Ministros de Salud de las Américas aprueban acciones para mejorar la atención de la salud mental en la región

woman in anguish

Washington, D.C., 1 de octubre de 2014 (OPS/OMS)-Los ministros de la Salud de las Américas acordaron hoy impulsar una serie de medidas para mejorar la atención de la salud mental en sus países, entre las que figuran la elaboración de planes que aseguren servicios efectivos y programas de prevención, para quienes tienen problemas mentales y relacionados al uso de sustancias psicoactivas.

El Plan de Acción sobre Salud Mental, aprobado en el 53º Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que esta semana se reúne en Washington, D.C., tiene por finalidad promover el bienestar mental, prevenir trastornos mentales y por el uso de sustancias, y ofrecer atención y rehabilitación, basado en un modelo de atención comunitario.

En las Américas, entre el 18, 7% y el 24,2% de la población sufre de algún trastorno mental. La depresión sigue siendo el principal y es dos veces más frecuente en mujeres que en hombres. Entre el 10 y 15% de las mujeres en países industrializados, y entre el 20 y 40% de las que viven en países en desarrollo, sufren depresión durante el embarazo o en las semanas siguientes a dar a luz.  Unas 65.000 personas mueren por suicidio cada año en la región.

También los trastornos por uso de alcohol y sustancias psicoactivas son un problema creciente y con gran impacto social, aunque a menudo no hay servicios adecuados para atender esta situación. Más de un 73% de la población adulta en las Américas no recibe tratamiento por trastornos afectivos, de ansiedad y por consumo de sustancias.

"A pesar de la carga que significan los trastornos mentales y por uso de sustancias psicoactivas, la respuesta de los sistemas de salud en muchos países es insuficiente, con limitados recursos y apoyada en modelos de base hospitalaria", explicó Jorge Rodríguez, asesor en Salud Mental de la OPS/OMS. "Sin embargo, hay ejemplos positivos e innovadores: varios países de la región tienen experiencias y resultados muy alentadores. Podemos mirar el futuro con optimismo en las Américas", afirmó.

"Este plan de acción insta a los países a evolucionar hacia un modelo de atención a la salud mental integral, descentralizado, participativo, basado en la comunidad, vinculado con la atención primaria de la salud, al que todos quienes lo necesiten puedan acceder, sin importar su condición, y donde haya servicios calificados de tratamiento y rehabilitación psicosocial", subrayó Rodríguez.

El plan de acción, a aplicarse en seis años, llama a tener flexibilidad en su aplicación, para adecuarse a los escenarios en cada país. Entre sus principales líneas de acción, los países se comprometieron a:

  • Hacer e implementar planes y leyes sobre salud mental y promoción de la salud mental, en las que participe activamente la sociedad civil,
  • Promover el acceso universal y equitativo a la atención integral de salud mental para toda la población y con base comunitaria
  • Continuar los esfuerzos para cambiar de un modelo centrado en los hospitales siquiátricos hacia uno de base comunitaria, donde se integre a la salud mental en la atención primaria de salud y en los hospitales generales
  • Fortalecer los recursos humanos en salud mental para mejorar la capacidad de respuesta de los servicios
  • Emprender intervenciones específicas para la prevención del suicidio que incluyan el mejoramiento de los sistemas de información y vigilancia
  • Fortalecer alianzas gubernamentales con otros sectores de la actividad (educación, trabajo, economía, transporte, por ejemplo), así como con organizaciones no gubernamentales y académicas.
  • Mejorar la información e investigación sobre temas de salud mental.

Los Estados miembros pidieron a la OPS que apoye la implementación estas acciones en los países, facilite el intercambio de información y experiencias  y fomente las alianzas con otras organizaciones internacionales y  no gubernamentales, entre otros puntos.

El Consejo Directivo de la OPS se reúne una vez al año, en aquellos años en los que no se celebra la Conferencia Sanitaria Panamericana (autoridad suprema de la oficina regional de la OMS), para establecer las políticas y prioridades de la organización. Las delegaciones que participan incluyen a las autoridades sanitarias de los 35 Estados Miembros de la OPS y representantes de sus cuatro Miembros Asociados,  y dos Estados Observadores. Además de establecer los mandatos para los programas de cooperación técnica de la OPS, este encuentro también establece un foro para que técnicos y representantes de los gobiernos intercambien información e ideas sobre la salud en la región.

La OPS trabaja con los países de las Américas para mejorar la salud y la calidad de la vida de su población. Fundada en 1902, es la organización internacional de salud pública más antigua del mundo. Actúa como la oficina regional para las Américas de la OMS y es la agencia especializada en salud del sistema interamericano.