• Cervical cancer screening team

Un nuevo capítulo en la prevención del cáncer cervicouterino: San Vicente y las Granadinas introduce las pruebas del VPH

— Noviembre 2025 —

Cuando Glennis Bliebe, de 38 años, comenzó a experimentar sangrados inexplicables el año pasado, supo que algo no estaba bien. “Como mujer, tienes que darte cuenta cuando estas cosas ocurren en tu cuerpo”, recuerda.

Una semana después, Glennis recibió el diagnóstico que más temía: cáncer cervicouterino. Y lo que lo hacía aún peor, el cáncer había avanzado recientemente a etapa III, lo que significaba que se había extendido más allá del cuello uterino hacia los tejidos circundantes.

“Cuando recibí esos resultados, mi primera reacción fue de conmoción”, dice en voz baja. “Empecé a preguntarme por qué a mí, y por qué tenía que pasar por esto”.

Los oncólogos utilizan exámenes físicos, biopsias y estudios de imagen para evaluar el tamaño y la extensión del tumor, con el fin de determinar la etapa del cáncer. En el caso del cáncer de cervicouterino, la tasa de supervivencia a cinco años disminuye del 70% al 40% entre los estadios II y III.

El cáncer cervicouterino suele desarrollarse lentamente —generalmente a lo largo de muchos años— a partir de pequeños cambios iniciales en las células (precáncer) causados por el virus del papiloma humano (VPH), hasta convertirse en un cáncer invasivo más adelante en la vida. El VPH es un virus común que la mayoría de las personas tendrá en algún momento de su vida. Si no se detectan y tratan a tiempo, las lesiones precancerosas causadas por el virus pueden evolucionar hacia cáncer cervicouterino.

Las pruebas periódicas de detección del VPH pueden identificar estos cambios mucho antes de que aparezcan los síntomas. El tamizaje regular y la vacuna contra el VPH, que protege contra los principales tipos del virus que causan el cáncer cervicouterino, han hecho que la eliminación de esta enfermedad como problema de salud pública sea una posibilidad real.

Tras su diagnóstico, Glennis se sometió a meses de quimioterapia y radioterapia. Con frecuencia estuvo lejos de su hogar y de su familia. Afortunadamente, dice sentirse fuerte de nuevo y ha cambiado su visión sobre la prevención.

“Diría que estoy curada. Mi consejo para todos es que se informen, pregunten a su médico, háganse la prueba. El conocimiento es poder”, afirma Glennis, con orgullo.

Glennis lives in Saint Vincent & the Grenadines (SVG), a small island nation in the eastern Caribbean, where cervical cancer screening coverage is low.


Una campaña para eliminar el cáncer cervicouterino

Glennis vive en San Vicente y las Granadinas (SVG), una pequeña nación insular del Caribe oriental, donde la cobertura de las pruebas de detección para el cáncer cervicouterino es baja. En los países insulares, donde los servicios de salud especializados solo están disponibles en un centro urbano, es difícil para la población dispersa acceder a servicios esenciales.

Históricamente, países como SVG han dependido de las citologías (pruebas de Papanicolaou) y la colposcopia para el manejo y seguimiento de los casos, lo que requiere múltiples visitas, laboratorios y personal capacitado. Esto, sumado a las barreras sociales, la falta de concientización pública y un sistema de salud fragmentado, ha convertido al cáncer cervicouterino en una de las principales causas de muerte por cáncer entre las mujeres sanvicentinas.

A principios de este año, el Ministerio de Salud, Bienestar y Medio Ambiente de SVG, con apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), elaboró la Estrategia y Plan Nacional para la Eliminación del Cáncer Cervicouterino 2025–2030, alineado con las metas mundiales 90–70–90 de la OMS para 2030: vacunar al 90% de las niñas contra el VPH antes de los 15 años; realizar tamizaje con una prueba de alto rendimiento al 70% de las mujeres entre los 35 y 45 años; y garantizar que el 90% de las mujeres con enfermedad cervical reciban tratamiento.

Un paso adelante para la salud de las mujeres en San Vicente y las Granadinas

En septiembre de 2025, una misión liderada por la OPS, junto con expertos técnicos de la Universidad de Miami (UM) y Basic Health International (BHI) —una organización sin fines de lucro dedicada a prevenir el cáncer cervicouterino en América Latina y el Caribe— capacitó a más de 50 profesionales de salud en cuatro distritos de SVG: Calliaqua, Georgetown, Marriaqua y Pembroke, como parte de los preparativos para el primer proyecto piloto de pruebas de VPH en el país.

La capacitación se centró en la ciencia y la logística de las pruebas de VPH, el uso de nuevas herramientas de datos y la comunicación efectiva con las pacientes. Los participantes practicaron la toma de muestras cervicales utilizando modelos anatómicos y aprendieron a registrar y gestionar datos a través de un sistema digital seguro.

Durante la formación, los trabajadores de salud del Milton Cato Memorial Hospita recibieron instrucción práctica en evaluación visual, ablación térmica y colposcopia móvil para el tratamiento de lesiones precancerosas.

“El objetivo es hacer que el tamizaje sea más sencillo, preciso y que el tratamiento sea accesible para todas las mujeres en el nivel de atención primaria, especialmente para aquellas que nunca se han realizado la prueba”, explicó Mauricio Maza, asesor regional en Prevención y Control del Cáncer de la OPS.

La semana concluyó con el lanzamiento oficial del programa nacional de tamizaje de cáncer cervicouterino, encabezado por el Ministro de Salud, el Director Médico, y representantes de la OPS, BHI y la UM. El proyecto piloto comenzó en octubre de 2025, ofreciendo pruebas basadas en VPH en centros de atención primaria de los cuatro distritos.

Al permitir que las mujeres sean examinadas, diagnosticadas y tratadas dentro de un sistema integrado, el país está abordando una de las barreras más persistentes en el control del cáncer cervicouterino: el acceso oportuno a la atención.

“Esto marca un antes y un después”, señaló Mauricio Maza. “Y con el apoyo de la OPS, estamos acercando a países como San Vicente y las Granadinas a las metas de tamizaje y tratamiento de la OMS”.


Hacia la eliminación

El cáncer cervicouterino es la tercera causa principal de cáncer en las mujeres de América Latina y el Caribe. En 2022, más de 78.000 mujeres en la Región de las Américas fueron diagnosticadas con cáncer cervicouterino. Ese mismo año, más de 40.000 murieron por esta causa. Las tasas de mortalidad por cáncer cervicouterino son tres veces más altas en América Latina y el Caribe que en América del Norte, lo que pone en evidencia las desigualdades asociadas a esta enfermedad.

La OPS apoya a todos los Estados Miembros, incluidos los países del Caribe, en el cumplimiento de las metas mundiales de la OMS en materia de tamizaje y vacunación. Hasta la fecha, todos los países de la región, excepto Haití y Venezuela, han introducido la vacuna contra el VPH.

La eliminación del cáncer cervicouterino también forma parte de las iniciativas emblemáticas de la OPS: “Mejor Atención para las Enfermedades No Transmisibles”, orientada a ampliar el acceso equitativo a servicios integrados y de calidad para las enfermedades no transmisibles dentro de la atención primaria de salud, así como de la Iniciativa de Eliminación de Enfermedades, que busca eliminar más de 30 enfermedades de las Américas para 2030, incluido el cáncer cervicouterino.

El 17 de noviembre de 2025 se conmemora el Día Mundial de la Eliminación del Cáncer Cervicouterino, el primer día de salud dedicado oficialmente a la eliminación del cáncer. Con un compromiso sostenido, los países de toda la región avanzan hacia un futuro en el que mujeres como Glennis ya no tengan que enfrentarse al cáncer cervicouterino.

Enlaces