profesional asistencial: es un agente de cambio, liderazgo y gobernanza en salud pública”, señaló en sus palabras de apertura Miriam Espínola, Directora Nacional de Obstetricia del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS). Habló además del objetivo de la obstetricia en el sistema de salud: “que cada madre, cada recién nacido y cada familia reciban una atención respetuosa, segura y de calidad, en todos los niveles del sistema de salud, desde el primer contacto en la comunidad hasta la atención especializada”.
La OPS/OMS se posiciona a favor de la transición hacia nuevos modelos de atención de parto. En esa línea, Alejandra Carrillo, Asesora en Sistemas y Servicios de Salud de la OPS en Paraguay destacó a las y los obstetras como la columna vertebral de la salud materno-neonatal, señalando que para que su labor sea efectiva: “es crucial fortalecer la gobernanza y la gestión de la salud materna y neonatal en Paraguay, no como responsabilidad única del Ministerio de Salud, sino como un esfuerzo colectivo en estrategias claves”, señaló. Algunas de las estrategias mencionadas por Carrillo contemplan la inversión en el personal de salud, mejores sistemas de información, coordinación intersectorial y la promoción de participación comunitaria en programas de salud.
Así también, Lenildo Moura, Asesor de Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental de la OPS en Paraguay, presentó la propuesta de transición a modelos de atención de partería, documento de posición mundial de la OMS. “Esta guía describe ocho áreas que deben abordarse para lograr una transición sostenible hacia modelos de atención en partería. Cada área se divide en cinco fases de transición. Todas las áreas de transición son esenciales, y el avance en una suele impulsar —o depender de— el progreso en las demás”, presentó.
Las ocho áreas de este enfoque flexible propuesto por la OMS incluyen la participación de las mujeres y las comunidades, la colaboración interprofesional, la prestación de servicios para la atención materna y neonatal, el liderazgo de las personas parteras, la capacitación, desarrollo profesional e investigación continuos, una fuerza laboral estratégica en salud, un entorno normativo de políticas definidas y apoyo para ese entorno.
Las experiencias compartidas en el seminario evidenciaron el impacto de los obstetras en el acceso universal a la salud y en la toma de decisiones en contextos de crisis, tales como casos de gestión en el Departamento de Alto Paraguay, la implementación de redes integradas de servicios de salud materno-neonatal en Ñeembucú, y el rol estratégico de las obstetras en equipos multidisciplinarios.
La labor de las obstetras en las Américas va más allá de un parto: abarca el cuidado integral, la consejería y el apoyo emocional a las mujeres durante el embarazo, el parto y el posparto. En una región donde la desigualdad aún persiste, su trabajo es fundamental para reducir las brechas.
