La OMS informa que el tratamiento inmediato puede prevenir casos graves y muertes por el virus H1N1

Washington, D.C., 12 noviembre 2009 (OPS) — La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió nuevas pautas relativas a la pandemia de gripe por H1N1 que recomiendan el tratamiento inmediato con medicamentos antivíricos para las personas enfermas de los grupos de alto riesgo y de todo el que presente síntomas que se intensifican rápidamente. 

La recomendación es un enfoque más activo para el uso del principal tratamiento antivírico, el oseltamivir (Tamiflu). Esta recomendación se fundamenta en conversaciones con médicos de todo el mundo que han atendido a pacientes gravemente enfermos con el virus H1N1.

Las nuevas recomendaciones hacen hincapié en tres puntos:

  • Las personas de los grupos de alto riesgo —embarazadas, niños menores de 2 años, y personas con enfermedades subyacentes como asma y otros trastornos respiratorios— deben ser tratadas con antivíricos lo antes posible, es decir, cuando empiezan a tener síntomas de gripe. Los médicos no deben esperar los resultados de laboratorio que confirman la presencia del virus H1N1 en los pacientes.
  • Las personas que no se encuentran en los grupos de alto riesgo deben ser tratadas con antivíricos si tiene síntomas persistentes o que se agravan rápidamente. Entre los signos de peligro se encuentran dificultad para respirar o una fiebre alta que dura más de tres días. 
  • Las personas que ya tienen neumonía deben recibir tratamiento con antivirales y antibióticos, debido a que muchos casos graves desarrollan infecciones bacterianas. 


Las personas con síntomas leves de gripe no tienen que ser tratadas con antivirales a menos que pertenezcan a alguno de los grupos de alto riesgo. 

Al anunciar las nuevas recomendaciones, la doctora Nikki Shindo, del Programa Mundial de Gripe de la OMS, dijo que muchos médicos que habían atendido a pacientes graves en las unidades de cuidado intensivo se lamentaban de que estos habían llegado allí muy tarde para poder salvarles la vida, aunque se utilizaran los procedimientos médicos más avanzados.  

"Cuando les preguntábamos lo que podría haberse hecho de otra manera para evitar resultados trágicos, todos sin excepción habían respondido que todo habría sido muy diferente si los hubiesen tratado antes con un medicamento antivírico", dijo Shindo.  

La mayoría de las personas infectadas con el virus H1N1 se recuperan sin medicamentos, enfatizó la doctora Shindo, pero el virus puede causar neumonía grave hasta en personas jóvenes sanas y ocasionar la muerte en una semana.  

"El tiempo disponible para revertir la evolución de la enfermedad es muy corto. Hay que administrar el medicamento antes de que el virus destruya los pulmones" dijo. 

La OMS también está alentando a los países a descentralizar la distribución de los antivíricos de manera que los médicos generales, y no sólo los hospitales, tengan acceso a los medicamentos para recetarlos a sus pacientes.  

"Los pacientes no deberían tener que ir a un hospital para que les receten los antivíricos", dijo Shindo. "Esto debería servir para garantizar que las personas reciban rápidamente la atención que necesitan y, al mismo tiempo, se reduce la carga que pesa sobre los hospitales. Esto permitiría que los hospitales dispusieran de más recursos para tratar los casos más graves". 

La doctora Shindo dijo que la OMS está recomendando además que los países con suministros limitados de antivíricos asignen prioridades a su distribución, e insista en que deben usarse de inmediato en las personas de los grupos de alto riesgo, así como en los casos graves y aquellos en los que la enfermedad empeora rápidamente.  

La OMS y sus oficinas regionales, incluida la Organización Panamericana de la Salud (OPS), tienen reservas de antivíricos para ayudar con los suministros que necesitan los países de ingresos bajos. Además, la OPS está agrupando las compras de antivíricos y vacunas para sus países miembros a través del Fondo Rotatorio de la OPS para la compra de vacunas. 

La OPS fue fundada en 1902 y es la organización de salud pública más antigua del mundo. Colabora con todos los países de las Américas para mejorar la salud y la calidad de vida de su población.  Es también la Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

Si desea más información, por favor diríjase a: Donna Eberwine-Villagrán o a Daniel Epstein, Medios, KMC.