La resistencia a los antimicrobianos (RAM) es un fenómeno natural de cambios genéticos en microorganismos, como las bacterias, virus, parásitos y hongos, que les permiten ser cada vez más resistentes a la acción de los fármacos (antibióticos, antifúngicos, antiparasitarios, entre otros). Pese a ser un proceso natural, el uso inadecuado y excesivo de antimicrobianos acelera su desarrollo, de manera que hoy en día, la RAM se ha convertido en una amenaza para la salud mundial.
El control deficiente de las infecciones, las condiciones sanitarias inapropiadas y la manipulación inadecuada de los alimentos, fomentan la propagación de microorganismos resistentes a los antimicrobianos y puede atacar a cualquier persona, de cualquier edad y de cualquier país.
La OPS ha cooperado en el país con el "Plan multisectorial de lucha contra la resistencia a los antimicrobianos"
La OPS contribuye con el desarrollo y consolidación de la vigilancia integrada RAM en Perú. En 2020, el país emitió el primer reporte al Global Antimicrobial Resistance Surveillance System (GLASS) con información sobre gonococo resistente.
Cada año se desarrollan estrategias de comunicación para sensibilizar al público sobre la amenaza de la RAM utilizando diferentes canales, especialmente en la Semana Mundial de Concientización sobre el uso de los Antimicrobianos.
Con el apoyo de la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (KOICA), el proyecto busca:
Existe un firme compromiso tripartito de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y la Organización Mundial de la Salud / Organización Panamericana de la Salud (OPS) para combatir la RAM, trabajando de forma coordinada para mitigar los riesgos en salud humana, animal y del medio ambiente. Bajo este contexto, las tres organizaciones han aunado objetivos para la iniciativa "Trabajando juntos para combatir la resistencia a los antimicrobianos" bajo el enfoque de Una Salud. De esta manera se reconoce la multidimensionalidad y la necesidad de una respuesta intersectorial que exige este desafío.
El propósito del proyecto, apoyado y financiado por la Unión Europea (UE), combatir la resistencia a los antimicrobianos a través de planes nacionales.