La violencia juvenil es el uso intencional de la fuerza o el poder para amenazar o dañar a otros, físicamente, emocionalmente o sexualmente, por parte de jóvenes de 10 a 29 años.

La prevención de la violencia juvenil requiere un enfoque integral que aborde los determinantes sociales de la violencia, como la desigualdad de género y social, el rápido cambio demográfico y social y los bajos niveles de protección social y de inclusión social.

El sector de la salud tiene un papel fundamental, aunque no es el único sector que debe intervenir. Existen oportunidades para intervenir temprano y así reducir la carga de violencia juvenil y los homicidios en jóvenes en la Región de las Américas; por ejemplo, integrar la prevención de la violencia en esfuerzos más amplios para mejorar la salud y la resiliencia de niños y adolescentes”.

Datos clave
  • La violencia juvenil le cuesta la vida a cientos de jóvenes en la Región de las Américas. Los homicidios son una de las principales causas de muerte entre los jóvenes, especialmente los hombres y niños jóvenes de 15 a 24 años en las Américas. 

  • Por cada asesinato, hay muchos otros jóvenes que sufren lesiones. Los datos sugieren que al menos 20–40 jóvenes son ingresados ​​en un hospital con lesiones graves relacionadas con la violencia infligidas durante el asalto y el robo. 

  • Otros viven con las consecuencias de la violencia por el resto de sus vidas. La exposición a la violencia puede ocasionar problemas de salud mental o llevar a los jóvenes a adoptar comportamientos de alto riesgo, como fumar, abuso de alcohol y drogas, y relaciones sexuales poco seguras. 

  • Los costos sociales y económicos de la violencia juvenil son mucho más altos y a menudo duran toda la vida, como el bajo rendimiento educativo, el mayor riesgo de desempleo y la pobreza. La violencia juvenil puede relacionarse con la pertenencia a pandillas y el crimen organizado. 

  • La violencia juvenil es prevenible. La evidencia muestra que hay varias mejores opciones para prevenir la violencia y mitigar sus consecuencias, para que todos los niños y jóvenes puedan disfrutar del más alto nivel de salud y bienestar. 

  • La mejora en los servicios de salud es esencial para reducir las consecuencias inmediatas de la violencia juvenil. Cuando los servicios de salud tienen la capacidad de responder adecuadamente, pueden ayudar a interrumpir la naturaleza de represalia de la violencia juvenil y derivar a los jóvenes a servicios de apoyo.  

Respuesta de la OPS
  • Sensibilizar sobre la necesidad de reducir la violencia en la Región de las Américas 

  • Identificar, sintetizar y difundir evidencia sobre qué funciona para reducir la violencia 

  • Brindar orientación y apoyo técnico a los países para desarrollar capacidades de prevención y respuesta basadas en evidencia 

  • Fortalecer las alianzas entre sectores y partes interesadas para una respuesta integral y coordinada a la violencia