En el marco de la Cumbre FLASOG, se realizó simposio sobre la Red CLAP MUSA y la calidad de atención a las mujeres en situación de aborto 

Foto exposición Rodolgo Gómez

Montevideo, 31 de agosto de 2022. El 26 de agosto, en el marco de la Cumbre de FLASOG que tuvo lugar del 25 al 27 de ese mes, se llevó a cabo un simposio sobre la Red CLAP de Centros Centinelas de vigilancia de la calidad de atención a las mujeres en situación de aborto en América Latina.

La directora del Centro Latinoamericano de Perinatología - Salud de la Mujer y Reproductiva (CLAP/SMR) de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), Suzanne Serruya, fue encargada de hacer la apertura a la mesa de expertos. Serruya expresó que este era uno de los temas más importantes a tratar en relación a la salud sexual y reproductiva y manifestó que “las mujeres en situación de aborto necesitan mucho más que otras de la protección y de la atención de calidad” porque tiene un impacto muy fuerte en “las más pobres, las más jóvenes, las más desprotegidas y las más vulnerables”. Asimismo, manifestó que la Red CLAP MUSA constituye un logro importante, en tanto es una “excelente herramienta que nos permite contar con evidencia para la toma de decisiones”. Además, recordó que es una experiencia única en el mundo. 

La ginecóloga Laura Gil expuso sobre la importancia de combatir el aborto inseguro en América Latina que, de acuerdo a los datos que presentó, representa un 76 % de los abortos que se realizan, “dejando a la región en un escenario vergonzoso frente al mundo”. Al respecto, expresó que más allá de las opiniones individuales hay que cuestionarse “qué cara queremos que tenga el aborto” porque más allá de lo que cada uno quiera es una práctica que va a seguir existiendo. Asimismo, comentó que los estudios relacionados demuestran que donde hay más restricciones legales hay una mayor tasa de abortos. 

Gil, manifestó que la OMS ya se ha pronunciado sobre el aborto seguro y que cuenta con guías actualizadas, basadas en evidencia, que especifican cómo abordar el tema. En este sentido, expresó que no solo hay que poner el foco en el acceso, sino también pensar en que debe ser un servicio de calidad, con la mirada puesta en las personas.

Por último, se refirió a los perjuicios que ocasiona en el personal de salud, en tanto “limita la libertad de conciencia y la libertad de profesión y oficio”. 

El asesor regional de Salud Sexual y Reproductiva del CLAP/SMR, Rodolfo Gómez, se refirió específicamente a la Red CLAP MUSA, que surgió como iniciativa del CLAP y que hoy integra a 30 centros centinelas que verifican y monitorean la calidad de atención a las mujeres en situación de aborto en toda la región. Gómez expresó que se trata de “una red innovadora, que abarca a diferentes países que buscan realizar vigilancia, investigación operativa y formación de recursos humanos, con el objetivo último de mejorar la salud de las mujeres y los niños y niñas de la región”.  

El asesor del CLAP destacó que la red usa un lenguaje común que es el SIP A o sistemas similares que “pueden dialogar en el mismo idioma”. Esto es así porque se generó un formulario específico dentro del Sistema de Información Perinatal (SIP), que ya es conocido y utilizado por varios países de la región, para atender específicamente a las mujeres en situación de aborto. En este sentido, explicó que existen variables consensuadas tanto para analizar la asistencia a mujeres con abortos incompletos como la asistencia a mujeres con abortos legales.  

Gómez también se refirió a la importancia de la calidad del dato y señaló que la red permite contar con “una gran base de datos que posibilita hacer análisis y abogacía en la región”. Sobre esto, comentó que la calidad de la información se evalúa periódicamente y que se hace la devolución a las instituciones para que puedan mejorar la recolección de datos.

Por último, remarcó que la red maximiza las cualidades de cada uno de los centros y los convierte en centros de referencia en tanto exige el análisis de la información, la investigación y la realización de publicaciones.

La exposición del coordinador de la Red CLAP MUSA, Gonzalo Rubio, se centró en el concepto de Centros de Excelencia en atención a las mujeres en situación de aborto. Al respecto, explicó que “los centros de excelencia cuentan con programas de salud cuya oferta de valor se sustenta en resultados clínicos y niveles de seguridad del paciente comparados con los mejores referentes. Utilizan la mejor evidencia científica disponible y son, como mínimo, referentes nacionales en el servicio que ofrecen”. 

Rubio destacó que “si bien es importante avanzar en despenalizar y descriminalizar el aborto, esto no inhibe que países que tienen leyes altamente restrictivas puedan mejorar la calidad de atención a las mujeres”. 

El coordinador de la red también se refirió al rol de rectoría del CLAP/SMR, que brinda indicadores para mejorar la calidad de atención y la calidad de los datos. En relación a esto último, señaló la importancia de “tener el mínimo porcentaje de discrepancias y de datos perdidos”. 

Por su parte, el Dr. Juan Carlos Vargas, comentó sobre los desafíos que se presentaron, fundamentalmente, a partir de las cuarentenas que se establecieron a raíz de la pandemia de COVID 19, y el rol que jugó la telemedicina. En particular, se refirió a la iniciativa de Profamilia y a lo que se dio a conocer como “aborto por telemedicina” o “tele aborto”, que resultó ser una solución muy importante para muchas mujeres y, en especial, para aquellas que están en lugares alejados a los grandes centros poblados y que están en mayor situación de vulnerabilidad. 

De hecho, Vargas informó que se trata de un servicio que sigue siendo requerido y que se ha ido incrementando paulatinamente. “Esto no solo demuestra su aceptación, sino que es un servicio que viene a cubrir una necesidad existente”, expresó. 

La última exposición del simposio estuvo a cargo del Dr. Luíz Baccaro, quien comentó sobre el impacto de la pandemia de COVID 19 en la atención a mujeres en situación de aborto en el Hospital de la Mujer de la Universidad de Campinas (UNICAMP). Al respecto, Báccaro manifestó que el hospital es parte de la red desde 2015 y que la participación en la misma “influyó muy positivamente en la práctica clínica”. 

En tal sentido expresó que el uso del SIP A les ha permitido identificar problemas crónicos en la atención, al tiempo que ha posibilitado las tareas de investigación y la publicación de artículos científicos.  

En particular, en lo que refiere al impacto de la pandemia, los datos recabados permitieron evaluar aspectos de la atención a las mujeres y, a modo de ejemplo, mencionó un estudio que demuestra, entre otras cosas, que hubo menos acceso a la planificación familiar.  

Todos los panelistas, coincidieron en la importancia de esta red y en las posibilidades que representa para continuar avanzando hacia la práctica del aborto seguro y con foco en los derechos de la mujer.