En Jamaica, las evaluaciones preliminares estiman que entre 98,000 y 359,000 personas podrían requerir asistencia alimentaria. La salud mental se ha convertido en una prioridad crítica, con necesidades psicosociales crecientes entre niños, familias desplazadas y trabajadores de salud. Se realiza vigilancia epidemiológica en todos los establecimientos de salud y refugios para detectar y responder rápidamente a posibles brotes, incluida la leptospirosis. 

Haití sigue enfrentando un riesgo extremadamente alto de violencia debido a la persistente inestabilidad política y la expansión del control territorial por parte de grupos armados, lo que afecta la capacidad de brindar asistencia humanitaria. En medio de un brote activo de cólera, las inundaciones han agravado los riesgos de salud, aumentando la probabilidad de brotes de enfermedades transmitidas por agua y vectores, como dengue y leptospirosis, especialmente en varios sitios de personas desplazadas internas. 

En Cuba, se reporta transmisión activa de dengue y un marcado aumento de casos de chikungunya, mientras que la enfermedad por virus Oropouche ha surgido recientemente y se ha expandido más allá de su rango habitual. El huracán Melissa coincide con un incremento en la transmisión de arbovirus, y las inundaciones probablemente agravarán la situación.