Garantizar un ambiente interior saludable en hospitales y centros de salud es fundamental para proteger a pacientes, trabajadores y visitantes. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) apoya a los países de la región en el fortalecimiento de políticas, estándares y capacidades técnicas para mejorar la calidad ambiental en estos entornos, reconociendo que se trata de un componente esencial de la seguridad del paciente y de la resiliencia de los sistemas de salud.
El ambiente interior de un establecimiento de salud es altamente complejo y requiere atención especial. A diferencia de otros entornos, los pacientes suelen tener sistemas inmunológicos debilitados y tanto ellos como el personal de salud permanecen durante largos periodos dentro del edificio. En estos espacios, las personas pueden estar expuestas a una amplia variedad de contaminantes, incluidos:
- Gases (CO₂, CO, NO₂, ozono, entre otros).
- Partículas: PM2.5, PM10, fibras de asbesto y otras fibras.
- Crecimiento microbiano como hongos, moho y bacterias.
- Compuestos Orgánicos Volátiles.
Además, factores como la temperatura, la humedad relativa y los niveles de ventilación influyen en cómo las personas responden al ambiente y en la capacidad del hospital para prevenir infecciones, controlar riesgos y mantener operaciones seguras.
- El trabajo de la OPS en calidad ambiental interior
La OPS apoya a los países de las Américas a través de un enfoque integral que combina asistencia técnica, herramientas de formación y acompañamiento estratégico. Las principales líneas de acción incluyen:
- Evaluación de la calidad del aire y del ambiente interior: La OPS apoya a los países en el diagnóstico e identificación de niveles de contaminantes químicos y microbiológicos de importancia para la salud, así como en la revisión de sistemas de ventilación, filtración, control de humedad y diseño ambiental.
- Fortalecimiento de capacidades técnicas: Desde OPS se han ofrecido entrenamientos y herramientas prácticas para equipos de ingeniería hospitalaria, salud ambiental y control de infecciones, permitiendo mejorar la operación y el mantenimiento de los sistemas ambientales en establecimientos de salud.
- Desarrollo de estándares y guías técnicas: La OPS ha elaborado una guía regional para la gestión de la calidad ambiental interior en establecimientos de salud, que incluye parámetros técnicos, criterios de diseño, buenas prácticas y lineamientos para áreas críticas. Esta guía permite a los países orientar inversiones, actualizar procedimientos y avanzar hacia estándares de ventilación y filtración más robustos.
- Hacia establecimientos de salud más seguros y resilientes
La mejora de la calidad ambiental interior contribuye a:
- Reducir riesgos de infecciones y complicaciones médicas.
- Proteger al personal de salud y a quienes visitan los establecimientos.
- Optimizar el funcionamiento de servicios esenciales.
- Fortalecer la resiliencia frente al cambio climático y emergencias.
- Avanzar hacia infraestructuras sanitarias más sostenibles y eficientes.
Este componente es clave para garantizar que los establecimientos de salud “cuiden de las personas y también del ambiente”, y para ofrecer servicios seguros en contextos de creciente complejidad sanitaria y ambiental.
