En América Latina y el Caribe se observan pocos progresos en la reducción de muertes en el tránsito

Peatones y ciclistas corren los mayores riesgos debido a las deficiencias en la planificación y el transporte urbanos

Washington, D.C.,4 de junio del 2010 (OPS) — Según un informe que acaba de publicar la Organización Panamericana de la Salud (OPS), solo un puñado de países de América Latina y el Caribe ha logrado reducir la tasa de mortalidad por accidentes de tránsito en la última década, mientras que en Estados Unidos y Canadá la cantidad de defunciones por tránsito vehicular ha estado en constante baja en los últimos 30 años.

Portada del reporteEste contraste se debe a diversos factores, entre los cuales se encuentran desde el uso de cinturones de seguridad, cascos y asientos de seguridad para niños hasta diferencias en la legislación vigente, la aplicación de la ley y las políticas de planificación en las áreas de transporte y tránsito. 

"Si bien la gran mayoría de los países de las Américas está en camino de promover efectivamente políticas dirigidas a mejorar la seguridad vial, el avance es claramente diferenciado en la Región", señaló la doctora Mirta Roses, Directora de la OPS, al presentar el nuevo Informe sobre el estado de la seguridad vial en la Región de las Américas. La publicación, actualmente disponible solo en español, forma parte de una iniciativa mundial conducida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el fin de evaluar el progreso de la seguridad vial en diferentes regiones del mundo. 

En el informe se revela que los traumatismos causados por accidentes de tránsito son un importante problema de salud pública en todos los países del continente americano. Tales traumatismos constituyen una de las primeras causas de muerte en la Región, en particular en el grupo de 5 a 44 años de edad, pues cada año son responsables de la muerte de 142.252 personas y más de 5 millones de lesionados, muchos de los cuales terminan con discapacidades permanentes. 

"Además del sufrimiento que representa para los heridos y familiares, debemos reconocer que esta situación genera una importante demanda en la atención prehospitalaria y de trauma, además de una sobrecarga para los servicios de salud y un alto costo para toda la sociedad en vidas y en discapacidad física y mental", indicó la doctora Roses.

Entre los resultados clave del informe se encuentran los siguientes: 

  • En Estados Unidos y Canadá, 74% de las personas que fallecen por accidentes de tránsito son ocupantes del vehículo automotor. 
  • En América Latina y el Caribe, más de la mitad de víctimas por accidentes de tránsito son peatones, motociclistas o ciclistas. 
  • Entre 75% y 80% de las defunciones por tránsito vehicular que se registran en el continente americano corresponden a niños, jóvenes o adultos del sexo masculino. 
  • Las tasas ajustadas de mortalidad por tránsito vehicular en la región fluctúan entre un mínimo de 4,3 por cada 100.000 habitantes en Uruguay a más de 20 por 100.000 habitantes en México, Perú y Venezuela. 
  • De los 17 países que presentaron datos sobre el uso de cinturones de seguridad, 12 informaron una prevalencia de uso superior a 60% para todos los ocupantes del vehículo (15 países no recopilaron datos sobre el uso de cinturones de seguridad). 
  • Ochenta por ciento de los países (26 países de 32) reportaron que tienen un organismo nacional dedicado a la seguridad vial, pero solo 25% de los países dijeron tener una estrategia nacional de seguridad vial financiada por el gobierno. 
  • Menos de la mitad de los países tienen políticas nacionales que apoyen la inversión en transporte público y la promoción de transportes no motorizados, como el uso de bicicletas. 
  • Menos de la mitad de los países recopilan información sobre los costos de las lesiones y defunciones causadas por el tráfico vehicular. 
  • De todos los países de la Región de las Américas, Costa Rica es el que tiene la mayor inversión per cápita en seguridad vial ($7,38), seguido por los Estados Unidos ($2,74 per cápita). 

En el informe se señala que los traumatismos causados por los accidentes de tránsito tienen una repercusión desproporcionada en las personas de menos ingresos de América Latina y el Caribe, lo cual refleja las grandes desigualdades sociales y económicas de la Región, así como políticas de planificación y desarrollo urbano que favorecen más a los automóviles que al transporte público y otras formas de transporte individual. 

"Los más afectados son, generalmente, los más vulnerables (peatones, motociclistas y ciclistas) y, en la mayoría de las veces, los más pobres", se indica en el informe. "Estas víctimas, con mayor frecuencia hombres y jóvenes, tienen más dificultad de acceso a la atención de los servicios de salud cuando resultan lesionados y, por lo tanto, menos probabilidad de recuperación y de retornar al trabajo o a la escuela". Además, las defunciones y las discapacidades por tráfico vehicular a menudo dejan a las familias incapaces de valerse por sí mismas, lo que contribuye a "perpetuar un ciclo de pobreza", conforme se indica en el informe. 

Entre las recomendaciones que se plantean en el informe se encuentran las siguientes: 

  • Adoptar leyes integrales que aborden los principales factores de riesgo vinculados con las lesiones y muertes por el tránsito vehicular: velocidad, conducir bajo la influencia del alcohol y el uso de cinturones de seguridad, cascos y asientos de seguridad de niños. 
  • Realizar campañas de concientización sobre temas relacionados con la seguridad vial. 
  • Adoptar políticas que promuevan el transporte público y el transporte no motorizado. 
  • Mejorar la recopilación de datos sobre accidentes de tránsito para proporcionar información sobre formulación de políticas y vigilar el progreso. 


La OPS se estableció en 1902 y es la organización de salud pública más antigua del mundo. Es la Región de las Américas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y trabaja en todos los países del continente a fin de mejorar la salud y elevar la calidad de vida de los habitantes de la Región.