• Una mujer morena lee una caja de comida que muestra en la parte frontal del paquete tres hexágonos negros que indican el exceso de grasas, azúcares y sodio
    Etiquetado frontal

Etiquetado frontal

El consumo excesivo de azúcares, grasas y sodio es un problema de salud pública que se asocia a las enfermedades no transmisibles que más afectan a la población: sobrepeso u obesidad, diabetes, hipertensión arterial, enfermedades vasculares, cardíacas, cerebrales y renales.

La hipertensión, la hiperglucemia en ayunas (medida como el nivel de glucosa en plasma en ayunas) y el sobrepeso o la obesidad son los tres factores de riesgo más asociados con la mortalidad en la Región de las Américas. La mala alimentación guarda una estrecha relación con estos tres factores principales de riesgo en la Región, debido en gran parte a la ingesta excesiva de azúcares, grasas totales, grasas saturadas, grasas trans y sodio, los denominados “nutrientes críticos” de preocupación para la salud pública.

La ingesta excesiva de estos nutrientes es resultado, en gran medida, de la amplia disponibilidad, asequibilidad y promoción de productos alimentarios procesados y ultraprocesados, que contienen cantidades excesivas de azúcares, grasas y sodio.

Gran parte de la solución consiste en la aplicación de leyes y regulaciones que reduzcan la demanda y la oferta de productos que contienen cantidades excesivas de nutrientes críticos. Uno de los instrumentos clave de política para regular esos productos con el objeto de prevenir el desequilibrio en la alimentación es la utilización de etiquetas en el frente del envase que indiquen a los consumidores que el producto contiene cantidades excesivas de azúcares, grasas totales, grasas saturadas, grasas trans y sodio.

El modelo de perfil de nutrientes de la OPS permite identificar productos que deben contener advertencias en el frente de los envases por su contenido excesivo de nutrientes críticos que pueden afectar la salud.

El etiquetado de advertencia en el frente del paquete es una herramienta simple, práctica y eficaz para informar al público sobre productos que pueden dañar la salud y ayudar a orientar las decisiones de compra.

El etiquetado frontal es una herramiento simple, práctica y eficaz para informar al público sobre los productos que pueden dañar la salud y ayudar a orientar las decisiones de compra

Preguntas frecuentes sobre el sistema de alerta nutricional en la parte frontal del paquete para la prevención de enfermedades no transmisibles

1.- Resultados obtenidos con el sistema de advertencias nutricionales y otros sistemas de etiquetado frontal  

 

 Resultados obtenidos con el sistema de advertencias nutricionales 

  • La señal en sí misma no implica una infracción. Por ejemplo, cuando se aplica al tránsito, una señal de “Alto” o “Pare” significa simplemente que el conductor debe detenerse. Por lo tanto, no significa ni indica una infracción a la ley.
  • El propósito de las advertencias nutricionales en el etiquetado frontal del envase es informar a los consumidores de una manera rápida, correcta y sencilla si el producto tiene una cantidad excesiva de azúcares, grasas o sodio. No prohíbe a los consumidores comprar los productos; sólo los ayuda a tomar una decisión fundamentada.
  • Toda medida que busque modificar el comportamiento del público debe formar parte de un conjunto de políticas complementarias apoyadas por un programa integral de educación del público, y el etiquetado nutricional no es una excepción.
  • Las campañas educativas e informativas son realmente importantes. Sin embargo, no son opciones alternativas ni sustitutos del etiquetado frontal ni de ninguna otra política; son complementarias.
  • El etiquetado frontal es una herramienta educativa en sí, pues suministra información que ayuda a instruir a los consumidores acerca del contenido de los productos alimenticios. 
  • En comparación con las campañas en los medios de comunicación, el etiquetado frontal es más costo-efectivo dados su alcance y su gran autosostenibilidad con el transcurso del tiempo.
  • Además, una campaña para informar a la población sobre comidas saludables no permitiría, por sí sola, que los consumidores sepan de una manera rápida y sencilla qué productos tienen altos niveles de azúcares, grasas o sodio. Es necesario aplicar al mismo tiempo un sistema de etiquetado frontal que cumpla ese propósito. 
  • Se ha comprobado que los consumidores realizan muy poco esfuerzo cognoscitivo y tiempo para decidir sus compras. Existe un número elevado y creciente de pruebas científicas que señalan que el sistema de advertencias nutricionales en el etiquetado frontal logra mejores resultados en cuanto a informar a los consumidores de manera rápida, fácil y correcta cuando los productos contienen cantidades excesivas de nutrientes relacionados con enfermedades no transmisibles, así como mejorar la intención y decisión de compra.
     
  • El sistema de advertencias nutricionales en el etiquetado frontal define claramente en qué se centra y cuál es su propósito. Cuanto más numerosos sean los propósitos que se esperan lograr con un sistema, menos enfocado y eficaz resultará éste para lograr su finalidad o múltiples propósitos.
  • La finalidad de un sistema de advertencias nutricionales es ayudar a la población a identificar productos que contienen cantidades excesivas de nutrientes críticos como azúcares, grasas totales, grasas saturadas, grasas trans y sodio. Estos nutrientes deberán constituir la base del etiquetado frontal. Combinar o agregar información sobre nutrientes o atributos positivos desviaría al sistema de su finalidad, diluiría el efecto y crearía más confusión en el consumidor.
  • Un sistema de etiquetado frontal que presenta información sobre nutrientes o atributos positivos no es un medio adecuado para la finalidad señalada (es decir, ayudar a la población a identificar productos que contienen cantidades excesivas de nutriente críticos) y promover la alimentación saludable, porque:
    • Pueden estimular el consumo excesivo de productos procesados y ultraprocesados que no se recomendarían como parte de una alimentación saludable, ya que los envuelven en un “halo de salud” y proyectan la idea errónea de que son saludables.
    • Distraen a los consumidores de las recomendaciones alimentarias que deberían abordarse en otros instrumentos de política y medios de información, no en la etiqueta de productos envasados.
    • La inclusión de texto como “Bajo en sodio” podría generar un consumo excesivo de productos ultraprocesados que presenten esa información en la etiqueta y, en consecuencia, una ingesta excesiva de sodio u otros nutrientes críticos. Esto puede ser resultado de la combinación de una hiperpalatabilidad de esos productos y el estímulo de las alegaciones en la etiqueta.
    • En estudios realizados se demostró que cuando los consumidores están calificando cuán saludable es un producto que contiene cantidades excesivas de azúcares, grasas o sodio, la inclusión del color verde (percibido como una característica positiva) al etiquetado frontal distorsiona su percepción y les hace creer que el producto es más saludable de lo que realmente es, o que se recomienda como parte de una alimentación saludable cuando no es así.
  • Los productos que llevan advertencias nutricionales en el frente del envase son normalmente productos alimentarios y bebidas ultraprocesados que, además de contener cantidades excesivas de nutrientes críticos, están asociados a una menor ingesta de nutrientes positivos como vitaminas, minerales, proteína y fibra. En consecuencia, aunque los sistemas de advertencias nutricionales en el etiquetado frontal hacen énfasis en las cantidades excesivas de nutrientes críticos, es más probable que los consumidores aumenten su ingesta de nutrientes positivos y a la vez eviten consumir cantidades excesivas de azúcares, grasas totales, grasas saturadas, grasas trans y sodio a medida que mejoran sus decisiones de compra con base en las advertencias nutricionales de la etiqueta.
     
  • La preferencia del consumidor no es un parámetro que mide los resultados de un sistema de etiquetado frontal ni ayuda a determinar cuál es el más efectivo. Por lo tanto, los estudios o afirmaciones que indican que un sistema es el preferido de los consumidores no ayudan a identificar al sistema más adecuado para la finalidad de salud pública propuesta. 
  • No se aporta evidencia que sustente el argumento de que el sistema de semáforo ofrece mayores posibilidades a los consumidores para elegir ni que facilita la lectura y la comprensión de los componentes nutricionales de los productos comparado con otros sistemas. De hecho, algunos datos científicos independientes han demostrado lo contrario:
    • El uso del sistema de semáforo ha resultado menos eficaz para informar a los consumidores cuándo los productos contienen cantidades excesivas de azúcares, grasas o sodio, en comparación con el sistema de advertencias nutricionales adoptado en Chile, México, Perú y Uruguay, y cuyo uso se propone en Brasil, Canadá y otros países.
    • El sistema de semáforo demostró ser menos eficaz para influir en la intención y decisión de compra de los consumidores. Esta eficacia o desempeño inferiores fue explicada por varios estudios científicos que demuestran que:
      • los consumidores pueden confundirse cuando leen etiquetas que se refieren simultáneamente a contenidos altos, medios y bajos de distintos nutrientes
      • a los consumidores les cuesta trabajo y más tiempo determinar si un producto alimenticio que lleva una etiqueta frontal con los colores del semáforo tiene o no un contenido excesivo de un nutriente dado
      • en algunos productos, la señal verde puede ser un estímulo para adquirir productos que pueden ser verdes en sodio, pero rojos en azúcar, lo que podría dar lugar a un mayor consumo no deseado de estos productos.
    • Las investigaciones de mercadotecnia y consumo realizadas desde los años setenta demostraron que los consumidores no invierten mucho tiempo ni esfuerzo cognoscitivo al decidir una compra, especialmente cuando se trata de compras repetitivas, como es el caso de los alimentos y bebidas. El sistema de semáforo requiere que los consumidores hagan un mayor esfuerzo cognoscitivo y dediquen más tiempo a procesar la información y decidir, en comparación con el sistema de advertencias nutricionales
  • Además de esta evidencia, también se sabe que el daltonismo rojo-verde es la forma más común de deficiencia en la visión de los colores, lo que significa que, con esta medida, la información no llegaría a una parte de la población.
  • Además, el sistema de semáforo ha sido adoptado voluntariamente porque las empresas se dieron cuenta de que podrían aumentar sus ventas de productos no recomendados. Las empresas que producen bebidas azucaradas lo adoptaron voluntariamente como estrategia de mercadotecnia para incrementar sus ventas al utilizar el verde para el sodio y las grasas en sus productos.
  • Para proteger a los consumidores, debería evitarse el uso de sistemas de etiquetado frontal que puedan utilizarse como parte de una estrategia de mercadotecnia para promover la compra de productos superfluos y nocivos para la salud. Véase el Resumen técnico sobre el etiquetado frontal y la prevención de las ENT de la OPS, que presenta una síntesis de la finalidad de esta norma y una comparación de los resultados de diferentes sistemas.
     
  • Los sistemas híbridos que combinan cantidades diarias orientativas (CDO, también conocidas por la sigla en inglés GDA) con los colores del semáforo tienen las mismas limitaciones que se describen en el punto 4. Además, las CDO por colores no incluyen un texto que interprete las cantidades de los nutrientes enumerados. Véase en el resumen técnico de la OPS una síntesis de la finalidad del etiquetado frontal y una comparación de los resultados de diferentes sistemas.
  • Por otra parte, los sistemas que emplean puntuaciones generales o resumidas sobre los nutrientes no permiten a los consumidores identificar clara y rápidamente los productos que contienen cantidades excesivas de nutrientes críticos (es decir, nutrientes asociados a las enfermedades con la mayor carga), como los azúcares, las grasas totales, las grasas saturadas, las grasas trans y el sodio. Véase en el resumen técnico de la OPS una síntesis de la finalidad del etiquetado frontal y una comparación de los resultados de diferentes sistemas.
     

 Modelo de perfil de nutrientes de la OPS 

  • El modelo de perfil de nutrientes de la OPS se basa en las recomendaciones de la OMS y las metas de ingesta de nutrientes que se han formulado con base en un riguroso examen científico de la evidencia.76
  • El modelo de perfil de nutrientes de la OPS considera que un producto tiene una cantidad excesiva de nutrientes críticos cuando la proporción de esos nutrientes en el producto sobrepasa la ingesta recomendada por la OMS.7,8,9,76 Las metas de la OMS relativas a la ingesta de nutrientes por la población procuran orientar la ingesta diaria de nutrientes para prevenir las enfermedades no transmisibles y otras enfermedades relacionadas con la alimentación.7,8,9 
  • Estas metas de la OMS de ingesta para la población se expresan como proporción del aporte energético (por ejemplo, los azúcares libres deben aportar menos del 10% del aporte energético) y no como proporción de un número fijo de calorías por día. En vista de que diferentes grupos etarios tienen diferentes requerimientos energéticos, el modelo de perfil de nutrientes de la OPS considera una alimentación balanceada para todos los grupos etarios. Cuando una persona ingiere un producto que tiene una cantidad excesiva de un nutriente según el modelo, está aumentando la proporción de energía proveniente de ese nutriente crítico por encima de las metas de ingesta recomendadas. Por ejemplo, cuando alguien consume una bebida azucarada que aporta energía solo en forma de azúcares (es decir, 100% de la energía proviene de los azúcares), al final del día el aporte energético total de azúcares libres estará por encima del 10%, independientemente de la cantidad consumida del producto o el grupo etario que lo consume. El consumo de productos procesados y ultraprocesados que exceden los criterios del modelo de perfil de nutrientes de la OPS eleva la proporción de energía proveniente de nutrientes críticos o la cantidad de sodio que excede de la ingesta recomendada, lo que produce un desequilibrio en la alimentación.
  • El hecho de que los productos no satisfagan las recomendaciones de la OPS y la OMS, no significa que la recomendación sea demasiado rigurosa; significa que los productos sobrepasan proporcionalmente las metas de ingesta de nutrientes recomendadas. Las recomendaciones de salud pública se basan en la evidencia, los riesgos para la salud y las cargas asociadas. Si los productos contienen cantidades excesivas de nutrientes asociados a las enfermedades con la mayor carga, los consumidores deben poder disponer fácilmente de esta información en el momento de decidir una compra. Si se modificaran las recomendaciones para basarlas en el mercado y no en la ciencia, se haría creer erróneamente a los consumidores que están adquiriendo un producto que es más saludable de lo que en realidad es.
     

 2.- Consideraciones relacionadas con las políticas 

  •  Los países son soberanos y tienen el derecho de tomar medidas necesarias y no discriminatorias para proteger la salud pública y garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de su población. Esto incluye ir más allá de las directrices del Codex, por ejemplo, determinar dónde sería inefectiva o inadecuada su implementación para lograr el objetivo de salud del gobierno.
  • Las deliberaciones y la formulación de cualquier texto del Codex se basan y se alimentan de las experiencias de los países y regiones. Por consiguiente, el Codex recoge experiencias nacionales con la ejecución de políticas a fin de sustanciar la elaboración de sus textos. Esto significa que el Codex espera que los países miembros adopten medidas pertinentes. Al establecer y adoptar sus normas de etiquetado frontal, los países miembros también contribuirán a dar sustento a las discusiones y trabajos en el ámbito del Codex.

 

  • Para reducir el riesgo de las ENT más frecuentes relacionadas con la alimentación, la finalidad del etiquetado frontal debe ser informar a las personas de una manera fácil y rápida acerca de los productos que tienen un contenido excesivo de nutrientes críticos, es decir: azúcares, grasas totales, grasas saturadas, grasas trans y sodio.
  • Sería muy beneficioso para los consumidores obtener información clara y sencilla en la etiqueta frontal en el momento de la compra para que puedan identificar productos con contenido excesivo de nutrientes críticos. Sobre la base de la evidencia disponible, el sistema de advertencias nutricionales es el que mejor se ajusta a este propósito. Véanse los puntos así como el resumen técnico de la OPS, que presenta una síntesis de la finalidad del etiquetado frontal y una comparación de los resultados de diferentes sistemas.
  • Todos los estudios que han comparado los resultados de diferentes sistemas para informar a los consumidores sobre el contenido excesivo de nutrientes críticos asociados a la mayor carga de enfermedades llegan a la misma conclusión: las advertencias nutricionales en el etiquetado frontal cumplen mejor con la finalidad propuesta que otros sistemas. Además, las etiquetas de advertencias nutricionales ayudan a los consumidores a identificar fácil y rápidamente aquellos productos que contienen cantidades excesivas de azúcares, grasas y sodio, y que están asociados con enfermedades no transmisibles: la principal causa de mala salud y muerte en la Región de las Américas. Véanse los puntos y el resumen técnico de la OPS, que presenta una síntesis de la finalidad del etiquetado frontal y una comparación de los resultados de diferentes sistemas.
  • Se vuelve un imperativo ético actuar y adoptar el sistema de advertencias nutricionales en el etiquetado frontal teniendo en cuenta el volumen y la congruencia de la evidencia que apoya este sistema: el que mejor cumple con la finalidad de informar a los consumidores cuáles son los productos que contienen cantidades excesivas de nutrientes que son causa de la morbilidad y la mortalidad más altas en la Región de las Américas.
  • Véanse más detalles en los puntos y el resumen técnico de la OPS, que presenta una síntesis de la finalidad del etiquetado frontal y una comparación de los resultados de diferentes sistemas.
     
  • Las medidas de salud pública que abordan riesgos importantes para la población deberían ser obligatorias, a fin de garantizar la protección de todos los habitantes.
  • Cuando está en riesgo la salud de la población, es menester disponer y hacer cumplir medidas rigurosas y urgentes para garantizar la protección de la salud pública. No se debe proponer la adopción voluntaria de las normas de salud pública.
  • No hay pruebas que sustenten el hecho de que una adopción voluntaria pueda cumplir con la finalidad que se persigue con el etiquetado frontal. Por el contrario, la evidencia indica que el cumplimiento del etiquetado nutricional voluntario por parte de la industria alimentaria es bajo, especialmente en los casos en que las etiquetas darían una mala impresión de los productos. Es poco probable que la industria alimentaria cumpla con algún tipo de etiquetado voluntario, sobre todo si tiene un diseño que destaca las propiedades negativas de los productos que fabrican y que desalienta al consumidor a comprarlos. La evidencia procedente de los países que han adoptado un enfoque voluntario también demuestra que las empresas evitan de manera selectiva aplicar el etiquetado frontal en los productos de su línea de producción que contienen cantidades excesivas de nutrientes críticos, o directamente optan por no aplicar voluntariamente el sistema de etiquetado frontal.
  • En respuesta al reconocimiento cada vez mayor de la efectividad y la demanda del etiquetado en la parte frontal del envase, la industria alimentaria ha estado promoviendo la aplicación voluntaria de una etiqueta frontal con las cantidades diarias orientativas (CDO, también conocidas por la sigla en inglés GDA). Sin embargo, numerosas pruebas científicas de estudios independientes en todo el mundo muestran que las CDO arrojan resultados deficientes comparadas con otros sistemas de etiquetado frontal, y que las CDO son la opción menos efectiva y de menor impacto a nivel mundial. Véanse los puntos 3, 4, 5 y el resumen técnico de la OPS, que presenta una síntesis de la finalidad del etiquetado frontal y una comparación de los resultados de diferentes sistemas.
     
  • No debería permitirse a los operadores comerciales (fabricantes, importadores) engañar al consumidor o promover información fraudulenta sobre un producto. Es responsabilidad de los operadores suministrar información exacta sobre el contenido de los productos alimenticios que producen. El contenido de nutrientes puede evaluarse mediante análisis de laboratorio o un análisis de nutrientes paso a paso con base en la composición de ingredientes y los procesos empleados para fabricar el producto. 
  • Además, el análisis de laboratorio o el análisis de nutrientes paso a paso son sólo algunos de los componentes de los marcos de seguimiento y rendición de cuentas que utilizan los gobiernos, y el incumplimiento puede captarse mediante inspecciones a las plantas de fabricación y el examen de la documentación de las etiquetas. Podría seguir utilizándose este tipo de mecanismos para verificar el cumplimiento en toda la Región de las Américas.
  • Ni siquiera los países ricos hacen pruebas de laboratorio de todos los productos. Se utilizan comúnmente análisis de nutrientes paso a paso para determinar o calcular el contenido nutricional con base en los ingredientes, y las empresas deben presentar una declaración jurada de que la información sobre el contenido de nutrientes u otras características del producto que estipula la legislación es fidedigna. Si se detecta una declaración de propiedades falsa, se imponen sanciones. Las declaraciones falsas pueden investigarse por medio de inspecciones a las plantas de fabricación y exámenes de las etiquetas de los alimentos y, en muy contados casos específicos, por medio de análisis de laboratorio.
  • Después de las inspecciones de las plantas de fabricación, la comprobación de documentos y el examen de las etiquetas de los alimentos, es posible que los países tengan que analizar el contenido nutricional de muestras de productos considerados en alto riesgo de incumplimiento. Los países y las subregiones de la Región de las Américas tienen acceso a capacidad suficiente de laboratorio para los diversos métodos de análisis requeridos.

 3.- Consideraciones económicas  

  • El sector de alimentos y bebidas tiene que cumplir con regulaciones externas para la exportación, por lo que debería estar preparado para cumplir con las normas internacionales, regionales o nacionales.
  • Los costos iniciales del etiquetado serán una inversión por única vez en la sustitución de las placas que se necesitan para imprimir las etiquetas. Las empresas que exportan o que operan en diferentes países ya tienen la obligación de cumplir con diferentes requisitos legislativos. Por otra parte, los costos iniciales para las empresas se diluyen durante el período de implementación.
  • Pueden utilizarse temporalmente pequeñas calcomanías adheridas a la etiqueta frontal cuando ya se haya fabricado una gran cantidad de un producto con fechas de vencimiento a largo plazo. En esos casos, cuando el producto ya se ha etiquetado y está listo para venderse en el mercado nacional, los fabricantes pueden adherir pequeñas calcomanías con advertencias nutricionales para cumplir con la normativa. Los productos nuevos llevarán la nueva etiqueta, impresa con la placa nueva que incorpora las advertencias nutricionales en la etiqueta o en el envase.
  • En un análisis que encargó el Departamento de Medio Ambiente, Alimentos y Asuntos Rurales del Reino Unido111 se demostró que las empresas están modificando constantemente las etiquetas de sus productos y que las modificaciones obligatorias que estipula una nueva legislación representan, en promedio, menos del 14% de la sustitución de etiquetas. También se determinó que incluso las empresas más pequeñas cambian sus etiquetas muy a menudo para fines de promoción y publicidad. Parte de los costos que se incurren al invertir en etiquetas que ya se están usando para la promoción de productos sencillamente se reorientarían para satisfacer normas de salud pública y requisitos regulatorios. Por lo general, los envases de productos se actualizan y se reimprimen con bastante frecuencia.
     
  • No se prevé que las etiquetas frontales con advertencias nutricionales tengan una repercusión negativa en la economía. Por el contrario, el etiquetado frontal ofrece una oportunidad para que muchas empresas desarrollen y amplíen la demanda y la oferta de alimentos recomendados como parte de una alimentación saludable.
  • En el contexto de una epidemia cada vez mayor de obesidad y ENT asociadas con ella, así como ante la morbilidad y mortalidad vinculadas a la alimentación, el ahorro de costos por concepto de muertes evitadas o vidas salvadas supera ampliamente los costos relacionados con la modificación de las etiquetas de los productos.
  • Cierta evidencia indica que probablemente las empresas se desplacen hacia la fabricación de productos más saludables como resultado del cambio de comportamiento de los consumidores y de la demanda de productos. En última instancia, los resultados financieros de la empresa no se verían afectados a medida que su modelo de negocios se dirige hacia opciones más saludables.
  • Incluso en el caso de normas más restrictivas que el etiquetado frontal, como el impuesto a los alimentos nocivos para la salud, la evidencia demuestra que no se reduce el empleo.
     

4 .- Consideraciones legales y sobre el comercio internacional  

  • Los socios comerciales extranjeros suelen tener distintas normas de etiquetado, o los elementos del etiquetado pueden diferir de alguna manera. En este contexto, el hecho de adoptar un sistema nacional diferente no modifica la situación actual. Los productos de todas maneras tendrán que poder venderse en más de un mercado y cumplir con los requisitos de cada uno.
  • El sistema de etiquetado frontal no debería decidirse con base en las prácticas que adopten los socios comerciales, en parte porque los acuerdos comerciales preservan el derecho de regular la protección de la salud. El etiquetado frontal con advertencias nutricionales fue diseñado para lograr una finalidad de salud pública: proteger la salud de la población de los países, y se basa en la evidencia y las recomendaciones de la OPS y la OMS.
  • El sistema de advertencias nutricionales fue adoptado primero en Chile, y luego en Perú, Israel, Uruguay y México. Brasil, Canadá y otros países están considerando implementar un sistema similar porque cumple con la finalidad de ayudar a los consumidores a identificar los productos que contienen cantidades excesivas de nutrientes críticos asociados a enfermedades no transmisibles.
  • El etiquetado obligatorio, incluida la colocación de etiquetas en el frente del envase, no constituye un obstáculo al libre comercio. Los estados tienen la obligación de proteger la salud pública.105 La obesidad es un problema cada vez mayor en la Región y, junto con la hipertensión y la diabetes, provocó el 44% de todas las defunciones en la Región en el 2017. Ese mismo año, los países y territorios de la Región perdieron 75,2 millones de años de vida sana debido a la hipertensión, la hiperglucemia en ayunas (medida como el nivel de glucosa en plasma en ayunas), y el sobrepeso o la obesidad. Además, se ha documentado ampliamente que la obesidad no solo perjudica la salud, sino que además limita los logros educativos, disminuye la productividad en el trabajo (al aumentar el ausentismo y el presentismo) y reduce la probabilidad de empleo real.El etiquetado frontal con advertencias nutricionales se basa en la mejor evidencia independiente disponible y ha demostrado que suministra información de forma rápida y sencilla que cumple con el propósito de facilitar a los consumidores la identificación de productos con un contenido excesivo de nutrientes asociados a las ENT relacionadas con la alimentación, así como el de modificar su decisión de compra a fin de escoger una opción más saludable (véanse los puntos 3, 4 y 5). Por este motivo, el etiquetado frontal con advertencias nutricionales es una medida de salud pública necesaria. Se aplica a todos los operadores, nacionales e internacionales, por lo que no es discriminatoria. Todas las empresas tienen la posibilidad de comercializar sus productos en cualquier parte; todo lo que necesitan es cumplir con la norma de etiquetado frontal que haya adoptado el país importador como ocurre con otros requisitos de etiquetado, de manera que no existe obstáculo alguno al comercio internacional. En todo caso, los países son soberanos para tomar medidas no discriminatorias y necesarias para proteger la salud pública.
  • Chile, Israel, México, Perú y Uruguay han adoptado el sistema de advertencias nutricionales en el etiquetado frontal para informar a la población cuáles son los productos que contienen cantidades excesivas de nutrientes críticos, y esto no ha dado lugar a ninguna impugnación legal en el marco de un acuerdo de comercio. Esos sistemas de advertencias nutricionales en el etiquetado frontal están basados en la evidencia y no discriminan con base en el origen de los productos, lo que coloca a los gobiernos en una sólida posición legal.
  • Por consiguiente, cuando las normas y regulaciones que se adoptan sobre el etiquetado frontal con advertencias nutricionales no discriminan con base en el origen de los productos, y cumplen con los objetivos de salud pública y protección de los consumidores, no infringen las obligaciones regionales e internacionales en el marco del SICA, CARICOM, TLCAN, MERCOSUR ni las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).104 La amplitud del derecho a regular en el marco de los acuerdos comerciales también se refleja en una decisión reciente del Órgano de Apelación de la OMC que reafirma la compatibilidad del empaquetado neutro del tabaco con las normas de la OMC.116 En el ejemplo subregional, los ministerios de salud de los países del MERCOSUR aprobaron un acuerdo sobre los principios para el etiquetado frontal de alimentos, que apoyan y son compatibles con la finalidad y las características basadas en la evidencia de los sistemas de advertencias nutricionales en el etiquetado frontal.
  • La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos o el Codex Alimentarius suelen mencionarse como referencia para las distintas opciones de etiquetado frontal. Sin embargo, la FDA no es un organismo internacional, y ni el Codex ni la FDA tienen directrices relativas al etiquetado frontal. En realidad, el Codex Alimentarius cuenta con que los países promuevan el uso del etiquetado frontal para informar a los consumidores de una manera más rápida y sencilla, y que compartan sus experiencias y resultados, para que de esa manera el Codex pueda aprender de esas experiencias. Véanse más detalles en el punto 7.
  • En la declaración del relator especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la salud en relación con la adopción del etiquetado frontal con advertencias nutricionales para enfrentar las ENT, de julio del 2020, se reconoció las etiquetas de advertencia en el frente del envase como medida clave para que los estados hagan frente a la carga de ENT. La declaración fue también respaldada por el Relator Especial sobre el derecho a la alimentación, y el presidente y los vicepresidentes del Grupo de Trabajo sobre la cuestión de los derechos humanos y las empresas transnacionales y otras empresas. Además se instó a los estados a tomar una serie de medidas en cumplimiento de sus obligaciones:118
    • Los Estados deben adoptar medidas regulatorias destinadas a abordar las ENT, como el etiquetado de advertencia en el frente del envase para los alimentos y las bebidas que contienen cantidades excesivas de nutrientes críticos. 
    • Los estados deben actuar urgentemente para contrarrestar decisivamente la influencia indebida de las corporaciones en la toma de decisiones del gobierno. Esto requiere que fortalezcan los marcos legales y salvaguarden las políticas que protegen el derecho a la salud, como el etiquetado de advertencia en el frente del envase, de los intereses comerciales y otros intereses creados por la industria de alimentos y bebidas.
    • Los estados no pueden permanecer pasivos frente a las ENT. Deben adoptar un enfoque integral para reducir el consumo de productos alimenticios nocivos para la salud aplicando un conjunto más amplio de leyes y regulaciones. El etiquetado de advertencia en el frente del envase es una medida clave para que los estados hagan frente a la carga de ENT.
       

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Los siguientes videos son de la campaña #LeyDeEtiquetadoYa de Argentina

Más información en: Etiquetado frontal de advertencias en Argentina

¿Comprarías comestibles y bebidas sin verlos? 

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Etiquetado frontal de advertencias y perfil de nutrientes de la OPS/OMS

 

 

 

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