En este episodio de Hablemos de Salud, conversamos con Fabio Da Silva Gomes, asesor regional en nutrición de la OPS, sobre el etiquetado frontal de advertencia en los productos alimenticios. Descubre cómo estos octágonos negros ayudan a identificar productos con exceso de azúcar, sodio y grasas, y cómo esta política pública está transformando los hábitos de consumo en América Latina y el Caribe. Además, se exploran los efectos de los alimentos ultraprocesados en la salud, el rol de la industria alimentaria, y las medidas complementarias necesarias para fomentar una alimentación saludable. Es un episodio esencial para entender cómo elegir mejor lo que comemos.
Sebastián Oliel: [00:00:00] Hola, bienvenidos a un nuevo episodio de Hablemos de Salud, el podcast de la Organización Panamericana de la Salud. Soy Sebastián Oliel, comunicador de la OPS y hoy vamos a hablar de un tema que está en la mesa de todos: el etiquetado de alimentos. Esos sellos de "alto en azúcar" o "exceso de sodio" que vemos en los paquetes, ¿qué significan? ¿cómo nos ayudan a comer mejor? Para responder a estas preguntas y muchas otras más, me acompañará hoy Fabio Da Silva Gomes, que es asesor regional en nutrición y actividad física de la OPS. Empecemos. Hola Fabio, bienvenido al podcast. Contanos, para los que no están del todo interiorizados, ¿qué es este etiquetado y por qué es importante?
Fabio Da Silva Gomes: [00:00:52] Sí, es muy importante el etiquetado frontal de advertencia que trae una información simplificada para advertir al consumidor cuando un producto contiene cantidades excesivas de sodio, de grasas, de azúcares. Entonces el etiquetado frontal de advertencia octagonal es un sistema de etiquetado que va en frente del envase y que, en forma directa, aclara al consumidor cuando el producto contiene cantidades excesivas de azúcares, de grasas totales, de grasas saturadas y grasas trans y también de sodio.
Sebastián Oliel: [00:01:24] Perfecto. Y cuando decís cantidades excesivas, ¿qué significa eso o por qué es dañino para la salud?
Fabio Da Silva Gomes: [00:01:32] Sí, es muy importante también la forma cómo se define qué es un producto excesivo está basado en la recomendación de la OPS, que está fijada en el modelo de perfil de nutrientes de la OPS. Es una herramienta de clasificación de alimentos que ayuda a los países a definir cómo regular y qué alimento se debe regular. Entonces, esta herramienta se divide en dos partes. La primera parte es identificar cuáles productos son alimentos reales, cuáles productos son ingredientes culinarios, o sea son ingredientes que nosotros no vamos a consumir directamente. Por ejemplo, no vamos a tomar una cucharada de azúcar directamente, pero vamos a utilizar para realizar preparaciones culinarias. Después tenemos otra categoría de productos, que son los productos procesados. Vamos a poner un maíz que está preservado en sal dentro de una lata, o sea, tenemos sal, pero tenemos maíz y, luego los productos ultraprocesados, que son esos productos que ya casi no contiene ningún alimento adentro y tiene cantidades excesivas de varios de esos nutrientes. Entonces la herramienta de la OPS define todos los productos procesados y los productos ultraprocesados deben ser sometidos a un umbral de azúcares, de sodio, de grasas para definir qué es excesivo. Entonces, con esta herramienta se define que, por ejemplo, si un producto tiene más de 10% de sus calorías provenientes de azúcar, este producto es excesivo en azúcar si es un procesado o ultra procesado. Estos números vienen de las recomendaciones de ingesta, las recomendaciones de alimentación saludable de la Organización Mundial de la Salud. Se ha definido en las directrices de la OMS, que una persona, por ejemplo, independiente de su edad, no puede consumir más de 10% de la energía de las calorías que consume provenientes del azúcar, tiene que ser menos de 10%. Entonces vamos despejando las recomendaciones de la OMS en nuestras recomendaciones de la OPS para definir qué productos procesados o ultraprocesados son excesivos en esos distintos nutrientes.
Sebastián Oliel: [00:03:42] ¿Y cuál es la utilidad o el fin de estos sellos? Porque dice el excesivo y más, pero creo que al consumidor quizás le cuesta igual darse una idea de cuántos podría comer o cuántos no, ¿cuál es la utilidad final del sello? Yo voy al supermercado y veo diferentes productos con diferentes sellos. Eso orienta la compra, pero al final de mi dieta. ¿Cómo sé si estoy haciendo lo correcto?
Fabio Da Silva Gomes: [00:04:05] Sí, lo que eso te va a orientar es que las personas que dejan de consumir los productos que tienen sellos van a estar más cerca de cumplir con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para una alimentación saludable. Entonces los sellos van dirigidos a aquellos productos y todas las veces que yo dejo de consumir esos productos con sellos, me aproximo cada vez más a las recomendaciones de la Organización Mundial a la Salud para una alimentación saludable.
Sebastián Oliel: [00:04:31] Perfecto. Gracias por la aclaración. Y entonces antes mencionabas mucho los ultraprocesados, que entiendo que son los que más sellos tienen, los que más excesos de grasas, de sal tienen, por cómo están formulados, seguramente. Si nos podés explicar un poco más qué son y qué es lo que genera a nuestra salud consumir estos productos.
Fabio Da Silva Gomes: [00:04:51] Los productos ultraprocesados, por distintas razones, son aquellos que generan más perjuicios para la salud pública, no solo porque tienen exceso de esos nutrientes que son perjudiciales a la salud, como el azúcar, el sodio, las grasas saturadas, grasas trans. Pero también porque tiene otros aditivos que van a hacer que esos productos puedan intentar o sustituir, o pueda intentar imitar alimentos reales y disfrazar los alimentos reales que nosotros necesitamos consumir. Entonces tienen un efecto tanto por el aporte de nutrientes, que es perjudicial, como un efecto de desplazar alimentos que son esenciales para nuestra alimentación. Entonces, básicamente lo que los ultraprocesados hacen es hacer que las personas pasen a percibir productos que no son realmente alimentos como alimentos y dejen de consumir alimentos que son esenciales.
Sebastián Oliel: [00:05:52] Y volviendo al tema del etiquetado, de los sellos, ¿cómo estamos en América Latina y el Caribe con esta política pública?
Fabio Da Silva Gomes: [00:06:00] La Región de las Américas es la región que más avanza en el mundo con la adopción del etiquetado frontal. Tenemos distintos países con distintos parámetros, pero siempre el pionero en nuestra región en adoptar el etiquetado frontal de advertencia octagonal fue Chile. Pero lo que siempre mencionamos es que tratamos desde la OPS de buscar que los países siempre puedan estar mejorando sus políticas. Si nosotros estuviéramos conversando sobre vacunas o sobre cualquier otra tecnología en salud, siempre estaríamos tratando de buscar tecnologías y buscar políticas y buscar instrumentos que puedan beneficiar aún más a la población. Y eso significa que, de igual manera, con el etiquetado frontal y con otras políticas de nutrición no paramos en la primera política que se realiza en un país. Buscamos entender las fortalezas y las debilidades de cada política e ir avanzando. A lo largo de estos últimos nueve o diez años se han logrado grandes avances en implementación. Ya tenemos siete países implementando algún tipo de etiquetado frontal, algunos más alineados con nuestras recomendaciones de la OPS que otros y muchos en función de eso. Por ejemplo, Chile fue uno de los primeros que aprobó. En esa ocasión no existía el modelo de perfil de nutrientes que brindaba esos umbrales alineados con la recomendación de la OMS. Entonces están en el proceso de tratar de actualizar sus normas para que pueda alinearse más con nuestras recomendaciones. Los tamaños de los sellos cuando empezó Chile eran mucho más pequeños que los sellos que ahora vemos, por ejemplo, en México, en Colombia, que son los países que lo adoptaron más recién o Argentina, por ejemplo. Entonces vamos en un proceso que en los últimos ocho años de expansión de países que adoptan la política, pero también de mejora de las políticas. Cada vez que vamos avanzando con un nuevo país que lo adopta.
Sebastián Oliel: [00:08:09] Perfecto. Ocho años, quiere decir que desde 2016 empezaron más o menos. ¿Y qué impacto ya han tenido? ¿Hemos podido medir algún impacto en cambio de comportamiento, de consumo de los consumidores? ¿Qué se ha visto? ¿Está funcionando esta política?
Fabio Da Silva Gomes: [00:08:24] Los primeros seis meses en Chile, la política y los productos ya en góndola, el 90% de la población reportaba que había cambiado su toma de decisión, comprando menos productos, con menos sellos o dejando de comprar productos con sellos. Entonces, tomando una decisión que va más alineada con una mejor decisión para la alimentación saludable. En Uruguay, estudios que se realizaron en los primeros diez días de implementación de la legislación del decreto, cerca de 60% de la población ya cambió su decisión de compra en esos primeros diez días y, luego, resultados concretos sobre las compras también se realizaron en Chile para demostrar que todos los productos que tienen sellos de advertencia redujeron las compras, tanto de calorías, sodio, grasas saturadas, azúcar. Hoy tenemos la evidencia en nuestra región para todo el mundo muy clara de que los productos que llevan esas advertencias reducen las compras, mejorando la alimentación de la población.
Sebastián Oliel: [00:09:34] Perfecto. Además, quería preguntarte cuál ha sido también la respuesta de la industria alimentaria. Porque si hablamos de ultraprocesados es porque están preparados, no en una empresa, en una fábrica. ¿Cómo ha sido también la respuesta de la industria?
Fabio Da Silva Gomes: [00:09:52] Claro, yo creo que primero es importante tener una visión muy clara de lo que es, de lo que tratamos de la industria o quizás del sector productivo. O sea que tenemos en los países un inmenso, una inmensa diversidad de operadores en la cadena de alimentación, que van desde los que preparan alimentos en una cafetería hasta los que están haciendo productos ultraprocesados. Entonces, si pensamos este conjunto, vamos a tener actores del sector productivo que siempre estuvieron apoyando, por ejemplo, en Argentina, en el proceso de aprobación de la ley. La Federación Argentina de Productores Hortofrutícolas fue un fuerte apoyador de la legislación, justamente porque apoyaba el hecho de que la población debería consumir más frutas y hortalizas que productos ultraprocesados. Entonces, tenemos sectores industriales que están alineados con un desarrollo del país coherente con la salud pública y que van a poder tener más espacio y está muy sin esas regulaciones; están muy sofocados por el gran poder económico financiero que tienen las transnacionales de productos ultraprocesados. Y, por otro lado, vamos a tener algunas empresas de productos ultraprocesados que, en lugar de ver la regulación como una oportunidad de mejorar su portafolio de productos, de mejorar sus operaciones, de establecer una estrategia que pueda funcionar en un país más regulado, van a tratar de debilitar las políticas o intentar frenar esas políticas. Lo mismo después de aprobadas las políticas, intentar impedir por medio de mecanismos legales y disputas judiciales.
Sebastián Oliel: [00:11:50] Y Fabio, el etiquetado entonces es una medida que contribuye a que la persona tome decisiones de compra de su alimentación más informada. Pero también esta política en varios países va acompañada de otras medidas, no de otras políticas, porque cambiar solo esa parte quizás no alcanza. ¿Qué otras medidas tienen que ir acompañadas? Para fomentar una alimentación saludable, para evitar las enfermedades que están relacionadas con la dieta malsana, la obesidad y demás.
Fabio Da Silva Gomes: [00:12:20] Sí, eso es cierto, el etiquetado frontal va a ser totalmente insuficiente para cambiar un problema de salud pública, una alimentación saludable al nivel poblacional por sí solo. Pero sí tiene su efectividad de reducir compras de esos productos en buena parte y, además de eso, ayuda a aplicar otras políticas costo efectivas, que es distinto, por ejemplo, a otros productos malsanos, como vamos a decir por ejemplo productos de tabaco, que tenemos claridad que todo este grupo de productos tienen que estar regulado y cuando vamos al universo de la alimentación, bueno, ¿cuáles tenemos que regular y restringir esta demanda a la oferta? Entonces el etiquetado, en muchos países, de hecho, se empieza a implementar y a buscar implementarse justamente porque tenían dificultad los países de aplicar otras políticas. Por ejemplo, yo decido en mi país aplicar una legislación que restringe productos alimenticios no saludables en las escuelas. Defino que esos productos no pueden tener más del 10% de la energía en forma de azúcares, pero uno va a tener que mirar esos productos, hacer los cálculos, decidir qué productos entran y no entran en las escuelas y la comunidad escolar no va a poder tener esta posibilidad de hacer esta verificación, el monitoreo de la implementación. Entonces el etiquetado frontal de advertencia también juega este papel de facilitar la aplicación de otras políticas. Ahora, con un sello de advertencia, si yo limito o restrinjo la entrada de esos productos en la escuela, la oferta, la disponibilidad en las escuelas, cualquier persona: la persona que maneja la escuela, la persona que maneja el programa de alimentación escolar, los niños, los padres, las madres, todos pueden ver si este producto tiene un sello de advertencia y no puede estar aquí en la escuela, según la normativa del programa de alimentación escolar del país.
Fabio Da Silva Gomes: [00:14:23] Entonces, lo mismo para publicidad, por ejemplo, cuáles productos vamos a decidir que no pueden estar diseminados por o promovidos por la publicidad. Una vez teniendo los sellos, ya sabemos que esos productos tienen advertencia. No podemos ver una publicidad de esos productos porque ya sabemos que son excesivos. No podemos estar estimulando el consumo de este producto que va a dañar la alimentación y la salud. Y para otros tipos de política también se ha utilizado, por ejemplo, la proveeduría de alimentos en la esfera de la administración pública, donde los estados compran alimentos y deciden. Bueno, no vamos y no podemos de acuerdo con determinada legislación, como se hizo en Argentina, adquirir alimentos que sean excesivos en esos nutrientes y ya tenemos los sellos. Eso nos facilita identificar. No podemos gastar recursos públicos con esos alimentos que no son saludables. Y finalmente, otras experiencias como la de Colombia, que empiezan a aplicar también los impuestos vinculados a esos productos con una advertencia. No van a todos, porque obviamente el conjunto de productos procesados, ultraprocesados y el impuesto debemos tener otras características. Esos productos con relación a cómo funcionan, la alteración de precio y la alteración de compra, ni todos los productos. Cuando hay una alteración de precio hay una alteración de compra sensible. Entonces tenemos que enfocarnos en los que tiene sellos y tiene esta mayor sensibilidad de cambio entre precio y consumo. Pero sí en Colombia ya tenemos una primera experiencia en donde se vinculan los productos que tienen sellos, los códigos arancelarios, los códigos que definen esos productos y los impuestos que van a los productos y cuáles deberían estar sometidos a los impuestos para reducir asequibilidad a esos productos.
Sebastián Oliel: [00:16:20] Bien, pasemos ahora entonces a hablar de una alimentación saludable que, sin excesos, sin los sellos, ¿qué sería o cómo sería ese tipo de alimentación?
Fabio Da Silva Gomes: [00:16:32] Sí. Entonces una de las cosas que es fundamental es aportar siempre, todos los días frutas, hortalizas y otro elemento que es muy importante que muchas personas se olvidan son las legumbres. En muchos países se han abandonado, en otros países es muy esencial. Uno no pasa el día sin comer legumbres. Y eso es muy importante porque muchos de los problemas relacionados a la alimentación están ocasionados no solo por lo que nosotros estamos comiendo, como mencioné anteriormente, sino también por lo que estamos dejando de comer. Entonces un ejemplo muy clásico que me gusta compartir es el del colesterol, porque mucha gente a veces dice no, que me dijeron que yo por temas familiares yo tengo mi colesterol es alto o mi colesterol malo es alto y tengo que tomar medicación para para controlarlo, etcétera y ya no hay forma. Y es un ejemplo donde el colesterol, 2/3 de lo que tenemos en nuestro cuerpo es producido por nuestro propio cuerpo, no viene de la alimentación. Entonces, cómo nosotros hacemos para moverlo para afuera, para quitar estos 2/3 que estamos produciendo, tenemos que consumir más alimentos ricos en fibra, por ejemplo, y las legumbres, las frutas y hortalizas son nuestras fuentes principales y por esa razón, cuando una persona refiere o encuentra en su examen, dicen bueno, tengo colesterol alto y empieza a pensar que tengo que reducir el consumo de colesterol. Sí, está bien, es importante, pero eso no va a hacer tanta diferencia, como consumir más frutas, hortalizas y legumbres. Entonces hay muchos ejemplos de personas que dejan de necesitar, incluso de usar una medicación, porque en el momento que entra la medicación no puede volver hacia atrás. Pero se puede sostener muchos años en su vida teniendo este colesterol endógeno súper alto, controlado solamente porque se mantiene consumiendo frutas, hortalizas y legumbres.
Sebastián Oliel: [00:18:56] La receta es como más elementos reales, menos alimentos fabricados.
Fabio Da Silva Gomes: [00:19:00] Exactamente, exactamente. Tanto para reducir el consumo de esos nutrientes que nos generan un perjuicio para la salud, tanto para aportar los nutrientes que son esenciales.
Sebastián Oliel: [00:19:12] Bueno Fabio, muchas gracias por acompañarnos y por aclararnos todo sobre el etiquetado frontal y cómo esto nos puede ayudar a elegir mejor. En definitiva, comer mejor y cambiar nuestra alimentación. Gracias.
Fabio Da Silva Gomes: [00:19:22] Muchas gracias.
Sebastián Oliel: [00:19:24] Como vimos, con información clara como los octágonos negros en los paquetes, todos podemos elegir los alimentos que nos ayuden a comer mejor. Amigos, la próxima vez que vayan al supermercado, miren los sellos, pregúntense qué están comprando y elijan con conciencia. Porque una buena alimentación es la base de una vida saludable. Si les gustó este episodio de Hablemos de Salud, no se olviden de darle un "Me gusta", de compartirlo y de suscribirse a nuestro canal. Nos vemos en el próximo episodio, porque como decimos, la salud es de todos. Gracias.