Mandatos y respuesta global
En 2005, entró en vigor el CMCT, cuyo artículo 8 reconoce que "la ciencia ha demostrado de manera inequívoca que la exposición al humo de tabaco es causa de mortalidad, morbilidad y discapacidad" y requiere que cada Parte adopte y aplique “…medidas eficaces de protección contra la exposición al humo de tabaco en lugares de trabajo interiores, medios de transporte público, lugares públicos cerrados y, según proceda, otros lugares públicos". En 2007, se adoptaron las Directrices para la aplicación del Artículo 8, con el objetivo de asistir a los Estados Parte en el cumplimiento de sus obligaciones e identificar los elementos esenciales de una legislación eficaz. Estas fueron las primeras directrices adoptadas para la implementación de un artículo del CMCT.
Además del CMCT y las Directrices, en 2008 la OMS presentó un paquete de seis políticas eficaces de control del tabaco, conocido como MPOWER, para ayudar a los países a adoptar a nivel nacional medidas en línea con el consenso internacional reflejado en el CMCT. Uno de los elementos más eficaces de la estrategia MPOWER es la medida "P”: proteger a las personas del humo de tabaco mediante leyes, que es el eje central de esta iniciativa.
Asimismo, es importante señalar que esta medida ha sido incorporada en distintos mandatos regionales y mundiales. En particular, fue recientemente incluida en la Estrategia y Plan de Acción para Fortalecer el Control del Tabaco en la Región de las Américas 2025–2030, aprobada en octubre de 2024 por todos los Estados Miembros de la OPS. En su Línea Estratégica 1, se establece como objetivo aumentar el número de Estados Miembros con leyes nacionales que garanticen ambientes 100% libres de humo de tabaco en todos los espacios públicos cerrados, lugares de trabajo cerrados y en el transporte público, con una meta de al menos 30 países (línea de base: 24). Asimismo, teniendo en cuenta el contexto actual, esta línea estratégica también contempla la necesidad de abarcar a los productos emergentes en las intervenciones regulatorias de control del tabaco. De esta forma, la reciente Estrategia y Plan de Acción incentiva a continuar los esfuerzos para aplicar las medidas de control del tabaco más costo-eficaces y abordar nuevos desafíos, al tiempo que pone de manifiesto el compromiso de los Estados Miembros para avanzar con la agenda de control del tabaco y las cuestiones emergentes relacionadas.